SISTEMAS POLÍTICOS Y ELECTORALES CONTEMPORÁNEOS
Coordinador de la colección
Pedro Aguirre
1.
Régimen constitucional y sistema electoral
3.
Partidos políticos religiosos
3.
1. Partido Nacional Religioso y Aguda! Israel
Uno
de los hechos sobresalientes del final del siglo xx es, sin duda, la
preeminencia de la democracia sobre el autoritarismo. La extensión y el arraigo
de los valores, las instituciones y las prácticas democráticas en el mundo de
hoy constituyen, en efecto, un proceso global que, al parecer, se dirige hacia
su consolidación. La derrota de los totalitarismos de derecha en la Segunda
Guerra Mundial; las transiciones a la democracia en el sur de Europa, en
América Latina y en el sudeste asiático a lo largo de los años setenta y
ochenta, y el derrumbe de los regímenes totalitarios de Europa del Este,
conocidos como socialismo real, durante el segundo lustro de los ochenta,
apuntalaron a las grandes democracias e impulsaron la emergencia de nuevas
democracias, transformando de manera radical el mapa geopolítico mundial. Pero
sobre todo, apoyado en la globalización de los medios de comunicación, dicho
proceso ha significado un profundo cambio en los valores y las percepciones de
las sociedades contemporáneas en favor de los derechos y las libertades
fundamentales de la persona, sustento y fin del constitucionalismo
democrático.
El
éxito de ese proceso de universalización de la democracia no implica, sin
embargo, un triunfo definitivo sobre el autoritarismo, ni mucho menos que los
retos actuales y los desafíos futuros de las democracias en particular hayan
sido resueltos. Los riesgos de involución hacia formas autoritarias de
gobierno, en especial en las democracias más recientes y frágiles; las
dificultades para emprender o consolidar transiciones democráticas frente a los
autoritarismos persistentes y los viejos o nuevos problemas institucionales de
las democracias exigen cada día más imaginación y responsabilidad, más
conocimientos y participación, más y mejor formación de ciudadanos libres y
responsables. Exigen, en suma, una más amplia y sólida cultura
democrática.
Es
evidente que no hay mejor garantía para la consolidación de la democracia que
la formación de una sociedad que conozca y aprecie sus valores, sus
instituciones y sus prácticas y que, al mismo tiempo, a través de sus
ciudadanas y ciudadanos, de sus diversas organizaciones, de sus partidos
políticos y de su gobierno, participe efectivamente en el debate y en la
formulación de propuestas frente a los asuntos de interés público propios de
la vida democrática. Una sociedad, pues, comprometida con la democracia y su
desarrollo.
En
ese sentido, el objetivo de la colección Sistemas Políticos y Electorales
Contemporáneos es contribuir a la divulgación de la cultura democrática en la
sociedad mexicana, mediante el conocimiento de las democracias de nuestro
tiempo. Con esta colección, el Instituto Federal Electoral busca poner al
alcance del público en general, en especial de los jóvenes que cursan sus
estudios de educación media superior y superior, la información y los
elementos de análisis necesarios para el conocimiento de los sistemas
políticos y electorales de las diversas democracias que existen en el mundo, su
diseño constitucional y su forma de gobierno, los principios y los
procedimientos que rigen sus elecciones, y su sistema de partidos.
Con
ese fin, la colección ha sido diseñada de tal modo que permita un estudio
comparativo de los sistemas políticos y electorales considerados. Para ello,
cada una de las monografías tiene la misma estructura: a manera de
introducción se presenta un marco conceptual básico para facilitar la
comprensión de las nociones de sistema político, sistema electoral y sistema
de partidos, que son, a su vez, temas tratados en capítulos aparte. Igualmente,
las monografías contienen un anexo estadístico con datos generales de los
países, los resultados electorales y la composición de los órganos de
representación popular, así como una cronología electoral del país de que se
trate.
Instituto Federal Electoral
Para
el estudio de los sistemas políticos y electorales contemporáneos se requiere
del conocimiento previo de su definición como conceptos y de una explicación
sobre su significado. En términos generales se puede decir que el fenómeno
político y, en particular, su manifestación en cada comunidad constituye un
proceso complejo mediante el cual se toman las decisiones imperativas que la
rigen. Pero, ¿cuáles son los elementos que intervienen en ese proceso?; ¿qué
relación tienen entre sí?; ¿quiénes toman esas decisiones y con qué
atribuciones?; ¿cómo se toman las decisiones imperativas?; ¿qué efectos
producen y sobre quiénes? Éstas son, entre otras, las cuestiones que
corresponden al estudio de los sistemas políticos y electorales, y en cada caso
su respuesta explica o trata de explicar la manera en la que una comunidad
específica las ha resuelto o busca resolverlas.
La
noción de sistema político se refiere al conjunto de instituciones,
organizaciones y procesos políticos que, caracterizados por un cierto grado de
interdependencia, rigen y conforman la vida política de una determinada
comunidad. En este sentido, el estudio sistémico del fenómeno político en
cualquier agrupación supone, entre otras exigencias metodológicas, determinar
el ámbito del sistema, es decir, señalar sus límites, y comprender los
elementos o las partes que lo integran así como las relaciones recíprocas que
guardan entre sí. En otras palabras, determinar si los confines del sistema se
identifican, por ejemplo, con los del Estado-nación, que es el caso de nuestro
tiempo; o si los elementos que lo integran, también como ejemplo, son una
Constitución escrita, un Parlamento y partidos políticos.
Para
saber cuál es el sistema político de un país se debe considerar si éste
tiene un orden constitucional que garantice derechos y libertades a las personas
o si se trata de un régimen autoritario; si siendo un Estado constitucional de
derecho su forma de gobierno es presidencial o parlamentaria; si sus
procedimientos electorales responden al principio de elección por mayoría o al
principio de elección proporcional; si existen pocos o muchos partidos y cuál
es la fuerza o la representatividad de cada uno de ellos, entre otros rasgos
característicos. Si se responden estas cuestiones, aunque sea en forma básica,
se puede decir que se conocen los elementos que conforman un determinado sistema
político y las relaciones que dichos elementos guardan entre sí.
A
partir del sistema político, y conforme a la metodología sistémica, los
sistemas electorales y de partidos pueden ser considerados como subsistemas del
primero. Esto significa que si bien su estudio puede tener un mayor o menor
grado de autonomía, ésta no es total en la medida en que sus relaciones con el
conjunto del sistema político -con los principios constitucionales
fundamentales o con la forma de gobierno, por ejemplo- suponen la existencia de
factores externos al subsistema que producen distintos efectos sobre ellos. No
obstante esa consideración, es evidente que los sistemas electorales y de
partidos constituyen en sí mismos un objeto de estudio.
La
noción de sistema electoral tiene dos acepciones: en sentido amplio, como
sinónimo de derecho electoral o régimen electoral, es decir, el conjunto de
normas, instituciones y procedimientos que regulan la organización de las
elecciones, la integración de los órganos de representación popular y,
generalmente, a los partidos políticos; y en sentido estricto, como los
principios y los métodos utilizados para convertir los votos en escaños, es
decir, como el procedimiento técnico de la elección por medio del cual la
voluntad de los ciudadanos manifestada en las urnas se traduce en
representación política en un Parlamento.
Por
su parte, la noción de sistema de partidos se refiere a la forma en la que las
organizaciones partidistas interactúan entre sí o, en su caso, a la forma en
la que un solo partido actúa dentro de un régimen representativo. En este
sentido, se puede hablar de un sistema de partidos competitivo, de un sistema de
partido hegemónico, o de un sistema bipartidista o multipartidista, por citar
las características más relevantes.
Como
se ha señalado, la colección Sistemas Políticos y Electorales Contemporáneos
se ocupará de las democracias de nuestro tiempo y, por lo tanto, hará
referencia a países organizados bajo un régimen constitucional democrático.
¿Qué significa esto?; ¿qué es el constitucionalismo?; ¿qué formas de
gobierno han sido adoptadas dentro del constitucionalismo?; ¿cuáles son los
distintos principios electorales para la integración de los órganos de
representación popular en las democracias representativas?
Con
el propósito de ofrecer los elementos necesarios para la mejor comprensión de
cada uno de los sistemas políticos y electorales incluidos en este esfuerzo
editorial, a continuación se tratará de dar respuesta en forma breve y
sencilla a estos cuestionamientos a través de una serie de definiciones
básicas.
El
constitucionalismo es el producto político y jurídico del triunfo del
pensamiento liberal frente al absolutismo y los autoritarismos. En ese sentido,
el constitucionalismo tiene como razón de ser y como fin la limitación del
poder público y la garantía de los derechos fundamentales de las personas, a
través de la subordinación del peder a la ley. De allí que sus principios
más importantes sean la división del poder político, para crear un sistema de
controles y contrapesos entre los distintos órganos del Estado, y el control
sobre la constitucionalidad de los actos de la autoridad, para garantizar los
derechos fundamentales, establecidos en la Constitución, de las personas frente
al poder público.
El
constitucionalismo democrático es, en consecuencia, un régimen político y
jurídico en el que, además de establecer límites al poder público y
garantías para los derechos de las personas, los órganos de gobierno deben ser
populares, es decir, deben expresar el principio de gobierno del pueblo conforme
al significado etimológico de la democracia. Ahora bien, en la medida en que
las sociedades modernas, por su dimensión y complejidad, no permiten el ideal
clásico del gobierno directo del pueblo, la democracia moderna ha sido
representativa, es decir, gobierno del pueblo a través de sus representantes,
cuestión que veremos en seguida. Pero, en síntesis, el constitucionalismo
democrático puede definirse hoy como un sistema político con división de
poderes, garantías individuales y órganos de gobierno de representación
popular.
Ahora
bien, un régimen constitucional democrático puede adoptar distintas formas o
sistemas de gobierno. Los dos más importantes son el presidencial y el
parlamentario, y si bien dentro de ellos existen diversas modalidades e incluso
un sistema híbrido o mixto que toma elementos de ambos -es el caso del
semipresidencialismo francés-, lo cierto es que cada uno tiene elementos
característicos, los cuales se pueden resumir en los siguientes términos:
En
un sistema presidencial
§
El presidente es, a la vez, jefe de Estado y jefe de gobierno
§
La elección del presidente es directa o semidirecta ( es el caso de
Estados Unidos).
§
El jefe de gobierno y su gabinete no son designados o removidos por el
órgano parlamentario sino por el propio presidente.
§
Los poderes Ejecutivo y Legislativo están claramente separados.
En
un sistema parlamentario:
§
El jefe de Estado y el jefe de gobierno son personas distintas ( en las
monarquías parlamentarias, como Gran Bretaña, el reyes el jefe de Estado ).
§
Los miembros del Parlamento son elegidos por el voto popular.
§
El jefe de gobierno y el gabinete son designados y pueden ser removidos
por cl Parlamento.
§
Los poderes Ejecutivo y Legislativo no están separados; por el
contrario, se comparten.
En
los dos sistemas hay un proceso de elección popular para la integración de los
poderes públicos. Dicha elección se realiza y se convierte en representación
política mediante un sistema electoral; cabe recordar, en este punto, que la
noción de sistema electoral, en sentido estricto, se refiere a los principios
ya los métodos utilizados para convertir los votos en escaños, es decir, para
traducir la voluntad ciudadana en representación política. Existen dos grandes
sistemas electorales, el de mayoría y el proporcional, cada uno de ellos con
diversas modalidades y fórmulas de asignación de escaños, así como un
sistema mixto que combina los principios de ambos. En términos generales,
dichos sistemas se pueden describir de la siguiente manera:
En
los sistemas de mayoría:
Se
busca formar una mayoría en los órganos de representación popular que
garantice estabilidad y gobernabilidad, aun a riesgo de fomentar sobre o
subrepresentación en el Parlamento; por ejemplo, que un partido político
obtenga un porcentaje de escaños o curules sensiblemente mayor o menor al
porcentaje de la votación que haya obtenido. En este caso se privilegia la
gobernabilidad sobre la representatividad.
El
ganador de la elección en el ámbito territorial-poblacional donde se realice
la elección se queda con toda la representación, es decir, gana todo; por
ejemplo, en un distrito electoral se elige a un solo diputado.
Los
partidos presentan candidatos individuales y el elector sólo tiene una
opción.
En
los sistemas proporcionales:
Se
busca que los órganos de representación popular sean lo más representativos
posible de la voluntad ciudadana, es decir, de los porcentajes de votación
obtenidos por cada partido, aun a riesgo de generar una fragmentación en la
composición del Parlamento que dificulte la estabilidad y la gobernabilidad;
por ejemplo, que un Parlamento, al reflejar con exactitud los porcentajes de la
votación obtenidos por los distintos partidos políticos, se fragmente de tal
modo que la formación de una mayoría que legisle
integre el gobierno (en el caso de un sistema parlamentario), resulte
imposible; en este caso se privilegia la representatividad sobre la
gobernabilidad.
Se
elige a dos o más representantes en el ámbito territorial-poblacional en el
que se realice la elección y, por lo tanto, el triunfo es compartido según los
porcentajes de la votación; por ejemplo, de una circunscripción electoral
pueden surgir diez diputados
Las
candidaturas de los partidos no son individuales sino que se presentan en
listas.
Antes
de concluir es importante señalar que el carácter general de los contenidos de
esta introducción sirve, como se apuntó, para ofrecer los elementos básicos
que permitan una mejor comprensión de los sistemas políticos y electorales
específicos que constituyen el objeto de la colección. En cada caso se
tratarán en detalle las características y las modalidades de los distintos
países considerdos.
Israel,
patria histórica del pueblo judío, se sitúa en Medio Oriente, a lo largo de
la costa oriental del Mar Mediterráneo y, por su ubicación, une a tres
continentes: Asia, África y Europa. En ese lugar, el pueblo de Israel
desarrolló su religión y cultura características hace 4,000 años,
conservando una permanente presencia como Estado soberano y bajo dominación
extranjera.
El
actual Estado de Israel es el producto de siglos de historia y herencia judías,
que lo destaca como un Estado-nación sostenido por un grupo étnico y religioso
único y por el sionismo, que marca todos los
aspectos de la vida nacional. Al mismo tiempo, Israel es el resultado de
fuerzas y sucesos trascendentes de los siglos XIX y XX, que incluyen dos guerras
mundiales y el holocausto.
El
sionismo, como movimiento político y de liberación nacional, apareció en su
forma moderna a finales del siglo XIX como respuesta a la constante opresión y
persecusión del pueblo judío en Europa Oriental y al rechazo de las sociedades
de Europa Occidental para su integración. Ideológicamente, se basa en la
conexión histórica y bíblica de los judíos y la Tierra de Israel (Eretz
Israel) y en el esperado retorno a Jerusalén-Zion.
En
medio de numerosos movimientos nacionalistas y de antisemitismo que
caracterizaron a la Europa del siglo XIX, Teodoro Herzl sentó las bases del
sionismo moderno. El 23 de agosto de 1897,1 en Basilea, Suiza, Herzl convocó al
Primer Congreso Mundial Sionista, en el cual se reunieron representantes de las
comunidades y organizaciones judías. El congreso estableció la Organización
Mundial Sionista y se fundó un movimiento nacional judío moderno y efectivo,
cuyo objetivo era "buscar establecer en Palestina el hogar del pueblo
judío asegurado bajo una ley pública".2
1
Dos años antes, el 29 de mayo de 1895, el Dr. Karl Lucger ganó las elecciones
del Consejo para alcalde de la ciudad de Viena, y fue el primer político
europeo en utilizar el discurso antisemita como
propaganda política. Adolfo Hitler reconoció las ideas de Lueger como la base
de su ideología política nazi. Ante esta situación Herzl, que vivía en
Viena, trató de crear un plan de éxodo judío de Europa.
Como
resultado, tiempo después miles de judíos inspirados por el sionismo
comenzaron a emigrar a Palestina, poco poblada, que pertenecía al Imperio
Otomano. Estos pioneros sentaron las bases del futuro país fundando
instituciones y servicios comunitarios, estableciendo industrias y construyendo
ciudades. El idioma hebreo, usado durante mucho tiempo sólo en la literatura y
en la práctica religiosa, comenzó a resurgir como idioma de uso
cotidiano.
La Primera Guerra Mundial dio al movimiento sionista la oportunidad de fortalecerse y obtener beneficios, como por ejemplo, la "Declaración Balfour", emitida por el gobierno británico el 2 de noviembre de 1917. El esfuerzo de la organización sionista, y en especial de Chaim Weizmann,3 ayudó a que el gobierno británico se pronunciara en favor de los judíos para establecer un Estado independiente en Palestina. La declaración estaba en forma de carta, del ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Arthur James Balfour, dirigida al líder sionista Lord Rothchild: El Gobierno de su Majestad ve con favor el establecimiento en Palestina como hogar y nación del pueblo judío, y empleará sus mejores esfuerzos para facilitar este objetivo, siendo claramente entendido que nada se hará en perjuicio de los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías de Palestina, o de los derechos y estatus político que tienen los judíos en cualquier otro país.
2 Declaración oficial del programa del Primer Congreso Mundial Sionista en Basilea, Suiza.
3 Weizmann, nacido en Rusia de familia judía, ayudó a los británicos en la guerra y fue un líder sionista que llegó a ser el primer presidente de Israel.
Al
terminar la Primera Guerra Mundial el control británico sustituyó al Imperio
Otomano sobre Palestina y otros territorios, poniendo el destino del Medio
Oriente en manos de los países aliados. La Liga de las Naciones concedió en
1922 a Gran Bretaña un mandato con la responsabilidad de "poner al país
en condiciones políticas, administrativas y económicas que aseguren el
establecimiento de un Hogar Nacional Judío".4
Poco
después, Gran Bretaña estableció el Emirato de Transjordania, al este del
río Jordán (hoy Jordania), dejando sólo la parte occidental para el futuro
Estado judío. Esto provocó que extremistas árabes iniciaran ataques contra
los judíos locales, así como contra árabes que abogaban por la coexistencia
árabe-judía. Los británicos impusieron restricciones a la migración judía,
pero esto no convenció a los militantes árabes que buscaban establecer su
propio Estado independiente y la violencia continuó hasta la Segunda Guerra
Mundial.
Gran
Bretaña aceptó su incapacidad para reconciliar a ambas partes, por lo que
decidió presentar el problema ante las Naciones Unidas. La Asamblea General
votó en noviembre de 1947 por el establecimiento de dos Estados en el área,
uno árabe y el otro judío. Los judíos aceptaron, los árabes no.
Durante
la Segunda Guerra Mundial, numerosos judíos de Palestina se unieron al
ejército británico para pelear contra la Alemania nazi. Al término del
conflicto, cuando se comprobó el asesinato de millones de judíos de Europa
Oriental por parte de los nazis, los judíos de Palestina y del resto del mundo
se movilizaron para rescatar a los sobrevivientes, ya que ningún país estaba
dispuesto a aceptarlos, y así llevarlos a Palestina.
El
14 de mayo de 1948 los británicos decidieron terminar con el mandato sobre
Palestina y David Ben-Gurion 5 leyó la declaración que estableció el Estado
de Israel. El nuevo y temporal Consejo Nacional de Estado abolió las
restricciones a la migración judía.
4
Bemard Reich y Gershon R. Kieval, Israel: Land of Tradition and Conflict,
Westview Press, Boulder, Colorado, 1993.
5
Ben-Gurion nació en la Polonia gobernada por el zar de Rusia el 16 de octubre
de 1886. Emigró a Palestina en 1906. En 1918 regresó a ésta después de tres
años de estancia en Estados Unidos, para apoyar la creación del futuro Estado
judío. En 1948 fue electo primer ministro dcl Estado de Israel. En Israel se le
conoce como el "Padre fundador".
Estados
Unidos reconoció al gobierno provisional como la autoridad de tacto del nuevo
Estado de Israel y tres días después la Unión Soviética lo reconoció de
jure.
Con
el objetivo de garantizar que Palestina constituyera un Estado árabe e impedir
el establecimiento del nuevo Estado judío, los árabes atacaron a las fuerzas
armadas de este último, al mismo tiempo que se declaraba la independencia del
país. La primera guerra árabe-israelí, conocida como la Guerra de
Independencia, involucró a tropas de Egipto, Siria, Jordania, Irak y
Líbano.
Al
terminar la guerra, en 1949, Israel obtuvo un territorio mayor al que el acuerdo
de partición había establecido, y que incluía el área que se había
proyectado para el Estado árabe que nunca se instauró. De lo que quedó del
potencial Estado palestino, el banco occidental y la franja de Gaza, los
jordanos y los egipcios se lo repartieron. Jerusalén quedó dividida entre
Israel y Jordania y no llegó a seria ciudad internacional que se había
planeado.
La
estabilidad se aseguró con el armisticio entre Israel y los países árabes
agresores, bajo la supervisión de las Naciones Unidas. Con el acuerdo entre
Egipto e Israel, se convino que éste retendría la parte del desierto de Negev,
hacia la frontera del Sinaí, mientras que la franja de Gaza quedaría bajo
ocupación egipcia. Con Jordania se acordó que el banco occidental quedaría en
posesión jordana, lo que dividió a la ciudad de Jerusalén. Israel acordó
también retirar sus fuerzas de las zonas ocupadas de Líbano. Siria, por su
parte, prometió retirar sus tropas de las áreas ocupadas, e Israel
desmilitarizar la zona para permitir que los árabes residentes ahí todavía
pudieran regresar a sus casas. Israel tomó el control del lago Tiberio y del
valle de Hula. Con Irak no se pudo concluir el respectivo armisticio.
Mientras
el nuevo Estado entraba en funciones, la guerra continuaba, cuestión que le
significó un gran reto puesto que su autoridad había sido cuestionada por
varios grupos y movimientos que existían desde antes de la declaración de
independencia. Entre ellos destacaba Irgun Tzevai Leumi, que recibía armas y
municiones enviadas por agrupaciones como la Organización Mundial Sionista, y
por familias asentadas en Europa Occidental desde la época del mandato
británico. El gobierno de Ben-Gurion trató de apoderarse de estos cargamentos
pero no fue posible. Sin embargo, poco después se logró que los miembros de
esa fuerza clandestina O grupo guerrillero se incorporaran a las filas del
ejército regular de Israel. Este incidente marcó significativamente las
relaciones entre Ben-Gurion y Menahem Begin, líder de Irgun en aquel tiempo, y
entre los futuros miembros de los partidos laboristas y del Likud.
A
pesar de los continuos conflictos con los árabes, Israel consiguió reputación
y estatus rápidamente. Un año después de su independencia ya era reconocido
por 50 Estados y el 11 de mayo de 1949 fue admitido en las Naciones
Unidas.
Aunque
el armisticio con los países árabes se mantuvo, no fue posible disipar la
tensión en la zona. Los árabes mantuvieron tanto el estado de guerra contra
Israel, como su compromiso de destruirlo. La Liga Árabe sostuvo un boicot
contra Israel, ejerciendo presiones económicas a los países que invirtieran
y/o comerciaran con el Estado judío. Egipto negaba el paso por el Canal de Suez
a los barcos que navegaran de o hacia Israel. Se creó, entonces, un círculo
vicioso de ataques árabes y represalias israelíes, así como de condenas
internacionales hacia Israel. En la década de los cincuenta la situación se
deterioró enormemente. En enero de 1956 era ya evidente que una nueva guerra se
aproximaba, por lo que se desató una carrera armamentista. La Unión Soviética
y Checoslovaquia dotaron de armas a los países árabes, mientras que Gran
Bretaña y Francia decidieron apoyar a Israel, pues les sería útil para frenar
el nacionalismo árabe del presidente de Egipto, Gamal Abdul Nasser. El 29 de
octubre de 1956 Israel entró en el Sinaí, y Francia y Gran Bretaña lanzaron
un ultimátum. Estados Unidos tomó el liderazgo de las negociaciones para el
cese al fuego y la salida de las tropas británicas, francesas e israelíes de
territorio egipcio. Como consecuencia de la crisis de Suez, las Naciones Unidas
colocaron a sus fuerzas de mantenimiento de paz en el Sinaí. Esto ayudó a que
la frontera sur de Israel se mantuviera en relativa calma y tuviera acceso al
puerto de Eilat, para poder comerciar con África Occidental y Asia.
Después
de la crisis de 1956 se registró una relativa calma, periodo en el cual Israel
concentró su atención en el desarrollo económico y social, y se crearon
importantes programas de transformación urbana e industrial. La popularidad de
Ben-Gurion alcanzó su más alto nivel a finales de los años cincuenta y
principios de los sesenta. El tema de la política regresó cuando Ben-Gurion
fue sustituido como primer ministro por Levi Eshkol en 1963 y con los cambios en
las relaciones de los partidos políticos de extracción socialista. La
política exterior se enfocó en mejorar las relaciones con Francia y Estados
Unidos, mientras se aumentaba la capacidad de defensa ante la permanente amenaza
de los vecinos árabes.
En
mayo de 1967 el gobierno de Egipto declaró el estado de emergencia, tras
detectar un movimiento de tropas israelíes cerca de su frontera, razón por la
que decidió, a su vez, movilizar tropas por el Sinaí hacia la frontera con
Israel. Nasser demandó el retiro de las fuerzas de la ONU de la península del
Sinaí y el puerto de Eilat volvió a quedar aislado. Israel consideró esta
acción como una agresión y una causa de guerra. El 30 de mayo Jordania entró
en defensa del pacto firmado años antes con Siria y Egipto, y tropas iraquíes
se colocaron en la frontera entre Israel y Jordania. Ante esta situación no
hubo respuesta internacional: Israel no recibió ayuda de Estados Unidos y otros
países prefirieron evitar involucrarse en el conflicto. Israel se defendió
solo; se creó una coalición política para un gobierno de unidad y Moshé
Dayan fue nombrado ministro de Defensa. El ejército israelí derrotó a los
ejércitos de Egipto, Jordania y Siria, y en seis días cambió por completo la
situación en Medio Oriente. A esta guerra se la conoció tiempo después como
la "Guerra de los Seis Días". Como resultado, el país obtuvo más
territorios: los Altos del Golán, la península del Sinaí, la franja de Gaza,
el banco occidental y Jerusalén oriental, que quedó finalmente anexada a
Israel. Los éxitos militares fueron considerados por el gobierno israelí como
una ganancia política, pues eventualmente se podría negociar e intercambiar
territorios ocupados a cambio de paz. Sin embargo, los árabes se negaron: su
política de no a la paz con Israel, no reconocimiento y no negociación era
evidente.
Para
1970 la Unión Soviética había provisto a Egipto de sistemas de defensa aérea
y de radares, así como de técnicos y operadores. Se instalaron misiles en el
valle del Nilo. Los soviéticos se habían convertido en asesores de los
egipcios y las tensiones con Israel se hicieron cada vez más fuertes. Como
resultado de ello se produjeron algunos choques fronterizos entre tropas
israelíes y egipcias. La llamada "Guerra de desgaste" terminó con el
cese al fuego promovido por Estados Unidos ese mismo año, pero no hubo grandes
progresos para la paz.
El
6 de octubre de 1973, durante la festividad de Yom Kippur, el ejército egipcio
atacó las posiciones israelíes en el canal de Suez, mientras que el de Siria
lo hizo en los Altos del Golán, tomando a Israel por sorpresa. Finalmente,
Israel pudo repeler la agresión y hacer retroceder a los ejércitos árabes a
sus posiciones originales. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
instrumentó las resoluciones 338, que llamaba al cese al fuego de inmediato, y
242, que convocaba a las partes a negociar. Más tarde, el secretario de Estado
de Estados Unidos, Henry Kissinger, fungió como mediador entre Israel, Siria y
Egipto en 1974 y 1975, acordando la salida de las tropas israelíes de la zona
del canal de Suez y de los Altos del Golán.
Esta
guerra causó un severo trauma para la sociedad israelí tanto en lo económico,
como en lo psicológico y en lo político. La falla de los servicios de
inteligencia, los errores en batalla y en la capacidad militar fueron los
detonantes de la incertidumbre. Los servicios de inteligencia de Israel, el
Mossad y el Shin Bet,6 tenían como responsabilidad prevenir posibles ataques
sorpresivos de los árabes; sin embargo, no previeron el ataque y el ejército
israelí sufrió severas bajas entre sus miembros y no pudo movilizar toda su
capacidad defensiva. Esto dio como resultado el cuestionamiento de la política
gubernamental entre la sociedad israelí, sobre todo en asuntos de seguridad
nacional.
La guerra motivó que las elecciones, que originalmente se habían programado para el 30 de octubre, se pospusieran para el 31 de diciembre de 1973. Además, le permitió a la oposición obtener ganancias políticas por los errores cometidos por el gobierno durante el conflicto, uno de cuyos efectos fue que la sociedad israelí madurara políticamente y se interesara más en asuntos de la política, sobre todo los jóvenes educados. El resultado de ello pudo observarse en las elecciones para el Knessef (el ténnino extenso es Knesset Hagedola, que significa Gran Asamblea) de 1973.
6 El Mossad (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales) es la institución responsable de la obtención dc información en el exterior para salvaguardar la seguridad de Israel. Sin embargo, no tiene personalidad jurídica y no es reconocida oficialmente por el gobierno de Israel. Por su parte, el Shin Bet (Servicio General de Seguridad) es la institución responsable de la seguridad interna de Israel.
Al
mismo tiempo, la imagen internacional de Israel perdió posición y, aunque no
fue esta acción la que inició la guerra, de todas formas fue condenado por la
ocupación de los territorios que conquistó en la "Guerra de los Seis
Días". Varios Estados, sobre todo de África, rompieron relaciones
diplomáticas con Israel, a la vez que éste se tornaba más dependiente de los
Estados Unidos.
Después
de las elecciones Golda Meir, líder del Partido Laborista, recibió el mandato
de crear un nuevo gobierno, pero poco después renunció a su cargo y Yitzhak
Rabin fue nombrado primer ministro. Rabin tomó el mando de Wl liderazgo
tripartito que incluía a Yigal Allon como ministro del Exterior ya Shimon Peres
como ministro de Defensa. Este gobierno recobró la confianza del pueblo
israelí, perdida en la Guerra de Yom Kippur de 1973, después del espectacular
rescate de los rehenes judíos secuestrados por el grupo terrorista
"Septiembre negro" en Entebe, Uganda, el4 de julio de 1976.8
En
mayo de 1977, después de las elecciones, se creó un nuevo gobierno. El Partido
Likud, encabezado por Menahem Begin, se convirtió en la formación mayoritaria
en el Knesset. Fue la primera vez en la historia de Israel que el Likud formó
un gobierno. Muchos atribuyen su éxito a la aparición de un nuevo partido
político: el Movimiento por el Cambio Democrático (MCO), que desvió en su
favor votos tradicionalmente de los laboristas.
El
9 de noviembre de 1977 se anunció la iniciativa para la paz por parte del
presidente de Egipto, Anwar al-Sadat, que sorprendió a la comunidad
internacional por representar un rápido avance. Ahora se sabe que no se trató
de algo precipitado, como se pensó en un principio, sino que fue el resultado
de los contactos entre ambas partes a través de una diplomacia secreta.
También en ese mes, el presidente Sadat hizo una histórica visita a Jerusalén. Por primera vez en la corta historia del Estado de Israel, un líder árabe hacía una visita oficial de este tipo. En septiembre de 1978 el presidente estadounidense James Carter, el propio Sadat, y el primer ministro israelí Menahem Begin anunciaron en Washington dos acuerdos: el Marco para la paz en el Medio Oriente y el Marco para la conclusión del tratado de paz entre Egipto e Israel, mismos que establecieron las relaciones formales y pacíficas entre ambos Estados. Tan1bién se reconoció una frontera internacional permanente entre Egipto y la franja de Gaza, acordada para ser territorio bajo el mandato autónomo de Palestina. Las negociaciones concluyeron con el Tratado de Paz de marzo de 1979.
7
Sobre el Knesst, véase supra, pp. 28-30.
8 En el rescate murieron una mujer judía y el comandante del grupo de rescate del Mossad, Yoni Netanyahu, hermano mayor de Benjamin Netanyahu.
En
1981 el Likud retomó el poder en el Knesset, aunque los partidos principales
obtuvieron resultados electorales similares. Los partidos pequeños se quedaron
con el resto de los escaños.
En
junio de 1982 comenzó la guerra con Líbano, ya que Israel no había logrado
detener la ola de terrorismo de grupos musulmanes extremistas que se ocultaban
en aquel país. Ante tal situación, Israel decidió invadir territorio
libanés, mediante un operativo militar al que se llamó "Operación Paz
para Galilea" y que provocó protestas y debates dentro de la sociedad
israelí. El 17 de mayo de 1983 se llegó a un acuerdo con Líbano sobre una
frontera reconocida por ambas partes. Sin ell)bargo, tal arreglo quedó
finalmente abrogado por Líbano, bajo presiones de Siria, en marzo de 1984. La
Suprema Corte de Justicia de Israel realizó una investigación sobre los hechos
ocurridos durante la guerra, en especial la violación a los derechos humanos
por parte de fuerzas israelíes, dando como resultado la renuncia al cargo del
ministro de Defensa, Ariel Sharon.
En
la década de los ochenta los partidos políticos de orientación religiosa
lograron una mayor presencia, al obtener respuesta a sus demandas de ser
reconocidos como actores esenciales dentro del panorama político.
El
16 de septiembre de 1983 Begin renunció, por razones personales, a su cargo
como primer ministro. Yitzhak Shamir ocupó su lugar y convocó a elecciones en
julio de 1984. Los resultados de esta elección marcaron una nueva fase en la
historia política de Israel: se creó un gobierno de coalición con el líder
del Partido Laborista, Simón Peres, como primer ministro, y el propio Shamir,
del Likud, como viceprimer ministro y ministro del Exterior en la primera mitad
del mandato. Después intercambiarían cargos hasta la siguiente
elección.
Entre
otras cosas, durante el mandato de Peres se logró instrumentar el proceso de
paz con Jordania, se establecieron relaciones diplomáticas con España y se
renovaron con Camerún y Costa de Marfil. También en ese periodo se produjo la
visita de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, en mayo de 1986. Su
labor diplomática llegó a su más alto nivel con la reunión
soviético-israelí en Helsinki, Finlandia, que reabrió el diálogo entre ambos
Estados, suspendido desde la Guerra de los Seis Días, y con la firma del
Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos. Todo esto reformó la imagen
internacional de Israel.
En
1987, en el banco occidental y en la franja de Gaza surgió una nueva
situación: la intifada, sublevación popular de los palestinos que demandaba la
independencia del Estado palestino. La rebelión sorprendió a Israel, a los
Estados árabes ya la Organización para la Liberación de Palestina (OLP),9
haciendo más compleja aún la solución del conflicto árabe-israelí. La
intifada surgió como resultado de la frustración de la población palestina
por la ocupación israelí de estos territorios y por la incapacidad de los
países árabes y de la OLP para obtener resultados en favor de su causa. La
presencia de la intifada produjo consecuencias políticas significativas para
Israel. Internacionalmente se le condenó por violación a los derechos humanos,
por sus políticas de deportación y por la práctica de las detenciones
administrativas. La intifada cambió también la relación entre los palestinos
de los territorios ocupados y los israelíes. Los judíos, principalmente los de
los nuevos asentamientos, veían a los primeros con gran desconfianza.
En las elecciones de 1988 los resultados fueron similares a los de 1984. Ni el Partido Likud ni el Partido Laborista obtuvieron mayoría. Shamir permaneció como primer ministro y Peres como ministro de Finanzas. El resto del gabinete quedó dividido equitativamente entre miembros de los dos partidos. Este gobierno se sostuvo hasta 1990, a pesar de sus diferencias, pero finalmente cayó como resultado de la salida de la facción laborista y por el voto de desconfianza al Likud por impedir la participación de Estados Unidos en los procesos de paz. Esta situación de caída de un gobierno ocurría por vez primera en la historia de Israel. Se creó, entonces, un nuevo gobierno encabezado por Shamir en junio de ese mismo año. Dos meses después Irak invadió Kuwait, desatando el conflicto en el Golfo Pérsico. Israel se mantuvo al margen hasta que Irak lanzó misiles contra su población civil, en un intento por convertir la guerra en un asunto entre árabes e israelíes. Sin embargo, Israel no respondió a la provocación y dejó que Estados Unidos desmantelara la capacidad militar de Irak.
9.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) apareció a finales de
la década de los sesenta como un grupo guerrillero que buscaba establecer el
Estado palestino, Este grupo fue reconocido finalmente con los Acuerdos de
Washington de 1993 por el gobierno de Israel como el principal portavoz del
pueblo palestino. Su líder desde entonces es Yasser Arafat.
El
18 de octubre de 1991 la Unión Soviética restableció relaciones diplomáticas
con Israel, que estaban suspendidas desde la Guerra de los Seis Días. Casi al
mismo tiempo, Estados Unidos y la Unión Soviética invitaron a Israel, a los países
árabes ya los palestinos a las pláticas de paz que se celebraron en Madrid el
30 de octubre de 1991.
En
las elecciones de junio de 1992 para el XIII Knesset los votantes retiraron su
apoyo al Partido Likud. Los laboristas obtuvieron el dominio político perdido
desde 1977, quedando Yitzhak Rabin como primer ministro por segunda ocasión.
Los laboristas obtuvieron 44 escaños y el Likud 32. Ante esta situación, los
laboristas crearon una coalición, para obtener 62 escaños, uniéndose al
bloque Meretz, 10 que había conseguido 12 escaños, y con Shas,11 que tenía
seis.
El
13 de septiembre de 1993 Israel y la OLP firmaron la "Declaración de
Principios en la Casa Blanca", en la cual se estableció, principalmente,
la transferencia de facultades de Israel a la autoridad palestina, además de
fijar el mes de mayo de 1999 como la fecha en que se acordaría el estatus
permanente de la franja de Gaza y del banco occidental. Tras la firma de esta
declaración, Israel y la OLP signaron el Acuerdo Gaza-Jericó, el 4 de mayo de
1994, por medio del cual se comenzó a transferir la autoridad de Israel a los
palestinos.
Como
refuerzo a los acuerdos previos y conclusión de la primera etapa de las
negociaciones entre Israel y la OLP, el primer ministro Rabin y el jefe de la
autolidad palestina, Yasser Arafat, firmaron el Acuerdo de Washington el 28 de
septiembre de 1995.12
10
Bloque político de centro izquierda.
11
Guardianes Sefarditas de la Thora, partido político de corte religioso.
EI
4 de noviembre de ese mismo año, un judío extremista asesinó a Yitzhak Rabin,
hecho que agudizó el debate sobre el proceso de paz. Después del atentado,
Shimon Peres ocupó su lugar y en febrero de 1996 convocó a elecciones, que
fueron celebradas en mayo del mismo año y que dieron como resultado la victoria
del Partido Likud y de su líder Benjamín Netanyahu, con una coalición
nacional de centro derecha, al derrotar a la coalición de centro izquierda de
los laboristas y del Meretz.
A
pesar del desacuerdo de Netanyahu, se finnaron los "Protocolos de
Hebron" con los palestinos el 15 de enero de 1997, dándose así
continuidad al proceso de paz iniciado en Washington en 1993, aunque a la fecha
poco se ha avanzado en las negociaciones.13 Sin embargo, como parte de los
esfuerzos por terminar con la crisis de confianza y regresar al diálogo -ya que
el nuevo gobierno de derecha se negaba a reconocer los acuerdos previos, dado
que su percepción sobre la seguridad y el territorio de Israel 14 difiere drásticamente
de la del Partido Laborista-, el presidente estadounidense William Clinton
presentó una propuesta para continuar con el proceso de paz, reuniendo a
Netanyahu ya Arafat en Washington en enero de 1998.
En
octubre de 1998, después de varias sesiones en Maryland, Estados Unidos, se
llegó a un arreglo: el " Acuerdo Wye", derivado de las sesiones, que
incluyó los requerimientos básicos sobre medidas de seguridad por parte de los
palestinos y el retiro de tropas israelíes del banco occidental, además de
abrir un canal permanente de comunicación para las negociaciones del 4 de mayo
de 1999, fecha de expiración del acuerdo de Washington de 1993.
12
Este acuerdo amplía las facultades del gobierno palestino, estableciendo las
elecciones populares para elegir al Consejo Legislativo,
13
Sin embargo, en septiembre de 1997 se creó una agenda de negociaciones para
cooperación en seguridad y lucha contra el terrorismo.
14
La ideología del Likud se basa en parte en la visión revisionista de Vladimir
Jabotinsky, adoptada por Menahem Bejín, que reclama para Israel la franja de
Gaza y gran parte del territorio actual de Jordania.
I.
Régimen constitucional y sistema electoral
El
sistema de gobierno del Estado de Israel se basa en una Constitución no
escrita. La primera Acta Legislativa, de febrero de 1949, fue una ley
transitoria conocida hoy como la "Constitución pequeña", misma que
se convirtió en la base de la vida constitucional de Israel. En lugar de por
una Constitución, Israel se ha regido por varias leyes básicas que han sido
aprobadas a lo largo de la historia de país, entre ellas, las leyes "del
Knesset", de 1958; "La Tierra de Israel", de 1960;
"del Presidente", de 1964; "del Gobierno", de 1968;
"de la Economía de Estado", de 1975; "del Ejército", de
1976; "de Jerusalén, Capital de Israel", de 1980; "Libertad de
Ocupación", de 1992; y "de la Dignidad y Libertad Humanas", de
1992.15 Son las distintas áreas de consenso, junto con las leyes básicas, las
que definen los parámetros del sistema político de Israel.
Los
procedimientos ejecutivos y administrativos se basan en una combinación de
experiencias pasadas, de elementos de la estructura anterior (cuando era colonia
británica) y de nuevas leyes. De acuerdo con esta concepción, Israel es una
República con un presidente débil y un Parlamento fuerte.
Dentro
del Parlamento israelí, el Knesset, se ha debatido sobre la posibilidad de
adoptar una Constitución escrita o continuar con la situación existente.
Quienes están en favor de continuar con el actual estatus jurídico basan sus
argumentos en que una Constitución
15
Bernard Reich y Gershon R. Kieval, Israel: Land of Tradition and Conflict,
Westview Press, Boulder, Colorado, 1993.
escrita
es limitada para la compleja realidad de Israel: frecuentes cambios en las
condiciones sociales por la constante inmigración masiva y falta de experiencia
de las instituciones gubernamentales independientes. Por ello, se ha preferido
mantener la flexibilidad que otorga la llamada "Constitución pequeña".
El
Knesset actual se basa en el modelo parlamentario británico, que ha sido
adaptado a las necesidades particulares de Israel. Es un cuerpo unicameral
conformado por 120 miembros que son electos por sufragio nacional, universal,
directo y secreto, de acuerdo con la "Ley de Elecciones del Knesset",
para cumplir con un periodo de cuatro años. Todo el país elige a todos sus
miembros, ya que no existen los distritos electorales en Israel. Los ciudadanos
mayores de 18 años tienen derecho a votar, sin que la religión, el sexo u
otros factores les impidan hacerlo, salvo que se retire este derecho por una ley
de la Corte. Cada partido presenta una lista de sus candidatos con 120 nombres,
que son los asientos existentes en el Knesset. Los electores dan su voto a un
partido con su correspondiente lista. Es decir, los electores finalmente escogerán
una de las listas, pero sin poder cambiarla de ninguna forma (listas cerradas y
bloqueadas).
Para
que un partido nuevo pueda participar en las elecciones tiene que crear una
lista propia de sus miembros. Se requiere de 1,005 firmas y un depósito de
10,000 dólares como garantía para el caso de que tal partido no asegure al
menos el 1.5% de los votos en una elección.
Las
listas son preparadas por los líderes de cada uno de los partidos. Los nombres
están ordenados jerárquicamente, de tal forma que los primeros nombres casi
siempre corresponden a los líderes de los partidos candidatos al Knesset, y
hasta 1992 el que ocupaba el número uno de la lista era el candidato a primer
ministro.
En
efecto, en marzo de 1992 se introdujo una iniciativa de ley en el Knesset,
aprobada por 55 votos en favor y 32 en contra, que fue
aplicada por vez primera en las elecciones de ese año, y por la cual los
ciudadanos israelíes otorgan dos votos, uno para la lista de los partidos con
sus candidatos al Parlamento y otro para elegir al primer ministro por separado.
Si el candidato a este último cargo no gana por mayoría absoluta se tiene que
verificar una nueva votación.
La
creación de estas listas requiere cierta labor política. Los miembros de los
respectivos partidos buscan estar lo más arriba posible para así poder
garantizar un asiento en el Knesset. Las campañas electorales son financiadas
por el gobierno desde 1969, aunque también pueden intervenir fondos de origen
privado.
Después
de celebradas las elecciones se determinan los asientos del Knesset. Hasta 1988
sólo los partidos que habían obtenido el 1% del total de votos tenían
representación parlamentaria. Esto cambió en 1991, cuando se elevó este
requerimiento al 1.5% para reducir el número de partidos participantes en las
elecciones y en el Knesset.
El
número de votos de todas las listas que obtuvieron el porcentaje mínimo se
divide entre el número de miembros del Knesset y su resultado es el cociente
para cada escaño. La distribución de los escaños entre los partidos se
determina dividiendo el número de votos que cada lista obtuvo entre el
cociente.16
Los
escaños restantes se asignan siguiendo la fórmula Baderbfer, que tiende a
beneficiar a los partidos grandes. El nuevo Knesset es formado de acuerdo con el
orden de los nombres de las listas que compitieron en las elecciones. Si un
miembro muere o renuncia antes de la siguiente elección, el partido designa a
un sucesor elegido de la lista de su partido.
Para
poder aspirar a ser candidato para el Knesset se tiene que ser ciudadano de
Israel y tener por lo menos 21 años. No pueden ser candidatos los jueces,
rabinos jefes, miembros de las fuerzas armadas y servidores públicos que no
hayan dejado su cargo en la fecha estipulada por ley para poder participar en
las elecciones.
Las
funciones que tiene el Knesset son muy parecidas a las de otros parlamentos del
mundo. Entre las principales se encuentran tanto la de emitir un voto de
confianza o desconfianza al gobierno en caso de gobiernos de coalición, como
las de legislar, formular la política nacional y supervisar las acciones y
actividades del gobierno. EI Knesset tiene la facultad, como otros parlamentos,
de aprobar el presupuesto y los impuestos. Elige al presidente de la República
y participa en la elección de los jueces. Los miembros del Knesset tienen
capacidad para cuestionar a los ministros cuando comparecen ante ellos.
16
Ibid.
Por
otro lado, cuando se somete a votación algún asunto, los miembros se sujetan a
la línea de su respectivo partido, con lo cual le demuestran su lealtad y
aseguran su posición dentro del mismo.
Las
actividades del Knesset se realizan por medio de distintos comités, a cargo de
diferentes áreas legislativas, que trabajan a
puerta cerrada. Existen algunas excepciones, como la exclusión de los
comunistas de los comités de Seguridad y de Asuntos Exteriores. El número de
los miembros de cada partido en los comités es proporcional a su fuerza dentro
del Knesset.
Israel
es una República donde las funciones de jefe de Estado las ejerce el
presidente, mientras que las de jefe de gobierno son realizadas por el primer
ministro. El presidente es electo por el Knesset por un periodo de cinco años y
puede ser reelecto por dos periodos Consecutivos como máxi1no. Sus facultades
son de carácter representativo. Se concentra principalmente en asuntos de política
exterior: firma los tratados ratificados por el Knesset, nombra a los diplomáticos
ya los cónsules, recibe a los diplomáticos extranjeros y otorga los exequaturs
17 a los cónsules extranjeros. El presidente tiene el poder de otorgar el perdón
y de conmutar sentencias a presos en casos especiales. Asimismo, nombra a los
jueces, llamados dayanim, que presiden las cortes judías religiosas, ya los
kadis, a cargo de las cortes musulmanas religiosas, así como al gobernador del
banco central, el Banco de Israel.
El
presidente firma todas las leyes aprobadas por el Knesset, con excepción de las
relacionadas con sus propias facultades y poderes. Todo documento firmado por él
necesita ser rubricado también por el primer ministro.
En
lo referente a la formación de los gobiernos, la intervención del presidente
es clave. Después de las elecciones, o en casos extremos en que el primer
ministro muere o renuncia -Israel ya ha vivido ambos casos-, el presidente
consulta a los representantes de los distintos partidos en el Knesset y se elige
a un miembro de éste para formar un nuevo gobierno. Por lo general, el miembro
designado es el líder del partido mayoritario dentro del Knesset. El presidente
recibe también la renuncia del gobierno, tiene una posición pública de
prestigio, hace visitas de Estado a otros países e inaugura la primera sesión
parlamentaria.
17
Acreditación oficial del gobierno receptor otorgada a los cónsules de naciones
reconocidas por éste.
El
gabinete se forma mediante el voto de confianza del Knesset, mismo que aprueba
el nuevo gobierno y las funciones de los ministros. Después de obtener el voto
de confianza, el nuevo gabinete decide todas las políticas de Israel, Por lo
general, la mayoría de las políticas y decisiones son llevadas a cabo por un
pequeño grupo "selecto reunido de manera informal.18
La
autoridad judicial, por otra parte, es atribución tanto de las cortes
religiosas como de las civiles, e incluye cortes municipales y magistrados de lo
civil y de lo penal, cortes distritales para apelaciones y una Suprema Corte. Ésta
no puede revisar las leyes aprobadas por el Knesset, pero puede invalidar
acciones administrativas e interpretar estas leyes. Cada comunidad tiene su
propia corte religiosa, que trata de los asuntos de índole personal.
Además
de dichas instituciones que conforman el gobierno y el Estado de Israel existen
dos que, a pesar de ser no gubernamentales, juegan un papel muy importante
dentro del sistema político y que lo hacen único en su clase: la Histadrut y
la Organización Mundial Sionista. No pertenecen al gobierno pero participan en
la única función del sionismo, que es conducir a todos los judíos a Israel,
es decir, tienen el objetivo de estimular y organizar la inmigración a Israel,
principio básico de la tesis sionista. Además, se encargan de recaudar fondos,
organizar actividades para el desarrollo social, promover la cultura judía e,
inclusive, crear empresas y formular políticas internas y externas, Lo
anterior, debido a que poseen gran influencia sobre el gobierno y las
instituciones israelíes puesto que fueron las creadoras del Estado israelí.
Estas actividades y funciones se han ido institucionalizando y formalizando jurídica
y administrativamente.
La
Histadrut es la Federación de Comercio de Israel, que estimula y apoya a
empresas, pero también fomenta el desarrollo de actividades sociales y
culturales. Tiene un papel importante dentro de la política exterior de Israel,
ya que la fortalece al dedicarse también al desarrollo de proyectos en el
extranjero.
18
A estas reuniones se les llama también "gabinetes de cocina", por la
costumbre de la ex primera ministra Golda Meir de reunirse con su gabinete en la cocina de su casa, y mientras ella preparaba la comida, se
discutía sobro las políticas y decisiones del gobierno.
Hoy día, la Organización Mundial Sionista sigue encargada de organizar la inmigración de los judíos a Israel: localizarlos, monitorear las regiones del mundo donde estuviera en riesgo alguna población judía, y recibir y colocar a los inmigrantes dentro de la sociedad israelí.
Israel
es un país con una población altamente politizada y educada, que muestra gran
interés en el acontecer político nacional y hace de los partidos políticos el
centro de la actividad política y social, principalmente porque en las
elecciones se vota por un partido y no por un individuo. Muchos de ellos se
remontan a la época del mandato británico, cuando competían por controlar las
instituciones de las organizaciones sionistas.
Los
partidos políticos en Israel se destacan por su activa participación dentro de
la sociedad. Publican sus propios periódicos, patrocinan actividades y eventos
sociales, e incluso algunas escuelas están afiliadas a ellos. El contacto de
los partidos con los ciudadanos es muy cercano. Por ejemplo, el Partido
Laborista tiene un sistema de elecciones primarias donde los ciudadanos
registrados en él eligen a su líder y la lista de candidatos. Por otro lado,
la participación de ciudadanos como candidatos independientes no ha sido muy
fructífera, y cuando ha ocurrido ha sido de forma efímera.
El
sistema político ha provocado la proliferación de partidos políticos y la
necesidad de crear coaliciones. Este complejo sistema ha dado ocasión a varios
debates entre distintas corrientes políticas y económicas. En lo económico,
las posiciones van desde el marxismo hasta el libre mercado; en lo religioso, de
los que proponen un Estado regido bajo la ley religiosa hasta aquellos que
buscan secularizarlo por completo. Algunos se han opuesto también al sionismo,
mientras otros sostienen la idea de una nación doble, Israel y la Diáspora.
Existen, además, grupos judíos que reclaman territorios en posesión de las
naciones árabes. Los partidos políticos tienden a ser altamente centraliza-
dos y muy organizados. Los líderes determinan el rumbo del partido.
En
la izquierda política israelí se encuentra un conjunto de partidos de extracción
socialista. El Partido Laborista (Mijleget Haavoda) es el más importante de
ellos y surgió como tal en 1968 con la fusión de tres partidos laboristas:
Mapai, Ahdut Haavoda y Mifleget Poalei Eretz Ysrael (Partido de los Trabajadores
de la Tierra de Israel). Su principal estructura, sin embargo, data de la década
de 1930, con la unión de las organizaciones Ahdut Haavoda y Hapoel Hatzair,
bajo el liderazgo de David Ben-Gurion.
Antes
de la independencia de Israel, en 1948, el Mapai fue el principal partido dentro
del gobierno judío semiautónomo de Palestina, y después en el Knesset hasta
1977. Sus miembros dominaron todas las coaliciones y ocuparon los puestos más
importantes en Israel. La política exterior, las fmanzas y la defensa
estuvieron bajo control de este partido. Los laboristas también tuvieron
preeminencia dentro de la Histadrut y de la Agencia Judía (otro nombre con que
se conoce a la Organización Mundial Sionista) y, aunque la competencia era
considerable, ocupó la mayoría de los escaños dentro del Knesset durante esta
época.
El
partido llegó a ser considerado como parte de las instituciones del país y los
electores lo llegaron a identificar como al Estado mismo; ello se explica porque
durante el periodo en que estuvo en el poder dominó y penetró las
instituciones de Israel.
En
1968 el Mapai, Ahdut Haavoda y Rafi crearon el Mifleget Haavoda Haisraelit
(partido Laborista de Israel). Con la Guerra de los Seis Días este partido se
consolidó en el poder. La espectacular victoria de Israel sobre cuatro ejércitos
árabes, la recuperación de territorios históricos de Israel como la tumba de
Abraham y Sara en Hebrón, que, quedó abierta a los judíos por primera vez en
cien años, y la tumba de Raquel en
Belén, junto con la ciudad completa de Jerusalén, le dieron gran popularidad a
este gobierno y su partido. En él figuraron el ministro de Defensa, Moshé
Dayan, el jefe del Estado Mayor, Yitzhak Rabin, y el general Uzi Narkis. Esta
victoria y la continua amenaza árabe cohesionaron al gobierno, situación que
resultó útil pues se logró un frente único en las constantes negociaciones
internacionales.
Entre
1969 y 1984 el Partido Laborista se alió con Mapam (Mijleget Poalim Hameuhedet)
para las elecciones, pero ambos partidos mantuvieron sus propias estructuras y
posturas. Mapam apareció en 1948 con la fusión de diversos grupos sionistas y
socialistas. En ese tiempo adoptó una postura prosoviética, hasta que el
partido se dividió por diferencias en tomo a ese tema.
El
Partido Laborista se convirtió, entonces, en el actor principal de la vida política
en Israel hasta 1977, año en que empezó a perder apoyo por la desilusión y
los e1Tores del gobierno, sobre todo después de la guerra de Yom Kippur de 1973
y los escándalos y fracasos económicos, Esto se reflejó finalmente en las
elecciones para el Knesset de 1977, cuando los laboristas perdieron el poder por
primera vez en su historia.
Dentro
de la izquierda política se encuentra también el Partido Comunista, conocido
en lengua árabe como el Hadash (Reshima Komunistit Hadasha) y en hebreo como el
Rakah, que se ha transformado constantemente desde la época del mandato británico
y ha tenido una postura prosoviética y antisionista. La mayoría de sus
miembros y de sus electores son árabes.
Con
reconocimiento legal, participa en las elecciones, en las cuales ha obtenido
escaños dentro del Knesset, aunque está totalmente aislado. Con la disolución
de la Unión Soviética, el Hadash/Rakah buscó la manera de legitimarse y no
desaparecer: se desprendió de su postura prosoviética, pero continua con sus
principios comunistas.
A
diferencia de los partidos de izquierda, la derecha está compuesta por diversos
grupos de acuerdo con sus diferencias y posiciones con respecto al Estado de
Israel. Sin embargo, sus similitudes los convierten en aliados por lo que,
eventualmente, en las elecciones forman coaliciones muy fuertes y con ello
elevan sus posibilidades de ganar. Estas coaliciones fomentan que la derecha
tenga una tendencia más de centro y moderada en relación con cuestiones de
seguridad y política exterior, ganando así mayor popularidad y votos.
A
la derecha se encuentra el Partido Likud, que significa unidad. Es el partido
dominante y tiene su origen en el Herut (libertad), que fue formado como partido
político por Menahem Bejín en 1948. La ideología del Herut data de los años
veinte y proviene de las tesis de Vladimir Zeev Jabotinsky, que se convertirían
después en el fundamento teórico del movimiento revisionista del sionismo 19 y
en la postura política de Herut. Durante la época del mandato británico se
encargó de organizar la inmigración clandestina de judíos a Palestina
-violando las leyes británicas- y de la creación del Irgun, ejército
clandestino del pre-Estado de Israel catalogado por los británicos como un
grupo terrorista y fuera de la ley. Cuando se estableció el Estado de Israel,
el nuevo gobierno obligó al Irgun. a disolverse y unirse al Ejército nacional,
lo que propició su transformación en partido político: el Herut, que se
convertiría en el portador de la ideología revisionista de Israel con Menahem
Begin como su dirigente y líder del bloque Likud hasta su retiro en 1983.
El
Partido Herut ha mantenido su posición sobre el reclamo de territorios en el
banco occidental y otros sitios históricos de Eretz Israel (la Tierra de
Israel). Inicialmente, parte de su ideología se dirigió a combatir la
orientación socialista de Israel y las políticas de los laboristas. Sus
ataques se enfocaron directamente contra el Mapai, pues era el partido
mayoritario, y en contra de su líder David Ben-Gurion, responsable de la orden
de desaparecer al Irgun dado que éste era incompatible con las leyes del nuevo
Estado 20
19
La tesis revisionista se basa en el reclamo de los territorios históricos del
pueblo de Israel. Estos territorios actualmente son parte de Jordania y Siria.
20
Esta relación de hostilidad quedó para siempre entre el Likudy
Mapai/Laboristas. Ben-Gurion y Begin no se dirigían la palabra y cuando lo tenían
que hacer utilizaban a un tercero para poder comunicarse. Al mismo tiempo,
Ben-Gurion veía al Herut como un grupo de irresponsables dedicados a
actividades terroristas.
En
1965 el Herut se unió al Partido Liberal para enfrentar las elecciones de ese año,
y fonnaron el bloque Gahal ( Gush Herut Liberalim ). En 1973 el Likud se
estableció como coalición, compuesta por Gahal, La 'am (grupo ex Rafi), el
Centro Libre (grupo originario de Herut), Achdut y Shlomzion, partido político
de Ariel Sharon. Para 1988, el Likud se componía básicamente por una coalición
de cuatro partidos: Herut, Liberal, Ometz21 y Tami (Movimiento por un Israel
tradicional).
A
principios de los años noventa el Likud estuvo básicamente dominado por tres
grupos: el de Yitzhak Shamir y Moshé Arens, miembros fundadores del partido, el
de David Levy y el de Ariel Sharon. El de Shamir, el más grande, es considerado
como el grupo intelectual y es conocido como de los "halcones pragmáticos".
La mayoria de los miembros del Knesset de extracción de derecha pertenecen a
este grupo. Entre ellos se encuentran los jóvenes llamados "príncipes",
provenientes de familias distinguidas del Herut y del Irgun. El grupo de Shamir
y Arens reúne a jóvenes como Benjamin Netanyahu, ex representante de Israel
ante las Naciones Unidas, protegido de Arens y tiempo después primer ministro
de Israel; a Benjamin Begin, miembro del Knesset, hijo de Menahem Begin; al ex
ministro de Justicia Dan Meridor, hijo de Yaacov Meridor, y al ex ministro de
Salud Ehud Olmert. El grupo de David Levy, ex ministro de Asuntos Exteriores, es
el segundo en tamaño. Está formado por judíos sefardíes con menor nivel
educativo, entre los que se encuentra David Magen, ex ministro de Economía y
Planeación.
El
grupo del general Ariel Sharon, ex ministro de Construcción y Vivienda, está
compuesto por hombres de línea dura del Likud, en su mayoría jóvenes de
origen oriental, principalmente de Irán, Yemen e Irak, que representan al
llamado "Segundo Israel". Constituyen el sector menos favorecido de
Israel, que se encuentra generalmente en los nuevos asentamientos judíos, y son
las principales víctimas de ataques terroristas; de origen obrero son conocidos
como los "pobres".
21
Su líder fue el ex ministro de finanzas del Likud, Yigael Hurewitz.
Estos
pequeños grupos liderados por una o dos personas se han ido disolviendo después
de que firmaron un acuerdo con el Herut para formar un solo partido, sin grupos,
en 1988: el Partido Likud-Movimiento Nacional Liberal.
En
ese año, el Partido Likud sufrió un fuerte golpe al ganar sólo 32 escaños.
Shamir y Arens, que habían estado al frente del mismo desde sus inicios, alIado
de Begin, anunciaron su retiro de la política. La visión revisionista del
Likud del "Gran Israel" fue muy criticada, ya que no era la respuesta
para acabar con el conflicto con los palestinos. Como una medida de refonna, el
Likud decidió hacer lo mismo que los laboristas y utilizar el sistema de
preselección para elegir al nuevo líder del partido ya los candidatos al
Knesset: los miembros del partido votarían por los delegados a la Convención
Nacional, después al sucesor del líder del partido y después por la lista de
candidatos para el Knesset.
En las décadas de los ochenta y los noventa el Partido Likud se fortaleció con las alianzas realizadas con los pequeños grupos seculares de centro derecha Tzomet, Tehiya y Moledet, los cuales proclaman que las fronteras internacionales del país son las del histórico Israel y están en desacuerdo con la posición de los laboristas de negociar con territorios.
El
Partido Tehiya (Renacimiento) fue creado en 1979 por ex miembros del Likud que
apoyan el movimiento de asentamientos de judíos en territorios en pugna por los
palestinos y por grupos que se oponen a los Acuerdos de Campo David. Este
partido reclama para Israel y los judíos el banco occidental y la franja de
Gaza, territorios semiautónomos que se han entregado paulatinamente a los
palestinos. La radicalidad de sus posturas ha apartado al partido de la política,
provocando el abandono de coaliciones con otros partidos y con el Likud, pues
difiere de las posiciones conciliadoras y negociadoras de éstos, además de que
ha ido perdiendo paulatinamente escaños en el Knesset.
El
Partido Tzomet fue creado por Rafael Eitan, ex jefe del Estado Mayor. Su
principal demanda se basó en que la seguridad de Israel no está garantizada
sin la posesión de la franja de Gaza y el banco occidental por los judíos. Su
postura con respecto a la intifada era radical y recomendó las deportaciones y
presiones económicas y políticas, así como la presencia del ejército en
estos territorios para mantener el orden. Actualmente, la popularidad de Tzomet
radica solamente en la figura de Eitan como líder militar, disciplinado y
decidido a luchar contra la corrupción.
El
tercero de los partidos pequeños es Moledet, de corte nacionalista y de
derecha, fundado por el general retirado Rehavam Zeevi. Este partido surgió
como reacción ante el fracaso del gobierno de coalición del Likud y los
laboristas por no haber frenado a la intifada. Su posición es más radical que
la de los partidos arriba mencionados, pues busca hacer de Israel una nación
absolutamente judía y expulsar a todos los árabes de la franja de Gaza y del
banco occidental.
3.
Partidos políticos religiosos
En
Israel, a diferencia de muchos países, existe una tercera tendencia en la política.
Generalmente el espectro político está formado por un eje horizontal que va de
la extrema izquierda a la extrema derecha, pero en el caso de Israel se cuenta
con un eje más, vertical, que está conformado por los partidos políticos
religiosos, cuyas posturas van desde la concepción religiosa del sionismo más
moderada hasta la más ortodoxa.
3.1.
Partido Nacional Religioso y Agudat Israel
El
Miflaga Datit Leumit o Partido Nacional Religioso, fue fundado en 1956 tras la
fusión de Mizrahi y Hapoel Hamizrahi, antiguas organizaciones de rabinos que
tenían como objetivo dar mayor impulso a sus demandas religiosas y detener la
política económica socialista dentro del sionismo.
Agudat
Israel, por su parte, es un partido ultraortodoxo concentrado en la naturaleza
religiosa del Estado, y tiene como objetivo hacer que Israel sea gobernado bajo
los preceptos del Thora. Este partido representa a la facción del
fundamentalismo judaico.
Estos
partidos fueron los actores más importantes tras el surgimiento del sionismo
político de finales del siglo XIX. Para los ultra ortodoxos el sionismo es una
cuestión religiosa y no secular y, por lo tanto, ajena al
Estado. Estos partidos reconocen y apoyan al Estado de Israel porque lo
consideran una medida necesaria y realista para la supervivencia del pueblo judío,
especialmente después de las persecuciones, exterminios y políticas
antisemitas alrededor del mundo. Para los partidos religiosos el sionismo no es
sólo una política del Estado de Israel, sino que constituye el principio del
proceso mesiánico que concierne tanto a los judíos de Israel como a los de la
Diáspora. La victoria de Israel sobre sus enemigos árabes en la Guerra de los
Seis Días simboliza este proceso.
El
Partido Agudat Israel representa los intereses de los judíos ortodoxos dentro y
fuera de Israel. Este partido nació en 1912 en Kattowitz, Polonia, después de
la reunión de los rabinos de Europa Oriental y del Imperio Austrohúngaro.
Aguda! creó en la década de los veinte un Consejo de Rabinos representantes de
las distintas facciones partidistas para escoger a su líder, quien debía ser
el rabino más respetado y más prestigiado. Este órgano sigue siendo el más
importante dentro de Aguda!, pues en él se deciden tanto cuestiones religiosas
como políticas. Su autoridad radica en la reputación de cada uno de sus
miembros y como reconocidos intérpretes de las leyes religiosas, la halacha.
En
un principio Agudat se opuso al sionismo, pero colaboró en diferentes asuntos
con la Agencia Judía y la Yishuv, la comunidad judía anterior al Estado de
Israel. Sin embargo, su cooperación se basó en consideraciones pragmáticas,
sobre todo por la amenaza nazi. Participó también en el Consejo de Estado
Provisional, antes de la independencia, y tuvo representación en el primer
gobierno del Israel independiente. Esto provocó la división al interior de
Agudat y, en protesta, los miembros más conservadores, oponentes del sionismo,
salieron del partido.
Sin
embargo, Aguda! no es una organización sionista. No se opone al Estado de
Israel, sino a su carácter secular. Al mismo tiempo, ha expandido sus
instituciones, sobre todo las dedicadas al estudio del Thora y de la ley judía.
Ha logrado obtener apoyo financiero para instituciones religiosas y educativas
e, inclusive, ha penetrado instituciones educativas seculares.
El
Partido Nacional Religioso (PNR) participa más activamente que los anteriores
dentro de la política y la sociedad de Israel, pues acepta al Israel moderno y
trabaja activamente en los sectores cultural y social, por lo que ha obtenido
mayor influencia y poder político que Agudat. Como otros partidos políticos,
su origen data de la época del mandato británico. Fue fundado en 1902 por
rabinos que no concebían como contradictorios los conceptos dc judaísmo y de
sionismo. Por el contrario, pertenecieron a la Organización Mundial Sionista ya
las instituciones de la Yishuv en Palestina. Después de la independencia de
Israel, en 1948, este partido se convirtió en un importante aliado del nuevo
gobierno israelí. Los laboristas de Ben-Gurion reconocieron que para obtener la
mayoría dentro del Knesse! tenían que aliarse y hacer coaliciones con el PNR,
puesto que resultaba más fácil trabajar con ellos que con los partidos dc
derecha.
Las
coaliciones y alianzas fueron de gran provecho para ambas partes. Para
Ben-Gurion las demandas religiosas del PNR eran insignificantes. Además, al
contar con la mayoría dentro del Knesset y con el apoyo del PNR, podía
ocuparse sin trabas de los asuntos realmente importantes para su partido. El
PNR, por su parte, perteneció a todos los gobiernos de coalición. Su falta de
interés en los asuntos de seguridad nacional y de política exterior dieron
libre movimiento a Ben-Gurion ya su partido, mientras que las preocupaciones del
PNR, tales como la educación religiosa, el respeto al Sabbath ya las reglas
sobre los alimentos, fueron apoyadas por los laboristas, pues no afectaban dramáticamente
a la política ya la sociedad israelí.
En
tiempos más recientes, los partidos religiosos han sufrido fragmentaciones a su
interior por las distintas opiniones de sus miembros sobre la vida ortodoxa judía.
A partir de ello han surgido distintos grupos y partidos, cada uno con su propia
perspectiva. En 1981 apareció un nuevo partido religioso llamado Tami, formado
por ex miembros del PNR. Su fundador es Aharon Abuhatzeira, perteneciente a una
familia de rabinos de Marruecos. La razón de la salida del PNR se basó en
criterios étnjcos al momento de la elección de los líderes de ese partido.22
En las elecciones de ese mismo año, Tami ganó tres escaños en el Knesset, por
el apoyo de la comunidad sefardí y oriental de Israel, mientras que el PNR sólo
obtuvo seis escaños, comparados con los doce que tenía en el gobierno
anterior. Finalmente, en 1988 el Partido Tami fue absorbido por el Likud,
garantizando así su participación dentro de los futuros gobiernos.
Por
otro lado, Agudat también sufrió una división por razones similares a las del
PNR y la creación de Tami. En este caso, los rabinos sefardíes decidieron
abandonar un Agudat dominado por rabinos ashkenazi y formar el partido Shas.
Tales escisiones al interior del PNR y del Agudat por la relación entre judíos
ashkenazi y sefardíes finalmente favorecieron a los nuevos partidos religiosos
Tami y Shas. Esto se puede explicar debido a que la población de origen
oriental y sefardí se ha incrementado en los últimos años en Israel ya que,
inclusive, los judíos seculares de origen oriental simpatizan con los rabinos líderes
de estos dos partidos.
Finalmente,
aunque existen contradicciones, divisiones y diferentes opiniones al interior y
entre los partidos religiosos de Israel, éstos comparten un objetivo común:
mantener a sus miembros dentro del Knesset para que los intereses de los judíos
ortodoxos tengan voz y voto dentro del gobierno y las instituciones de Israel,
manteniendo viva la religión judía y frenando al secularismo.
22
Sobre este asunto es importante hacer notar que dentro dc la sociedad judía
existe cierta discriminación por parte de los judíos ashkenazi. provenientes
de Europa y América, hacia los judíos sefardíes dc África del Norte y Medio
Oriente.
La
existencia de varios partidos, de distintas orientaciones, y de un sistema
electoral de representación proporcional, ha provocado que ningún partido político
haya obtenido la mayoría absoluta dentro del Knesset sin haber hecho una
coalición con otro u otros partidos a lo largo de la historia del Estado de
Israel.
Entre
1949 y 1996 se han celebrado 14 elecciones para representantes dentro del
Knesset. Al mismo tiempo, Israel ha tenido casos únicos, si se los compara con
otros gobiernos de tipo parlamentario, entre los que se encuentran el gobierno
de unidad nacional durante la Guerra de los Seis Días (1967-1969) y el gobierno
de unidad nacional de 1984, en el que los partidos Laborista y Likud -Ios dos más
grandes- compartieron el poder exactamente por partes iguales. Esto volvió a
ocurrir en las elecciones de 1988, que llevaron a la formación de un gobierno
de coalición que duró hasta 1990, cuando la facción laborista abandonó la
coalición y emitió un voto de desconfianza en contra del Partido Likud.
De
estos 14 gobiernos electos, todas las coaliciones han sido considerablemente
estables y duraderas. En 50 años de historia, el Estado de Israel sólo ha
tenido diez primeros ministros: David Ben-Gurion, de 1948 a 1953 y de 1955 a
1963; Moshé Sharett, de 1954 a 1955; Levi Eshkol, de 1963 a 1969; Golda Meir,
de 1969 a 1974; Yitzhak Rabin, de 1974 a 1977; Menahern Begin de 1977 a 1983,
Yitzhak Shamir, quien llegó al poder después de la renuncia de Begin, entre
1983 y 1984, y luego de 1986 a 1992; y Shimon Peres, de 1984 a 1986. Yitzhak
Rabin retornó el cargo después de las elecciones de 1992 y se mantuvo en él
hasta su asesinato en 1995. Shimon Peres ocupó su lugar en forma interina de
1995 a 1996, y convocó a elecciones en las cuales resultó ganador el candidato
del Partido Likud, Benjamin Netanyahu. A partir de 1999 es primer ministro el
laborista Ehud Barak.
Los
partidos políticos tienen un gran papel y una fuerte influencia dentro de la
vida política, social e incluso cultural dentro del país, como ya se ha
mencionado. Sin embargo, ha sido la personalidad de sus líderes lo que ha
mantenido la estabilidad y supervivencia del país, además de que algunos han
sido considerados como grandes estadistas no sólo en lsrael sino incluso a
nivel internacional, como Ben-Gurion, Sharett, Eshkol, Meier, Rabin, Peres,
cntre otros. Al mismo tiempo, estos líderes fortalecieron a su propio partido
político e hicieron del Mapai/Laboristas el más influyente de la historia de
Israel.
La
estricta disciplina entre los miembros de los partidos políticos y de sus
miembros en el Knesset ha dado como resultado que sus líderes y ministros
muestren un alto grado de responsabilidad, sobre todo durante tiempos de guerra,
pues Israel, a diferencia de otras naciones, está en constante estado de
guerra.
La
creación de coaliciones para formar nuevos gobiernos es un proceso complejo que
requiere de gran destreza política por parte de los miembros y líderes de los
distintos partidos políticos. Éstas reúnen tanto a varias facciones dentro
los mismos partidos, como a individuos de influencia que compiten por el poder y
el prestigio al interior de sus respectivas organizaciones. Los partidos políticos
que hacen coaliciones reconocen su alto valor, pero también los costos por
participar en un gobierno de coalición, que no son otra cosa que una serie de
compromisos entre individuos y sus políticas.
En
las coaliciones que se han formado desde 1948, el Partido Laborista ha dominado
entre 1948 y 1977, y el Likud entre 1977 y 1992. Aunque estos partidos son los más
grandes e influyentes en el momento de hacer coaliciones y en la política, los
partidos pequeños cobran importancia ya que, sin ellos, el gobierno electo no
podría mantenerse estable. Por otro lado, la colocación en el gobierno de los
miembros de los partidos en coalición ha provocado que se formen instituciones
sin relevancia, aunque los cargos y ministerios importantes casi siempre se han
mantenido en manos del partido dominante dentro de la coalición.
Las
coaliciones limitan la capacidad de control del primer ministro en relación con
el gabinete y sus acciones. El primer ministro no designa ni destituye a los
ministros, la cual más bien se acuerda con los miembros de la coalición. Los
integrantes de los gabinetes se eligen no por sus capacidad para el cargo, sino
por su lealtad hacia el partido.
El
sistema de coaliciones, dentro del sistema político dc Israel, ha llevado a los
partidos religiosos a la obtención de resultados positivos en el juego político:
han logrado concretar algunas de sus demandas, pues éstas se toman en cuenta
para mantener fuerte y estable al gobierno de coalición.
La multiplicidad de intereses y lealtades dentro y fuera de los partidos políticos provoca la burocratización del gobierno y limita la capacidad de maniobra de la administración pública. Las acciones y decisiones de los miembros del Knesset responden más a la lealtad a sus partidos que a las demandas de sus electores y del pueblo en general.
Su
creación como Estado independiente, el origen de su población y de sus líderes,
provenientes de distintas naciones y culturas, hacen de Israel una nación de
gran interés para la ciencia política, las relaciones internacionales y la
sociología. El sistema político ha adoptado actitudes del pensamiento político
occidental y ha imitado sus instituciones y gobiernos, además de su forma de
democracia. Fue a partir de las experiencias de los llamados "Padres
Fundadores" que se crearon el gobierno y las instituciones que Israel
requería, las cuales con el tiempo se han ido adaptando a la realidad ya las
necesidades del país.
La ubicación de Israel en una región particularmente conflictiva ha obligado a que sus políticos y líderes sean responsables y altamente eficaces. En momentos de crisis los partidos políticos se han unido, formando gobiernos de unidad nacional para enfrentar con eficacia las adversidades. En tiempos de paz, los múltiples partidos y sus percepciones sobre Israel han enriquecido la cultura política y la diversidad de opiniones. Esto ha provocado que todos tengan voz y voto dentro de las decisiones del gobierno y que Israel se haya conducido con precaución y eficacia, pero también con valor, a lo largo de su conflictiva existencia. Prueba de ello es lo que este país es hoy en día.
Geografía
Área | 20,770 km2 |
Capital | Jerusalén, proclamada por Israel en 1950, pero la mayoría de las naciones no reconocen este status, por lo que mantienen sus embajadas en Tel Aviv |
División política | Israel esta dividido en seis distritos: Central, Haifa, Jerusalén, Norte, Sur y Tel Aviv |
Demografía y sociedad
Población (1998) | 5,643,966 habitantes |
Divisiones étnicas | judíos (nacidos en Israel, 50%; Europa, América y Oceania, 20%; África, 7%; Asia, 5%), árabes, 18% |
Disitribución poblacional por edades | Menos de 15 años, 28% (hombres 814,558; mujeres 776,630), 15-64, 62% (hombres 1,751,111; mujeres 1,745,499), más de 64 años, 10% (hombres 239,658; mujeres 316,510 |
Tasa anual de natalidad | 19.99 nacimientos por cada 1,000 habitantes |
Tasa anual de mortalidad | 6.19 defunciones por cada 1,000 habitantes |
Esperanza de vida | hombres 76 años, mujeres 80.39 años |
Índice de fecundidad | 2.71 hijos por mujer |
Religión | judaísmo, 82%; islam, 14% (mayoría sunita ); cristianismo, 2%; drusa y otras religiones, 2% |
Idiomas oficiales | hebreo y árabe |
Fuentes: The World Factbook 1998, Central Intelligence Agency. Página de Internet del Departamento de Estado de Estados Unidos:
http://www.state.gov/www/regions/independent_states.html
Economía
Moneda | nuevo shekel israelí (NIS)=100 agorot |
Producto Interno Bruto (PIB) (1997) | 96.7 miles de millones de dólares |
PIB per cápita (1997) | 17,500 dólares |
Inflación (1997) | 9% |
Desempleo (1997) | 7.7% |
Crecimiento anual del PIB (1997) | 1.9% |
Población Económicamente Activa (PEA) | 2.3 millones de personas |
Actividad de la PEA por sectores | servicios públicos 31.3%; industria 20.2%; comercio 12.8%; finanzas y negocios 13.1%; otros servicios 6.4%; transportes y comunicaciones 6.2%; agricultura y pesca 2.6% |
Blanza comercial | exportaciones: 20.7 miles de millones de dólares; importaciones: 28.6 miles de millones de dólarews |
Pricipales socios comerciales | Estados Unidos, Japón y Unión Europea |
Instituciones políticas
Forma de gobierno | República parlamentaria |
Año de promulgación de la Constitución vigente | Israel no tiene Cosntitución, algunas funciones se encuentran en la Declaraciónb de Independencia (1948). |
Duración de la legislatura | 4 años |
Fiesta nacional | 14 de mayo, Día de la Independencia (Israel declaró su independencia el 14 de mayo de 1948, pero el calendario judío es lunar, por lo que la fiesta puede ocurrir en abril o mayo) |
Fuerzas armadas | hombres de 15 a 49 años, 1,309,502; mujeres de 15 a 49 años, 1,283,923; hombres aptos para el servicio militar, 1,072,501; mujeres aptas para el servicio militar, 1,047,572; hombres que alcanzan la edad militar (18) anualmente, 47,950; mujeres, 45,839 (estimado en 1995) |
Gastos militares como total del PIB | 9.5% (1997) |
Organismos internacionales a los que pertenece | ONU, FMI, Banco Mundial, OMC, Intelsat, Interpol, OSCE |
Pricipales partidos políticos | Partido Laborista, Partido Likud, Partido Tzomet, Partido Nacional Religioso, Partido Shas |
Elecciones del Knesset 1999
Candidato |
Número de votos |
% |
Escaños |
Partido Laborista |
670,484 |
20.2% |
26 |
Likud |
468,103 |
14.1 |
19 |
Shas |
430,676 |
13.0 |
17 |
Meretz-Israel Democrático |
253,525 |
7.6 |
10 |
Yisrael nBa'aliyah |
171,705 |
5.1 |
6 |
Shinui |
167,748 |
5.0 |
6 |
Partido del Centro |
165,622 |
5.0 |
6 |
Partido Nacional Religioso |
140,307 |
4.2 |
5 |
Judaísmo Unido por la Thora |
125,741 |
3.7 |
5 |
Lista Árabe Unida |
114,810 |
3.4 |
5 |
Unidad Nacional (Halchud HaLeumi) |
100,181 |
3.0 |
4 |
Frente Democrático para la Igualdad (Hadash) |
87,022 |
2.6 |
3 |
Israel Nuestro Hogar (Yisrael Beiteinu) |
86,153 |
2.6 |
4 |
Alianza Nacional Democrática (Balad) |
66,103 |
1.9 |
2 |
Una Nación-para trabajadores y pensionados israelíes |
64,143 |
1.9 |
2 |
Primeros ministros israelíes desde 1948
David Ben-Gurion (laborista) | 1948-1953 |
Moshé Sharett (laborista) | 1954-1955 |
David Ben-Gurion (laborista) | 1955-1963 |
Levi Eshkol (laborista) | 1963-1969 |
Golda Meir (laborista) | 1969-1974 |
Yitzhak Rabin (laborista) | 1974-1977 |
Menahem Begin (likud) | 1977-1983 |
Yitzhak Shamir (likud) | 1983-1984 |
Shimon Peres (laborista) | 1984-1986 |
Yitzhar Shamir (likud) | 1986-1992 |
Yitzhar Rabin (laborista) | 1992-1995 |
Shimon Peres (laborista) | 1995-1996 |
Benjamin Netanyahu (likud) | 1996-1999 |
Ehud Barak (laborista) | 1999- |
Cronología Electoral de Israel desde 1949
(elecciones para integrar el Knesset)
1949 |
25 de enero: Elección del I Knesset |
1950 |
30 de julio: Elección del II Knesset |
1955 |
26 de julio: Elección del III Knesset |
1959 |
3 de noviembre: Elección del IV Knesset |
1961 |
15 de agosto: Elección del V Knesset |
1965 |
1 de noviembre: Elección del VI Knesset |
1969 |
28 de octubre: Elección del VII Knesset |
1973 |
31 de diciembre: Elección del VIII Knesset |
1977 |
17 de mayo: Elección del IX Knesset |
1981 |
30 de junio: Elección del X Knesset |
1984 |
23 de julio: Elección del XI Knesset |
1988 |
1 de noviembre: Elección del XII Knesset |
1992 |
23 de junio: Elección del XIII Knesset |
1996 |
29 de mayo: Elección del XIV Knesset |
1999 |
17 de mayo: Elección del XV Knesset |
Brecher, Michael, Decisions in Israel´s Foreign Policy, Nueva Haven, Yale University Press, 1975
Cox, Gary W., Making Votes Count: Strategic Coordinator in the World's Electoral Systems, Cambridge University Press, 1997
Hagan, Joe D., "Domestic Political Regime Change and Foreign Policy Restructuring: How Governments Respond to Global Change, Jerel A. Rosati, Joe D. Hagan y Martin W. Sampson III (eds.), Columbia, University of south Carolina Press, 1994
Nehmad, Grace, Población y política en Israel: 1977 y 1992, tesis de licenciatura, Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1994
Peres, Shimon, Battling for Peace: A Memoir, Random House, Nueva York, 1955
Reich, Bernard y Gershon R. Kieval, Israel: Land of Tradition and Conflict, Westview Press, Boulder, Colorado, 1993
The World Factbook, Central Intelligence Agency, 1995