Sistemas Políticos y Electorales
Contemporáneos
Coordinador de la colección
Pedro Aguirre
1.2. Ley Constitucional de 1982
1. Principales partidos políticos
1.2. Partido Conservador Progresista (pcp)
1.3. Partido de la Reforma (pr)
1.4. Partido Nueva Democracia (pnd)
Uno de los hechos sobresalientes del final del siglo xx es, sin duda, la preeminencia de la democracia sobre el autoritarismo. La extensión y el arraigo de los valores, las instituciones y las prácticas democráticas en el mundo de hoy constituyen, en efecto, un proceso global que, al parecer, se dirige hacia su consolidación. La derrota de los totalitarismos de derecha en la Segunda Guerra Mundial; las transiciones a la democracia en el sur de Europa, en América Latina y en el sudeste asiático a lo largo de los años setenta y los ochenta, y el derrumbe de los regímenes totalitarios de Europa del Este, conocidos como socialismo real, durante el segundo lustro de los ochenta, apuntalaron a las grandes democracias e impulsaron la emergencia de nuevas democracias, transformando de manera radical el mapa geopolítico mundial. Pero sobre todo, apoyado en la globalización de losmedios de comunicación, dicho proceso ha significado un profundo cambio en los valores y las percepciones de las sociedades contemporáneas en favor de los derechos y las libertades fundamentales de la persona, sustento y fin del constitucionalismo democrático.
El éxito de ese proceso de universalización de la democraciano implica, sin embargo, un triunfo definitivo sobre elautoritarismo, ni mucho menos que los retos actuales y los desafíos futuros de las democracias en particular hayan sido resueltos. Losriesgos de involución hacia formas autoritarias de gobierno, en especial en las democracias más recientes y frágiles; las dificultades para emprender o consolidar transiciones democráticas frente a los autoritarismos persistentes y los viejos o nuevos problemas institucionales de las democracias exigen cada día más imaginación y responsabilidad, más conocimientos y participación, más y mejor formación de ciudadanos libres y responsables. Exigen, en suma, una más amplia y sólida cultura democrática.
Es evidente que no hay mejor garantía para la consolidación de la democracia que la formación de una sociedad que conozca y aprecie sus valores, sus instituciones y sus prácticas y que, al mismo tiempo, a través de sus ciudadanas y ciudadanos, de sus diversas organizaciones, de sus partidos políticos y de su gobierno, participe efectivamente en el debate y en la formulación de propuestas frente a los asuntos de interés público propios de la vida democrática. Una sociedad, pues, comprometida con la democracia y su desarrollo.
En ese sentido, el objetivo de la colección Sistemas Políticos y Electorales Contemporáneos es contribuir a la divulgación dela cultura democrática en la sociedad mexicana, mediante el conocimiento de las democracias de nuestro tiempo. Con estacolección, el Instituto Federal Electoral busca poner al alcance del público en general, en especial de los jóvenes que cursan sus estudios de educación media superior y superior, la información y los elementos de análisis necesarios para el conocimiento de los sistemas políticos y electorales de las diversas democracias que existen en el mundo, su diseño constitucional y su forma de gobierno, los principios y los procedimientos que rigen sus elecciones, ysu sistema de partidos.
Con ese fin, la colección ha sido diseñada de tal modo
que permita un estudio comparativo de los sistemas políticos y
electorales considerados. Para ello, cada una de las monografías
tiene la misma estructura: a manera de introducción se presenta
un marco conceptual básico para facilitar la comprensión de las nociones de sistema político, sistema electoral y sistema de
partidos, que son, a su vez, temas tratados en capítulos aparte.
Igualmente, las monografías contienen un anexo estadístico con
datos generales de los países, los resultados electorales y la
composición de los órganos de representación popular, así como una
cronología electoral del país de que se trate.
Instituto Federal Electoral
Para el estudio de los sistemas políticos y electorales contemporáneos se requiere del conocimiento previo de su definición como conceptos y de una explicación sobre su significado. En términos generales se puede decir que el fenómeno político y, en particular, su manifestación en cada comunidad constituye un proceso complejo mediante el cual se toman las decisiones imperativas que la rigen. Pero, ¿cuáles son los elementos que intervienen en ese proceso?; ¿qué relación tienen entre sí?; ¿quiénes toman esas decisiones y con qué atribuciones?; ¿cómo se toman las decisiones imperativas?; ¿qué efectos producen y sobre quiénes? Éstas son, entre otras, las cuestiones que corresponden al estudio de los sistemas políticos y electorales, y en cada caso su respuesta explica o trata de explicar la manera en la que una comunidad específica las ha resuelto o busca resolverlas.
La noción de sistema político se refiere al conjunto de instituciones, organizaciones y procesospolíticosque,caracterizadospor un cierto grado de interdependencia, rigen yconforman la vida política de una determinada comunidad. En este sentido, el estudio sistémico del fenómeno político en cualquier agrupación supone, entre otras exigencias metodológicas, determinar el ámbito del sistema, es decir, señalar sus límites, y comprender los elementos o las partes que lo integran así como las relaciones recíprocas que guardan entre sí. En otras palabras, determinar si los confines del sistema se identifican, por ejemplo, con los del Estado-nación, que es el caso de nuestro tiempo; o si los elementos que lo integran, también como ejemplo, son una Constitución escrita, un Parlamento y partidos políticos.
Para saber cuál es el sistema político de un país se debe considerar si éste tiene un orden constitucional que garantice derechos y libertades a las personas o si se trata de un régimen autoritario; si siendo un Estado constitucional de derecho su forma de gobierno es presidencial o parlamentaria; si sus procedimientos electorales responden al principio de elección por mayoría o al principio de elección proporcional; si existen pocos o muchos partidos y cuál es la fuerza o la representatividad de cada uno de ellos, entre otros rasgos característicos. Si se responden estas cuestiones, aunque sea en forma básica, se puede decir que se conocen los elementos que conforman un determinadosistema político y las relaciones que dichos elementos guardan entre sí.
A partir del sistema político, y conforme a la metodología sistémica, los sistemas electorales y de partidos pueden ser considerados como subsistemas del primero. Esto significa que si bien su estudio puede tener mayor o menor grado de autonomía, ésta no es total en la medida en que sus relaciones con el conjunto del sistema político _con los principios constitucionales fundamentales o con la forma de gobierno, por ejemplo_ suponen la existencia de factores externos al subsistema que producen distintos efectos sobre ellos. No obstante esa consideración, es evidente que los sistemas electorales y de partidos constituyen en sí mismos un objeto de estudio.
La noción de sistema electoral tiene dos acepciones: en sentido amplio, como sinónimo de derecho electoral o régimen electoral, es decir, el conjunto de normas, instituciones y procedimientos que regulan la organización de las elecciones, la integración de los órganos de representación popular y, generalmente, a los partidos políticos; y en sentido estricto, como los principios y los métodos utilizados para convertir los votos en escaños, es decir, como el procedimiento técnico de la elección por medio del cual la voluntad de los ciudadanos manifestada en las urnas se traduce en representación política en un Parlamento.
Por su parte, la noción de sistema de partidos se refiere a la forma en la que las organizaciones partidistas interactúan entre sí o, en su caso, a la forma en la que un solo partido actúa dentro de un régimen representativo. En este sentido, se puede hablar de un sistema de partidos competitivo, de un sistema de partido hegemónico, o de un sistema bipartidista o multipartidista, por citar las características más relevantes.
Como se ha señalado, la colección Sistemas Políticos y Electorales Contemporáneos se ocupará de las democracias de nuestro tiempo y, por lo tanto, hará referencia a países organizadosbajo un régimen constitucional democrático. ¿Qué significa esto?; ¿qué es el constitucionalismo?; ¿qué formas de gobierno han sido adoptadas dentro del constitucionalismo?; ¿cuáles son los distintos principios electorales para la integración de los órganos de representación popular en las democracias representativas?
Con el propósito de ofrecer los elementos necesarios para la mejor comprensión de cada uno de los sistemas políticos y electorales incluidos en este esfuerzo editorial, a continuación se tratará de dar respuesta en forma breve y sencilla a estos cuestionamientos a través de una serie de definiciones básicas.
El constitucionalismo es el producto político y jurídico del triunfo del pensamiento liberal frente al absolutismo y los autoritarismos. En ese sentido, el constitucionalismo tiene como razón de ser y como fin la limitación del poder público y la garantía de los derechos fundamentales de las personas, a través de la subordinación del poder a la ley. De allí que sus principios más importantes sean la división del poder político, para crear un sistema de controles y contrapesos entre los distintos órganos del Estado, y el control sobre la constitucionalidad de los actos de la autoridad, para garantizar los derechos fundamentales, establecidos en la Constitución, delas personas frente al poder público.
El constitucionalismo democrático es, en consecuencia, un régimen político y jurídico en el que, además de establecer límites al poder público y garantías para los derechos de las personas, los órganos de gobierno deben ser populares, es decir, deben expresar el principio de gobierno del pueblo conforme al significado etimológico de la democracia. Ahora bien, en la medida en que las sociedades modernas, por su dimensión y complejidad, no permiten el ideal clásico del gobierno directo del pueblo, la democracia moderna ha sido representativa, es decir, gobierno del pueblo a través de sus representantes, cuestión que veremos en seguida. Pero, en síntesis, el constitucionalismo democrático puede definirse hoy como un sistema político con división de poderes, garantías individuales y órganos de gobierno de representación popular.
Ahora bien, un régimen constitucional democrático puede adoptar distintas formas o sistemas de gobierno. Los dos másimportantes son el presidencial y el parlamentario, y si bien dentro de ellos existen diversas modalidades e incluso un sistemahíbrido o mixto que toma elementos de ambos _es el caso del semipresidencialismo francés, lo cierto es que cada uno tiene elementos característicos, los cuales se pueden resumir en los siguientes términos.
En un sistema presidencial:
El presidente es, a la vez, jefe de Estado y jefe degobierno.
La elección del presidente es directa o semidirecta (es el caso de Estados Unidos).
El jefe de gobierno y su gabinete no son designados o removidos por el órgano parlamentario sino por el propio presidente.
Los poderes Ejecutivo y Legislativo están claramente separados.
En un sistema parlamentario:
El jefe de Estado y el jefe de gobierno son personas distintas (en las monarquías parlamentarias, como Gran Bretaña, el rey es el jefe de Estado).
Los miembros del Parlamento son elegidos por el voto popular.
El jefe de gobierno y el gabinete son designados y pueden ser removidos por el Parlamento.
Los poderes Ejecutivo y Legislativo no están separados; por el contrario, se comparten.
En los dos sistemas hay un proceso de elección popular para la integración de los poderes públicos. Dicha elección se realiza y se convierte en representación política mediante un sistema electoral; cabe recordar, en este punto, que la nociónde sistemaelectoral, en sentido estricto, se refiere a los principios y a losmétodos utilizados para convertir los votos en escaños, es decir, para traducir la voluntad ciudadana en representación política. Existen dos grandes sistemas electorales, el de mayoría y el proporcional, cada uno de ellos con diversas modalidades y fórmulas de asignación de escaños, así como un sistema mixto que combina los principios de ambos. En términos generales, dichos sistemas se pueden describir de la siguiente manera.
En los sistemas de mayoría:
Se busca formar una mayoría en los órganos de representación popular que garantice estabilidad y gobernabilidad, aun a riesgo de fomentar sobre o subrepresentación en el Parlamento; por ejemplo, que un partido político obtenga un porcentaje de escaños o curules sensiblemente mayor o menor al porcentaje de la votación que haya obtenido. En este caso se privilegia la gobernabilidad sobre la representatividad.
El ganador de la elección en el ámbito territorial-poblacional donde se realice la elección se queda con toda la representación, es decir, gana todo; por ejemplo, en un distrito electoral se elige a un solo diputado.
Los partidos presentan candidatos individuales y el elector sólo tiene una opción.
En los sistemas proporcionales:
Se busca que los órganos de representación popular sean lo más representativos posible de la voluntad ciudadana, es decir, de los porcentajes de votación obtenidos por cada partido, aun a riesgo de generar una fragmentación en la composición del Parlamento que dificulte la estabilidad y la gobernabilidad; por ejemplo, que un Parlamento, al reflejar con exactitud los porcentajes de la votación obtenidos por los distintos partidos políticos, se fragmente de tal modo que la formación de una mayoría que legisle o integre el gobierno (en el caso de un sistema parlamentario), resulte imposible; en este caso se privilegia la representatividad sobre la gobernabilidad.
Se elige a dos o más representantes en el ámbito territorial-poblacional en el que se realice la elección y, por lo tanto, el triunfo es compartido según los porcentajes de la votación; por ejemplo, de una circunscripción electoral pueden surgir diez diputados.
Las candidaturas de los partidos no son individuales sino que se presentan en listas.
Antes de concluir es importante señalar que el caráctergeneral de los contenidos de esta introducción sirve, como se apuntó,para ofrecer los elementos básicos que permitan una mejor comprensión de los sistemas políticos y electorales específicos que constituyen el objeto de la colección. En cada caso se tratarán en detalle las características y las modalidades de los distintos países considerados.
La forma de gobierno de Canadá se deriva directamente de su estatus como ex colonia del Imperio británico. La vida constitucional de Canadá comienza propiamente en 1867, al promulgarse la Ley de la Norteamérica Británica que confederó a las colonias de Nueva Escocia, Nueva Brunswick, Ontario y Quebec en una nueva nación, a la que más tarde se unieron Manitoba (1870), Columbia Británica (1871), la Isla Príncipe Eduardo (1873), y Alberta y Saskatchewan (1905). Era la primera vez que una colonia británica conseguía crear un gobierno, sin abandonar del todo al Imperio, bajo la fórmula de "Dominio". Canadá seguiría formalmente sometida a la autoridad de la Corona británica, pero manejaría tanto su política interior como la exterior con grados extraordinarios de autogobierno.
La Ley de la Norteamérica Británica funcionó como la única ley fundamental de Canadá hasta 1982, año en el se produjeron una serie de importantes reformas con el propósito de afirmaraún más la independencia del país con respecto al Reino Unido, contar con una carta de garantías individuales de los ciudadanos e intentar fortalecer la unidad del país. Sin embargo, a pesar decontar con todas estas disposiciones escritas, el sistema político y constitucional canadiense es fundamentalmente consuetudinario. Por ejemplo, en ninguna ley se especifican cuáles son las atribuciones del primer ministro o del gabinete, o los límites a las facultades del Parlamento. Tampoco se define o reconoce constitucionalmente la existencia jurídica de los partidos políticos.
La política canadiense ha estado determinada en buena medida, desde la fundación del país, tanto por las tensiones étnicas y culturales como por el regionalismo. A pesar de ser un país considerablemente próspero, desde el siglo pasado la tirantez entre protestantes angloparlantes _que rechazaban lo que ellos consideraban una excesiva influencia de los católicos franceses en los asuntos públicos_ y los católicos francoparlantes _que no aceptaban los presuntos esfuerzos de los ingleses por dominar y convertir a la fe anglicana a la totalidad del país_ ha sido una constante amenaza para la unidad de Canadá.
Una segunda causa de fricción han sido las divisiones entre las regiones del este y del oeste atizadas, sobre todo, por causas económicas. A pesar de sus diferencias culturales y lingüísticas, Ontario y Quebec han estado unidas por intereses económicos. Por ejemplo,durante el siglo pasado y la mayor parte del actual las provincias atlánticas acordaron imponer elevadas tasas arancelarias a las importaciones con el propósito de proteger el desarrollo de la industria nacional. Esta medida perjudicó a las provincias del oeste, las cuales dependen de la venta de materias primas y son, por lo tanto, importadoras de productos manufacturados, los que, obviamente, se encarecían como resultado de las políticas federales.
1.2.Ley Constitucional de 1982
Canadá es una monarquía parlamentaria federal que se rige por los principios de la Ley Constitucional de 1982. El país tiene un régimen federal cuyos poderes se dividen entre el gobierno central y los provinciales. No obstante, las tensiones entre ambos niveles de gobierno siguen existiendo, en especial en lo que respecta a las provincias francófonas.
La Constitución de 1982 recoge básicamente las disposiciones contenidas en la Ley de la Norteamérica Británica de 1867, a la que se le añadió una Carta de Derechos Ciudadanos (Bill of Rights) y la derogación de la disposición, de alcance más bien formal, de que las leyes aprobadas en Canadá debían ser ratificadas en el Parlamento del Reino Unido para poder cobrar plena vigencia. Además, se adicionaron resoluciones sobre los derechos de los pueblos indígenas, la promoción del desarrollo regional, la creación de una "Conferencia Constitucional" en donde participan periódicamente el primer ministro y los diez gobernadores provinciales para discutir acerca de los grandes temas de la agenda nacional, así como las nuevas reglas para proceder a cualquier reforma constitucional: aprobación del Parlamento federal y de por lo menos siete de las provincias, siempre y cuando representen, en su conjunto, por lo menos al 50% del total de la población nacional.
El jefe de Estado es el monarca del Reino Unido, que en Canadá es representado por el gobernador general y en cada una de las provincias por un gobernador provincial. Como sucede en la mayor parte de las monarquías constitucionales actuales, elmonarca desempeña una función puramente formal pues no posee atribuciones políticas reales. Él designa oficialmente al gobernador general, pero en la práctica dicho nombramiento se hace después de un proceso de negociación con los líderes políticos canadienses, particularmente con el primer ministro y los dirigentes de los partidos. El gobernador general tiene un mandato, prorrogable, de cinco años.
El gobierno efectivo del país es responsabilidad del primer ministro y su gabinete, miembros todos ellos del Parlamento y responsables ante éste. El primer ministro es, al mismo tiempo, líder del partido que cuenta con la mayoría en la Cámara baja del Parlamento, mientras que el líder de la "oposición a su majestad" es el dirigente del principal partido de oposición y, tácitamente, su candidato para la jefatura de gobierno rumbo a los comicios generales más próximos. El primer ministro nombra con toda libertad a los miembros del gabinete y es el responsable absoluto de todos los actos del gobierno. El premier es, formalmente, designado por el gobernador general, pero en la práctica política real siempre es elegido jefe de gobierno quien pueda obtener la confianza de la mayoría parlamentaria.
Usualmente, el primer ministro es miembro de la Cámara delos Comunes. Nada impide legalmente que alguien que no sea integrante del Poder Legislativo ocupe el puesto, aunque en las escasas ocasiones en que un no parlamentario ha sido designado premier, el partido en el gobierno hace renunciar a alguno de sus legisladores a su escaño para provocar en su distrito una elecciónespecial (by-election) y postular al primer ministro recién nombrado.
También, por tradición, todos los miembros de la Cámara de los Comunes son miembros del Parlamento y si no lo son en el momento de la designación, deben procurar serlo pronto. Desde 1867, 81 personas que no eran miembros del Parlamento han sido nombrados ministros y han debido ganar un escaño ya sea en el Senado o en la Cámara de los Comunes, dentro de un tiempo razonable. Asimismo, se procura que cada provincia cuente, si es posible, con por lo menos un miembro del gabinete.
El Parlamento canadiense está formado por dos cámaras: el Senado, compuesto por 104 miembros designados por el gobernador general tras consultar con el primer ministro, y la Cámara de los Comunes, compuesta por 301 miembros elegidos de forma democrática y proporcional a la población de cada provincia.
Regionalmente, el Senado está integrado por 24 representantes de las provincias marítimas (diez de Nueva Escocia, diez de Nueva Brunswick y cuatro de la Isla Príncipe Eduardo); 24 de Quebec; 24 de Ontario; 24 de las provincias del oeste (seis de Manitoba, Saskatchewan, Alberta y la Columbia Británica, respectivamente); seis de Newfoundland; y uno respectivamente para el territorio de Yukón y para los Territorios del Noroeste.
Los senadores son designados por el gobernador general a propuesta del primer ministro y ocupan el cargo hasta cumplir la edad de 75 años (hasta 1965 el puesto era vitalicio), deben tener 30 años cumplidos en el momento de su nombramiento;disponer de recursos económicos equivalentes a 4,000 dólares anuales canadienses y residir en la provincia o territorio que representan.
El Senado puede legislar en cualquier tema de la agenda legislativa, excepto en lo concerniente al gasto público o a la imposición de impuestos. También tiene la capacidad formal de rechazar o enmendar cualquier legislación que se ponga a su consideración, cuantas veces lo considere necesario. Ninguna iniciativa puede convertirse en ley si no ha sido aprobada por el Senado. Todas estas atribuciones de la Cámara alta bastarían para considerar al bicameralismo canadiense como "integral", esdecir, donde ambas instancias legislativas tienen paridad de facultades. Sin embargo, en la práctica legislativa no ocurre así. Desde hace más de 40 años el Senado no rechaza una sola iniciativa emanada de la Cámara de los Comunes y rara vez ha insistido en mantener alguna enmienda que haya sido rechazada por la Cámara baja. La gran excepción sucedió en 1988, cuando el Senado se rehusó a ratificar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos antes de que se celebraran elecciones generales. Una táctica común ha sido retrasar la entrada en vigor de alguna ley demasiado polémica, a través de la negativa del Senado a discutirla antes del final de determinada legislatura.
En años recientes ha crecido el debate en torno del Senado. La mayoría de las fuerzas políticas piden un método directo para la elección de los senadores con el objetivo de democratizarlo, y extender así sus atribuciones para hacerlo más efectivo en lo concerniente a la defensa de los intereses de las provincias y territorios. Sin embargo, en 1992 fue derrotada en referéndum una iniciativa de reforma, conocida como el Acuerdo de Chalottetown, que entre otras cosas reformaba a fondo la Cámara alta.
La Cámara de los Comunes es el principal órgano legislativo de Canadá. Es en ella donde se inician y aprueban la mayor par-tede las leyes. Todos los distritos electorales en los que está dividido el país son uninominales. Regionalmente, los 301 miembros de esta Cámara están distribuidos de la siguiente manera: Alberta 26, Columbia Británica 34, Manitoba 14, Nueva Brunswick 10, Terranova 7, Nueva Escocia 11, Ontario 103, Isla del Príncipe Eduardo 4, Quebec 75, Saskatchewan 14, Territorios del Noroeste 2 y Yukón 1.
La duración de las sesiones de la Cámara baja es variable; depende del número de iniciativas que se deban tratar. Al año se celebran dos periodos de sesiones, los cuales comienzan, tradicionalmente, en octubre y en enero. La fecha para el término de los periodos de sesiones no está prestablecida, por lo que es posible que éstas se alarguen más de lo previsto.
Tal como sucede en el Reino Unido, la estricta disciplina de voto que los partidos son capaces de imponer a sus legisladores, así como la sempiterna primacía de un solo partido en la Cámara baja como efecto del sistema electoral uninominal, hace que en la práctica política el Parlamento, teóricamente el fundamentodel sistema político, ceda la preeminencia a la rama ejecutiva del gobierno. Prácticamente todas las iniciativas de ley presentadas por el primer ministro y el gabinete son aprobadas.
Existen comités parlamentarios y los miembros de los distintos partidos pueden colocarse en ellos, pero dado que generalmente la legislación propuesta es preparada por el ministro de gobierno respectivo, las modificaciones que sufre en los comités rara vez son importantes. Los miembros del partido gobernante que no ocupan algún ministerio o alguna responsabilidad gubernamental teóricamente pueden oponerse a alguna iniciativa del primer ministro, pero las características del sistema de partidos canadiense, integrado por organizaciones verticales y centralizadas, garantizan una estricta disciplina de voto. Los parlamentarios rebeldes son mantenidos a raya a través de la amenaza _por parte de la dirigencia_, del ostracismo político, de la marginación de los grupos de toma de decisiones, e incluso la disolución del Parlamento con el propósito de provocar una elección anticipada es usada como arma de presión.
La oposición tiene varios instrumentos parlamentarios a su disposición en la tarea de cuestionar al gobierno. Los ministros están obligados a responder periódicamente a las preguntas que les hacen los miembros del comité respectivo de la Cámara de los Comunes sobre asuntos concernientes al desempeño de su función pública. Asimismo, en Canadá se mantiene la tradición anglosajona de contar en el Parlamento con la presencia de un "gabinete en la sombra", práctica que consiste en el nombramiento, por parte del principal partido de oposición, de parlamentarios distinguidos cuya labor es hacer un seguimiento crítico y cercano del desempeño de cada uno de los ministerios. De hecho, si la oposición consigue llegar al poder es común que los parlamentarios que fungieron como "ministros en la sombra" sean los que ocupen la titularidad del ministerio respectivo, aunque no siempre ha sido así.
El periodo parlamentario en Canadá es de cinco años aunque, en la práctica, el partido gobernante usualmente adelanta la celebración de elecciones. De hecho, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial ninguna legislatura ha cubierto completo un mandato de cinco años, aunque dos veces ha estado a punto de hacerlo: en los periodos de 1974-1979 y 1988-1993. También, tal y como sucede en el Reino Unido, el primer ministro goza de plena discrecionalidad en lo que se refiere a la decisión de disolver al Parlamento y convocar a elecciones anticipadas, lo cual otorga al partido en el gobierno una valiosa ventaja estratégica, ya que difícilmente un jefe de gobierno adelantará comicios en un momento en que las perspectivas de triunfo para su partido sean difíciles.
El sistema legal de Canadá deriva del derecho común británico, a excepción del de Quebec, donde el sistema provincial de derecho civil se basa en el Código Napoleónico francés.
La Constitución dispone que la creación de la mayor parte de las cortes sea provincial, es decir, responsabilidad de la legislatura local de cada provincia. Sin embargo, todos los jueces son designados por el gobierno federal. Las cortes provincialesson competentes en materia civil y las federales en asuntos penales. Los jueces integrantes de las cortes superiores provinciales solamente pueden ser removidos a solicitud del gobernador general y con la aprobación de ambas cámaras del Parlamento. Nunca ha sido removido un juez en la historia judicial de Canadá.
La Suprema Corte de Justicia de Canadá es la máxima intérprete de la constitucionalidad de las leyes y de los actos gubernamentales. Fue establecida por una ley especial aprobada por el Parlamento en 1875 y está conformada por nueve jueces, tres de los cuales deben provenir de Quebec. Los jueces son designados por el gobernador general a propuesta del gobierno y semantienen en funciones hasta que cumplen 75 años. Además de ser lamáxima autoridad en materia de revisión constitucional, la Suprema Corte es la instancia final de apelación en materia civil y criminal.
El país está dividido en diez provincias (Alberta, Columbia Británica, Manitoba, Nueva Brunswick, Terranova, Nueva Escocia, Ontario, Isla del Príncipe Eduardo, Quebec y Saskatchewan) ydos territorios (Territorios del Noroeste y Yukón). En 1999 se creó un tercer territorio en los actuales Territorios del Noroeste, que lleva el nombre de Nunavut. La capital federal es Ottawa.
El jefe del gobierno de cada provincia es un primer ministro, responsable ante una asamblea legislativa de carácter unicameral. Los comisionados asignados por el gobierno federal gobiernan Yukón y los Territorios del Noroeste. El gobierno central de Canadá se encarga de todas las competencias que no se han asignado específicamente a lasprovincias.
La celebración de elecciones provinciales es un evento político importante en Canadá, debido a que los gobiernos de lasprovincias controlan los elementos centrales de la vida diaria como la educación, los derechos civiles, la salud, la tasación de impuestos locales, la regulación del comercio local, los préstamos bancarios y la justicia civil. Por ejemplo, las leyes promulgadas por las legislaturas provinciales de Quebec y Ontario tienen que ver con el derecho a la enseñanza de las lenguas en las escuelas, uno de los temas más controvertidos del país. Frecuentemente, un partido es más efectivo en su oposición al gobierno a nivel local que en la esfera nacional. Esto es válido, desde luego, sobre todo para los partidos de tipo regionalista.
Como ya se ha señalado, las rivalidades regionales,producto sobre todo de la diversidad lingüística y religiosa del país así co-mo de disparidades relativas en los grados de desarrollo,han constituido en el pasado, y aún en la actualidad, una seria amenaza para la unidad del país. En particular preocupan las fuertes aspiraciones independentistas de una buena proporción de habitantes de la provincia de Quebec, en la cual viven aproximadamente uno de cada cuatro canadienses, 80% de los cuales son francoparlantes.
El escenario político de Quebec se ha transformado radicalmente en los últimos 30 años. La provincia francófona ha pasado de ser predominantemente rural y conservadora, dominada en buena medida por la Iglesia católica, a ser una sociedad moderna urbana y liberal donde una organización secesionista de orientación socialdemócrata, el Partido Quebequense, tiene un firme arraigo, al grado de que hoy parece invencible en las elecciones para conformar la legislatura local. Las ansias independentistas han crecido en Quebec a pesar de que la provincia goza de considerable autonomía y de que la Federación no ha escatimado esfuerzos en tratar de enterrar el peligro de la separación nacional. Sin embargo, los secesionistas no sólo no han logrado concretar la escisión de Quebec sino que han perdido popularidad.
En el otoño de 1998 la cuestión de Quebec tomó un nuevo giro cuando la Corte Suprema de Canadá aprobó un dictamen en el sentido de que una declaración de independencia unilateralpor parte de la provincia francófona iría en contra tanto de la Constitución del país como del derecho internacional. Esta resolución,que no excluye, sin embargo, la posibilidad de una eventual escisión en caso de que una mayoría clara de quebequenses manifieste inequívocamente esta intención, ha dejado claro a los independentistas que la separación tendría costos económicos, políticos e incluso territoriales para Quebec.
Los 104 senadores canadienses son designados en su totalidad por el primer ministro. Las facultades de esta Cámara son bastante limitadas, por lo que se ha convertido en una institución prácticamente sin funciones. En 1992 se celebró en Canadá un referéndum sobre un paquete de importantes modificaciones constitucionales, el Acuerdo de Charlottetown, que incluía la reforma del Senado. Se pretendía establecer un sistema de elección directa para los senadores y ampliar las facultades de esa cámara. Sin embargo, la iniciativa fue rechazada.
La Cámara de los Comunes se elige mediante el sistema de mayoría de votos simple a una vuelta en distritos uninominales, sin ningún tipo de método o correctivo proporcional. Es el mismo mecanismo que está vigente en el Reino Unido y en Estados Unidos. El país está dividido en 301 distritos electorales, cada uno de los cuales envía a la Cámara de los Comunes a un solo representante: aquél que haya obtenido un mayor número devotos en la elección en una sola vuelta.
Como se sabe, este sistema tiende a la sobrerrepresentación de los partidos grandes y de las formaciones localistas, dueños de una buena presencia y organización a nivel regional, y castiga notablemente a los partidos nacionales medianos y pequeños.
Es decir, bajo la regla uninominal la proporción de parlamentarios que los partidos obtienen como resultado de las elecciones suele variar en favor o en contra (a veces sensiblemente) frente a la proporción de votos que se reciben en las urnas a nivel nacional.
Las dos últimas elecciones legislativas celebradas en Canadá han sido una buena muestra de los trascendentales efectos que puede tener un sistema electoral en la vida política e institucional de un país. Debido a la repartición de escaños en el Parlamento tras los últimos dos procesos electorales, los problemas que tiene la Federación canadiense se han complicado, sobre todo por los ímpetus separatistas de una considerable proporción de la población francófona de Quebec. Se podría decir queha sido una problemática artificial causada por las características del sistema electoral.
En efecto, en Canadá, nación donde se han exacerbado durante los últimos años los sentimientos regionalistas, el sistema electoral ha funcionado en contra de los partidos nacionales de carácter "federalista" para beneficiar a las formaciones localistas. En las elecciones federales de 1993 se llegó a varias situaciones absurdas. Por un lado, los conservadores progresistas debieron conformarse con solamente dos escaños en el Parlamento (de un total de 295) a pesar de haber conquistado 16.1% de la votación nacional, mientras que el Bloque Quebequense ganó 54 escaños con apenas 13.9%de los votos, lo que convirtió a esta organización separatista en dueña de la segunda fracción parlamentaria más numerosa y, por lo tanto, en la "oposición oficial al gobierno de su majestad".
Ahora, tras los comicios adelantados de 1997, esta situación lejos de desaparecer se agudiza en la política canadiense. Dos organizaciones de alcance nacional plenamente comprometidascon la supervivencia de la Federación siguen padeciendo de una preocupante subrepresentación. De un total de 301 escaños, el Partido Conservador Progresista ganó 20 y el Partido Nueva Democracia (pnd) 21 (con el 18.9% y el 11.0% de los sufragios, respectivamente). Aunque este resultado marca el retorno "a la vida" de los dos partidos, tan castigados hace cuatro años, también implica que su peso electoral no se ve fielmente reflejado en su presencia parlamentaria.
La relativa pérdida de influencia parlamentaria de estos dos partidos nacionales es preocupante para el futuro de Canadá debido a la fuerza que ha cobrado el Partido de la Reforma. El éxito de esta formación opacó el relativamente mal resultado obtenido en los comicios federales por el Bloque Quebequense y hace temer, nuevamente, por la unidad del país de la hoja de maple. La idea separatista había perdido fuerza en Quebec desde la realización del referéndum de 1995. De hecho, encuestas recientes estimaban en aproximadamente 60% el porcentaje de quebequenses contrarios a la separación. Al Bloque le han ayudado poco sus divisiones internas y la difícil situación financiera por la que atraviesa la provincia. Sin embargo, la actitud beligerante del Partido dela Reforma en contra de Quebec y su renovada importancia al interior del Parlamento, donde ahora constituye la segunda fracción, pueden provocar en la provincia francófona la resurrección del sentimiento nacionalista rumbo a la probable celebración de un nuevo referéndum.
También en el caso del Partido Liberal el sistema electoral agudizó la fragmentación de la representación parlamentaria en perjuicio de una organización nacional. A pesar de haber obtenido 38% de la votación nacional, con presencia más o menosimportante en todas y cada una de las regiones del país, los liberales ganaron sus escaños de manera desproporcionada desde la óptica regional: 127 diputados liberales de un total de 155 proceden exclusivamente de las provincias de Ontario y Quebec, y sólo nueve pertenecen a distritos ubicados en las tres regiones del oeste donde el Partido de la Reforma obtuvo mayoría de votos.
Como sea, no debe perderse de vista que de haberse utilizado un mecanismo más proporcional, el encono regional tendría ahora menos importancia en el Parlamento y el mosaico político canadiense estaría mucho mejor reflejado. Los tres partidos nacionales y profederalistas canadienses contarían con una presencia aplastante. Juntos, el Partido Liberal, los conservadores progresistas y el pnd obtuvieron casi 70% de los votos.
Muchos piensan que para Canadá ha llegado la hora de considerar la adopción de un sistema electoral que haga más justicia a la fuerza real de los partidos. Incluso en la cuna del sistemauninominal, Gran Bretaña, están a punto de iniciar una reforma electoral, fruto de una de las promesas centrales del primer ministro Tony Blair, hacia una fórmula más proporcional. Sólo en Estados Unidos este sistema goza de cabal salud, ya que es el único concebible para funcionar en un sistema político tan sui generis como el de ese país.
Cada distrito electoral se divide en secciones electorales (polling divisions). Cada una de ellas es un área territorial delimitada, para la cual se asigna una lista de electores y se establecen uno o varios centros electorales para el día de la votación. Generalmente las secciones electorales están integradas por territorios con un mínimo de 250 electores y deben ser las mismas establecidas para la última elección general, salvo que la autoridad en la materia considere necesaria una revisión de los límites territoriales a causa de una variación en el número de pobladores.
En Canadá, la responsabilidad de dirigir y supervisar la administración de las elecciones recae en el oficial electoral en jefe (chief electoral officer), quien debe desempeñar únicamente las labores exclusivas de su cargo. La designación de este funcionario se hace en la Cámara de los Comunes y únicamentepuede ser removido por el gobernador general bajo instrucciones de la misma Cámara, de tal manera que el oficial electoral en jefe, así como todas aquellas personas empleadas para auxiliarlo en sus funciones, forman parte del servicio público de Canadá.
En cada distrito electoral el gobernador de la provincia respectiva nombra a un oficial electoral distrital (returning officer), quien estará a cargo de la organización de las elecciones en su distrito. Sus actividades abarcan desde la publicación de una orden oficial para la elección, el registro de nominación de candidatos y la confección de las listas de electores, hasta la elaboración de una constancia de mayoría de votos para el candidato triunfador en su distrito, la cual entrega al oficial electoral en jefe.
Todo lo concerniente al financiamiento de los partidos y a su acceso a los medios de comunicación es regulado por la Election Expenses Act de 1974, cuyas principales disposiciones son las siguientes:
1. Todos los partidos deben nombrar a un oficial responsable de recibir y administrar los fondos que llegan a la organización, ya sean públicos o privados, y también deben designar a un auditor.
2. La autoridad electoral impondrá límites específicos a los gastos de campaña tanto a los partidos como a los candidatos independientes cada vez que se celebre una elección federal.
3. No se imponen límites a los "gastos personales" de los candidatos, tales como pasajes, hospedaje y otros que no tengan que ver directamente con las actividades proselitistas.
4. Se imponen límites a la capacidad de los partidos y candidatos para comprar publicidad en los medios masivos de comunicación.
5. Las estaciones de radio y televisión están obligadas a facilitar 6.5 horas de su "horario estelar" (prime time)para la publicidad pagada de partidos y candidatos, y deben ceder de forma gratuita tiempos en la cantidad y en el horario que la autoridad electoral especifique en cada proceso electoral. Todo esto, únicamente durante las tres semanas previas a la celebración de las elecciones.
6. El Estado reembolsa a todos los candidatos que obtienen por lo menos 15% de la votación hasta la mitad de sus gastos electorales y, además, otorga una cantidad extra para los partidos con presencia nacional.
7. Los nombres de aquellos donantes privados que excedan los 100 dólares canadienses deberán hacerse públicos, sean personas físicas o morales.
8. Se establece un límite de 1,000 dólares canadienses a las organizaciones y particulares en lo concerniente a sus aportaciones de campaña, aunque esta disposición está sujeta a una apelación ante el Tribunal Supremo.
9. Está prohibido recibir donaciones de personas físicas o morales del extranjero.
Fiel a la tradición política del Reino Unido, el sistema de
partidos canadiense fue, en su origen, reflejo de la experiencia
partidista británica. Dos partidos dominaron el escenario desde
la promulgación de la Ley de la Norteamérica Británica de 1867
y hasta nuestros días: el Partido Conservador Progresista y el
Partido Liberal, ambas organizaciones conformadas a imagen y
semejanza de sus contrapartes británicas.Desde su fundación,
el Partido Conservador Progresista se distinguió por sus
posturas probritánicas y antiestadounideneses, mientras que el Partido Liberal sostenía políticas anticlericales,erapartidariodel
libre cambio y de la defensa de los agricultores, yproponíaalejar
al país de su herencia británica para proceder a
una"canadización" de los símbolos y de la vida nacional. Asimismo,
esimportantedestacar que, desde su origen,el sistema de partidos ha sido poderosamente influido por las características regionales
de este enorme país, así como por las tensiones en la
relación entre las provincias con el centro, y por los problemas de
integración nacional.
El primer jefe de gobierno de Canadá, tras la
promulgación de la Ley de la Norteamérica Británica, fue el principal
líder conservador, Sir John Alexander MacDonald. Su principal
adversario fueel jefe de los liberales, Alexander Mackenzie.
Ambos personajes se alternaron en el poder hasta que en 1878
MacDonald fue reelecto tras prometer llevar adelante una política que
procurara hacer de Canadá un país autosuficiente económicamente.
El elemento crucial que consiguió hacer realidad el
establecimiento y mantenimiento de una nación transcontinental fue el éxito político, financiero y de ingeniería que supuso la creación del
Ferrocarril Canadiense del Pacífico.
Durante los últimos años del siglo xix, siempre bajo los auspicios del Partido Conservador, Canadá experimentó un considerable cambio social y desarrollo económico, pero en 1891 la muerte de MacDonald dejó a los conservadores sin un dirigente eficaz. Las elecciones de 1896 fueron ganadas por los liberales, dirigidos por el abogado franco-canadiense Wilfrid Laurier. Dio inicio, entonces, un periodo de dominio liberal que se prolongó hasta 1911 y que se caracterizó por el crecimiento industrial, la acelerada colonización de las provincias de las praderas (Alberta, Manitoba y Saskatchewan) y por el incremento de la inmigración extranjera, sobre todo de Rusia y otras naciones eslavas.
En 1911, los conservadores volvieron al poder con Sir Robert Laird Borden como primer ministro. Muy pronto la Primera Guerra Mundial absorbería todas las energías de su gobierno. Los esfuerzos bélicos canadienses fueron impresionantes y representaron un enorme costo para el país, tanto en recursos materiales como humanos. Pero la recuperación se dejaría sentir en los años veinte, otra vez bajo la dirección de un premier liberal: William Mackenzie King, quien se benefició del nuevo ambiente de confianza y serenidad para impulsar una política de unificación nacional y de fortalecimiento de Canadá hacia el exterior. Con la Conferencia Imperial de 1929, los canadienses lograron ampliar su grado de autonomía, sobre todo en lo concerniente a política exterior.
La depresión internacional que inició en 1929 perjudicó profundamente a Canadá. El producto nacional bruto cayó de 6,100 millones de dólares en ese año, hasta 3,500 millones en 1933. En 1930 se verificó un efímero retorno de los conservadores al poder, pero no pudieron hacer gran cosa para propiciar una recuperación. La producción industrial se redujo a la mitad y en 1933 cerca de 20% de la población activa estaba desempleada. En 1935 los liberales triunfaron en las elecciones, de nuevo con Mackenzie como candidato. La administración liberal enfrentó un sinnúmero de contratiempos, hasta que el comienzo de la Segunda Guerra Mundial contribuyó a salvar tanto al gobierno de Mackenzie como a la economía canadiense. Una vez más, una conflagración mundial representó un gran sacrificio humano y material para Canadá, pero la nación salió fortalecida tanto en su unidad interna como en su reputación internacional.
Después de 22 años como primer ministro, Mackenzie King se retiró en 1948 para ser sustituido por Louis Stephen Saint-Laurent. El éxito de los liberales se afianzó con el augeeconómico de la posguerra. Canadá se desarrollaba de forma acelerada y sostenida y su población alcanzaba uno de los niveles de vida más altos del mundo.
La década de los cincuenta fue testigo de un primer trastocamiento importante del sistema de partidos. Ya en los años veinte, la aparición del Partido Nacional Progresista había amenazadola hegemonía de liberales y conservadores, pero el peligro se conjuró en la siguiente década y desapareció por completo con la fusión de los progresistas al Partido Conservador en 1942. Sin embargo, en la elección de 1957 ninguno de los dos partidos tradicionales logró la mayoría absoluta debido a que dos partidos, dueños de una presencia regional importante, el de Crédito Social y la Federación Cooperativista (renombrado más tarde Partido Nueva Democracia), ganaron en conjunto 44 escaños. Un año más tarde se decretó la celebración de elecciones anticipadas ante la imposibilidad de mantener una coalición gubernamental estable. En ellas los conservadores obtuvieron una aplastante victoria.
La elección de 1958 llevó al poder al dirigente conservador John George Diefenbaker, quien puso fin a 22 años de gobierno liberal, aunque no fue muy afortunado al frente del gobierno. Barruntos de nacionalismo comenzaban a azotar a Quebec, mientras que la economía no levantaba cabeza. Los conservadores fueron derrotados en los comicios de 1963 por unos revitalizados liberales, ahora encabezados por Lester Bowles Pearson. El nuevo premier dio un impulso más al nacionalismo canadiense al promover la adopción de una nueva bandera con la hoja de maple como símbolo nacional. Sin embargo, los separatistas de Quebec no se conformaron. En 1968, fue fundado el Parti Québécois (pq) por René Lévesque, legendario líder independentista.
Ese año marcaría un parteaguas en la
políticacanadiense. Además de la formación del
pq, fue electo en las elecciones federales el liberal Pierre Elliot Trudeau, uno de los
políticos más carismáticos del siglo
xx. Trudeau dominó el panorama de la política nacional durante los siguientes 15 años a
través de una nueva visión de Canadá. Su gobierno fortaleció la
po-lítica cultural, con la cual proporcionó nuevos elementos de orgullo e identidad nacional. También liberalizó la política
de inmigración, atrayendo a numerosos asiáticos, sudamericanos
y centroamericanos, e impulsó la idea de una sociedad
multicultural.
Gran parte de la atención personal de Trudeau se centró
en preservar la unidad nacional. Su gobierno aprobó la Ley del
Idioma Oficial (1969), por la que se establecía la igualdad de uso
del francés y el inglés en toda actividad gubernamental. Fue él
quien promovió la reforma constitucional de 1982 e introdujo la
figura del referéndum a nivel federal. En mayo de 1980, en un
referéndum provincial celebrado en Quebec, la independencia fue
rechazada por cerca de 60% de los votantes. Trudeau fue
finalmente capaz deconseguir que las provincias angloparlantes
aprobaran una nueva Constitución, la cual fue proclamada en 1982; sin
embargo, Quebec no la aprobó.
Acosado por la recesión, Trudeau se retiró en junio de
1984; John Turner se convirtió en primer ministro. El país se
encontraba en malas condiciones económicas. En las elecciones
parlamentarias de septiembre de ese año los conservadores, ahora
con Brian Mulroney a la cabeza, se impusieron arrolladoramente.
Eran los años de auge del neoliberalismo. Mulroney gobernó
inspirado en las políticas antiestatistas y en favor de la
iniciativaprivada que a la sazón practicaban el presidente estadounidense
Ronald Reagan y la primera ministra británica Margaret Thatcher.
El gobierno concentró sus energías en la batalla por reducir
eldéficit mediante el recorte de los presupuestos sociales y en otros
rubros de la actividad gubernamental. Asimismo, muchas empresas
públicas pasaron a manos privadas. Al respecto, el paso más
importante se dio en 1988, cuando Mulroney y Reagan firmaron
un amplio acuerdo de libre comercio, que más tarde se extendería
a México con el Tratado de Libre Comercio para América del
Norte (tlcan).
Pero la buena suerte de Mulroney no duraría mucho. A
Canadá le afectó profundamente la recesión internacional que
se padeció a principios de los años noventa. Asimismo, los
conservadores perdieron mucho prestigio luego del fracaso, en
1990, del denominado Acuerdo del Lago Meech, que buscaba
zanjar de una vez y para siempre los problemas de separatismo al
reconocer el carácter "único y distinto" de Quebec dentro de la
Federación. Mulroney selló su destino en octubre de 1992, cuando la población canadiense rechazó, vía referéndum, una
propuesta para efectuar una amplia reforma constitucional, conocida
como el Acuerdo de Charlottetown, la cual había sido producto de numerosas y extensas consultas públicas y pretendía recoger
las aspiraciones no sólo de Quebec sino también del resto de
las provincias e incluso de la población aborigen. Dentro de la
iniciativa de reforma se encontraba, además del reconocimiento
de Quebec como una sociedad distinta, el establecimiento de un
Senado electo popularmente (y no por designación
gubernamental como aún sucede), la reestructuración de la Cámara de
Representantes y el reconocimiento de la autonomía de las
poblaciones aborígenes.
Mulroney dimitió en 1993 como primer ministro y como
dirigente del Partido Conservador Progresista. Kim Campbell
lo sustituyó en la jefatura del partido en junio de ese año y se
convirtió en la primera mujer en Canadá en ser nombrada
primera ministra. Cuatro meses después Campbell y su partido, los
conservadores progresistas, sufrieron una humillante derrota en
las elecciones. Jean Chrétien se convirtió, entonces, en el nuevo
jefe de gobierno.
En las elecciones de 1993 el panorama
partidistacanadiense sufrió grandes modificaciones. El Partido Conservador
Progresista sólo fue capaz de ganar dos escaños, mientras que el
separatista pq se convirtió en el principal partido de oposición.
Asimismo, hizo su aparición una formación populista de derecha,
escisión del Partido Conservador Progresista, muy influyente en el oeste del país: el Partido de la Reforma.
1.Principales partidos políticos
El Partido Liberal surgió como la contraparte canadiense del Partido Liberal de Gran Bretaña, una vez que Canadá consiguió el estatus de "Dominio" en 1867. El Partido Liberal era el representante del anticlericalismo y del libre cambio. Era cercano a las preocupaciones de los granjeros y agricultores del oeste, recelaba de la influencia del Reino Unido y no veía con malos ojos el ingreso al país del capital estadounidense. Una gran estabilidad interna ha caracterizado al partido; tiene la distinción de haber contado únicamente con nueve líderes desde 1867, de los cuales ocho han sido primeros ministros: Alexander MacKenzie, Wilfred Laurier, William MacKenzie King, Louis St. Laurent, Lester Pearson, Pierre Trudeau, John Turner y Jean Chrétien.
Formalmente, la autoridad máxima del partido es una Convención Nacional que se reúne cada dos años para definir sus plataformas políticas. De la Convención emana un Comité Ejecutivo integrado por 34 personas, órgano principal degobierno del partido. La dirigencia, que como hemos visto ha gozado de una asombrosa consistencia, tiene una enorme influencia en el devenir del partido. Los liberales designan a sus máximos dirigentes observando una regla de alternancia que indica que a un jefe angloparlante seguirá uno francoparlante y viceversa.
Tradicionalmente, el Partido Liberal ha tenido sus
bastiones electorales en las zonas urbanas de Ontario, en Quebec y en
las provincias atlánticas del este. Al principio, gracias a su
compromiso con los agricultores, los liberales también gozaban
de importantes apoyos en el Oeste y en las provincias de las
praderas, pero a partir de los años setenta esta situación se modificó
a causa de las políticas federalistas de Trudeau. Asimismo, la
decisión del Bloque de Quebec de participar en las elecciones
federales a partir de 1993 perjudicó sensiblemente al Partido
Liberal, que perdió una importante proporción de sus votos en
una provincia que siempre le había sido muy favorable.
Las políticas del Partido Liberal, que desde su fundación se habían distinguido por su carácter proempresarial y proestadounidense, dieron un giro considerable durante las administraciones de Trudeau (1968-1979 y 1980-1984), quien era un partidario a ultranza delexpansionismo estatal. Asimismo, en esos años elgo-bierno liberal procuró hacer que el desarrollo económico del país fuera menos dependiente de Estados Unidos, aunque la política exterior canadiense se mantuvo firmemente pronorteamericana. Con Chrétien en el poder, los liberales han moderado mucho la vocación estatista del ex primer ministro Trudeau.
En el actual esquema de partidos canadiense, el Partido Liberal aparece como el partido natural de gobierno. El debilitamiento de su principal rival histórico, el Partido Conservador Progresista, lo convierte en la principal organización política pues cuenta con una gran influencia nacional. Por otra parte, la presencia de un partido de orientación socialdemócrata, el Partido Nueva Democracia, a la izquierda, y de una organización populista a la derecha, el Partido de la Reforma, acentúan el carácter centrista de los liberales. Esta situación fue claramente ratificada en las elecciones federales de 1997, en las que el Partido Liberal logró una confortable mayoría parlamentaria. Empero, en dichos comicios aparecieron ciertos síntomas preocupantes para los liberales. El gris y parco desempeño de Chrétien en la campaña despertó las dudas sobre la viabilidad de este dirigente y muchos empezaron a concebir la idea de sustituirlo pronto por el carismático Paul Martin, el eficaz ministro de Finanzas.
1.2.Partido Conservador Progresista (pcp)
En su origen, al Partido Conservador Progresista lo distinguió
su carácter poderosamente probritánico y antiestadounidense.
Su primer líder fue John A. MacDonald, quien sobresalió por su férrea oposición a los grupos que pretendieron anexar
Canadá a Estados Unidos al terminar la guerra civil de este país. MacDonald fue el principal arquitecto del conservadurismo
canadiense.
Fueron los conservadores los impulsores de la política proteccionista que permitió al este desarrollar una industria nacional. Esta política fue muy poco popular en el oeste agrícola. Es así como los conservadores tuvieron, por años, sus principales bases de sustento electoral en las provincias de Ontario y Quebec, hasta que en 1917, en medio del fragor de la Primera Guerra Mundial, el gobierno conservador se volvió sumamente impopular en Quebec al imponer la conscripción obligatoria a los francófonos. Esto aniquiló la popularidad del partido en la segunda provincia más poblada del país, debido a que los quebequenses eran feroces opositores a la participación de Canadá en el conflicto. Asimismo, el hecho de que en los años treinta un gobierno conservador tuviera que enfrentar la Gran Depresión contribuyó a minar el prestigio del partido, lo que dio lugar a un largo periodo de dominio liberal. Sin embargo, los historiadores no pierden de vista que en el primer medio siglo de la historia de Canadá, bajo el liderazgo del Partido Conservador, el país fue capaz de mantener su autonomía y de desarrollarse económicamente.
En 1942 fue fundado el Partido Conservador Progresista
a través de una fusión de conservadores y progresistas, estos
últimos muy populares en el oeste y en las provincias de las
praderas.Ese año fue designado dirigente del partido el premier
de Manitoba, John Bracken, quien le dio un nuevo perfil a la
organización. Otrora profundamente impopulares en el oeste,
los conservadores reorientaron sus políticas de acuerdo con las
necesidades de las provincias rurales, dando un giro de 180
grados a sus postulados proteccionistas y proindustrialistas
tradicionales. Asimismo, adoptaron un discurso que si bien defendía la
libre empresa también apoyaba a las instituciones sociales
fuertes y de largo alcance.
Con un nuevo perfil, los conservadores volvieron al
poder en 1957. Su nuevo líder, el carismático John Diefenbacker,
lejos de contravenir las políticas de los liberales extendió el
alcancedel Estado de bienestar. Poco tiempo después la recesión
económica y varias polémicas de orden provincial debilitaron
definitivamente al gobierno conservador, lo que abrió la puerta a una de las figuras políticas más importantes de Canadá del siglo
xx: Pierre Elliot Trudeau, quien asumió el poder, por primera vez, en 1968.
Los años de la "Trudeaumania" condenaron a los conservadores a otro largo periodo en la oposición. En junio de 1983,Brian Mulroney fue electo líder del partido y al año siguiente los conservadores consiguieron un arrollador triunfo electoral. Mulroney gobernó el país apegado a las recetas del neoliberalismo en boga y firmó un tratado de libre comercio con Estados Unidos, con lo que se puso punto final a la larga tradición antiestadounidense y estatista de los conservadores. Bajo el régimen de Mulroney el país tuvo un importante auge económico, pero a principios de los años noventa la administración conservadora se encontraba de nuevo agotada, tanto por el advenimiento de una nueva recesión económica como por el fracaso de los intentos de Mulroney de una reforma constitucional. El primer ministro abandonó su cargo a principios de 1993 y fue reemplazado, tanto en el liderazgo del partido como en la jefatura de gobierno, por Kim Campbell, primera mujer en ocupar ese cargo en la historia de Canadá. Sin embargo, las elecciones generales de ese mismo año arrojaron el peor resultado electoral del Partido Conservador Progresista, que sólo consiguió ganar dos escaños en la Cámara de los Comunes.
Muchos analistas políticos dedujeron entonces que el Partido Conservador tenía sus días contados ante la previsible hegemonía política del Partido Liberal y el auge del Partido de la Reforma como principal formación opositora. Sin embargo, la elección de un nuevo líder, Jean Charest, dio nuevos ímpetus a los alicaídos conservadores. En los comicios de 1997, Charest fue una verdadera revelación. Según las encuestas levantadas durante y después del proceso electoral resultó ser el político más popular de Canadá. Charest fue capaz de resucitar a su partido y colocarlo, otra vez, en el primer plano nacional, aunque a principios de 1998 dimitió del liderazgo conservador y se hizo cargo del Partido Liberal en Quebec, con el propósito de encabezar los esfuerzos antiindependentistas en esta provincia.
1.3.Partido de la Reforma (pr)
Fundado en 1992 como una escisión del Partido Conservador Progresista, esta organización nació a raíz del descontento que provocaron en el sector más derechista del conservadurismo tradicional las políticas fiscales, comerciales y constitucionales del gobierno de Brian Mulroney quien, entre otras cosas, firmó elTratado de Libre Comercio con los gobiernos de México y Estados Unidos. Los reformistas impulsan una política populista de derecha caracterizada por su odio a la "política tradicional". Defienden la idea de reducir el gobierno a un "mínimo indispensable", rechazan abiertamente los impuestos y cualquier tipo de intervención estatal en la economía, son profundamente proteccionistas en lo comercial y se oponen terminantemente a cualquier tipo de tratamiento como "región especial" en favor de Quebec.
El Partido de la Reforma es sumamente popular en las provincias del oeste del país, las más lejanas geográfica y políticamente de la capital Ottawa y, por lo tanto, de la burocracia federal y de los grandes centros urbanos de las opulentas Ontario y Quebec. De hecho, la fuerza electoral del Partido de la Reforma se concentra casi exclusivamente en las provincias de ColumbiaBritánica, Alberta y Saskatchewan, donde en las eleccionesde 1997 obtuvo 56 de sus 60 escaños. Es decir, el Partido de la Reforma se ha convertido en una organización regionalista incapaz de mantener una verdadera presencia nacional, pero con gran influencia en las regiones del oeste, resentidas por la poca atención que, tradicionalmente, han recibido de la Federación, y por el tratamiento especial que recibe Quebec, el cual, ahora, se pretende ampliar.
El dirigente del Partido de la Reforma es Preston Manning, quien es muy proclive a utilizar un discurso nacionalista e incendiario, considerado ofensivo por la mayor parte de los quebequenses.
1.4.Partido Nueva Democracia (pnd)
El Partido Nueva Democracia, llamado Federación Cooperativista hasta 1961, nació en 1933 como una fusión de grupos que se habían separado de organizaciones como el Partido Unido de Agricultores, el Partido Socialista de Canadá y otros, fundamentalmente integrados por europeos recién emigrados. En sus orígenes, el pnd postuló una ideología socialista comprometida con el fin del capitalismo y el control estatal de la economía. Tuvo mucha fuerza en las provincias de las praderas y en el occidente del país, este último siempre inconforme con las políticas económicas que le aplicaba la Federación, diseñadas, sobre todo, en beneficio de Ontario y Quebec.
Con el transcurrir del tiempo, el pnd ha variado considerablemente sus posturas ideológicas; se movió al centro del escenario político tras abandonar el socialismo. En la actualidad, los "neodemócratas", como son conocidos en Canadá, hablan de respetar a la libre empresa, dentro de un contexto de "regulación económica" propiciada por el Estado. El pnd es miembro de la Internacional Socialista, organización que engloba a los principales partidos de orientación socialdemócrata del mundo.
El pnd es el partido más nacionalista del panorama político canadiense contemporáneo. Ante el avance del libre comercio en Canadá, representado por la firma, primero, del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, y más tarde del tlcan, que incluyó a México, el pnd sostuvo una posición marcadamente proteccionista. Ha sido una de las organizaciones más comprometidas en la oposición a la firma de dichos acuerdos en el país.
El pnd es más exitoso a nivel local que en el ámbito federal.Ha logrado gobernar algunas provincias, aunque sin muchoéxito, y mantiene su mayor popularidad en eloeste y en las praderas.
Como efecto del sistema electoral canadiense, el pnd padece de una perenne subrepresentación en la Cámara de los Comunes a nivel federal lo que, obviamente, debilita su influencia a nivel nacional.
Tras varios años de resultados electorales adversos, una mujer inteligente y decidida, Alexa McDonough, ha sido capaz de revivir al pnd, que ha recuperado parte de la presencia perdida en las elecciones generales de 1993.
El Partido Quebequense fue fundado en 1968 por Rene Levesque, un conocido periodista que rompió con el Partido Liberal para trabajar por la independencia de la provincia francófona. En 1976, el pq logró ganar las elecciones legislativas locales y ocupar, por primera vez, el gobierno de Quebec, el cual mantiene desde entonces. El arribo de los independentistas al poder a nivel regional generó un gran entusiasmo en la causa independentista, que convocó a la realización de un referéndum para dirimir el asunto de la separación de Quebec en 1980. Sin embargo, los secesionistas salieron derrotados claramente.
Obligado a mantener a Quebec dentro de la Federación canadiense, el pq decidió presentar candidatos para las elecciones legislativas nacionales de 1984, aunque presentándose como el Bloque Quebequense. Desde entonces los independentistas han logrado mantener una nada despreciable presencia en el Parlamento federal, al grado que tras las elecciones de 1993 constituyeron la mayor fracción parlamentaria de la oposición. Sin embargo, el fracaso de un nuevo referéndum independentista en 1995 provocó un descenso significativo en las perspectivas electorales del Bloque rumbo a los comicios federales de 1997, y el partido se vio obligado a "cambiar de caballo a mitad del río", a causa de la ineficacia mostrada por su dirigente Gilles Duceppe, quien fue relevado a media campaña por el popular Lucien Bouchard.
Geografía
Área |
9,970,610 km2 (rango mundial, 2° lugar). |
Capital |
Ottawa (930,000 habitantes). |
Otras ciudades importantes |
Toronto (4,263,757), Montreal (3,326,510), Vancouver (1,831,665), Edmonton (862,597), Calgary (821,000), Quebec (671,000), Winnipeg (667,000), Hamilton (624,000). |
División política |
Canadá está dividida en diez provincias (Alberta, Columbia Británica, Isla Príncipe Eduardo, Manitoba, Nueva Brunswick, Newfoundland, Nueva Escocia, Ontario, Quebec y Saskatchewan) y tres territorios (Territorios del Noroeste, Yukón y Nunavut). |
Demografía y sociedad
Población (1997) |
30,287,000 (rango mundial, 33° lugar). |
Densidad |
3.3 habitantes por km2. |
Población urbana |
77.9%. |
Población rural |
22.1%. |
Distribución poblacional por sexo |
hombres 49.5%; mujeres 50.5%. |
Distribución poblacionalpor edades |
menos de 15 años, 19.8%; 15-29, 20.7%; 30-44, 25.5%; 45-59, 17.7%; 60-74, 11%; y más de 74, 5.3%. |
Tasa anual de natalidad |
12.5 nacimientos por cada1,000habitantes. |
Tasa anual de mortalidad |
7.2 defunciones por cada 1,000 habitantes. |
Esperanza de vida |
hombres, 74.9 años; mujeres, 81.2 años. |
Índice de fecundidad |
1.9 hijos por mujer. |
Proyección demográfica |
año 2000 31,472,000; año 2010 35,000,000. |
Extranjeros |
total de la población 15.4%; británicos 2.6%; otros europeos 5.9%; asiáticos 3.8%; estadounidenses 0.9%; otros 2.2%. |
Religión |
católica (45.2%), protestante (36.4%), ortodoxa (1.9%), judía (1.2%), no religiosos (12.5%). |
Idiomas oficiales |
inglés y francés. |
Número de habitantes por médico |
339. |
* Fuentes: Para resultados electorales anteriores a 1991 se utilizó el International Almanac of Electoral History, Thomas Mackie y Richard Rouse, Congressional Quarterly, Baltimore, Maryland, 1991. Para los resultados electorales posteriores a 1991 y datos sociodemográficos, véase Encyclopaedia Britannica, Book of the Year, 1992-1998.
Economía
Moneda |
dólar canadiense (can $) = 100 centavos. |
Producto Nacional Bruto (pnb) per cápita (1996) |
19,380 dólares. |
Inflación (1996) |
1.6%. |
Desempleo (1996) |
9.4%. |
Población Económicamente Activa (pea) |
15,145,000 personas. |
Actividad de la pea por sectores |
agricultura 3.0%; industria 38.1%; servicios 58.1%. |
pnb (1996) |
573,695,000,000 dólares. |
Crecimiento anual del Producto Interno Bruto (pib) (1996) |
1.3% |
Balanza comercial (1996) |
exportaciones 280,866,300,000 dólares canadienses; importaciones 239,576,900,000 dólares canadienses. |
Principales socios comerciales (1996) |
exportaciones Estados Unidos 82.3%,Japón 3.7%, Reino Unido 1.4%, Alemania 1.2%; importaciones Estados Unidos 67.4%, Japón 4.5%, México 2.5%, Reino Unido 2.5%, Alemania 2.1% |
Instituciones políticas
Forma de gobierno |
Canadá es una monarquía parlamentaria federal. |
Año de promulgación de la Constitución vigente |
1982 |
Fiesta nacional |
1° de julio. |
Fuerzas armadas (1992) |
Total de efectivos 61,600 (ejército de tierra 35.6%; marina 15.3%; fuerza aérea 23.7%; no identificadas con ningún servicio específico 25.4%). |
Gastos militares como total del pnb |
1.7% |
Principales organismos internacionales en los que participa |
onu, otan, apec, omc, fmi, Comunidad Británica de Naciones, oea y Grupo delos 8. |
Principales partidos políticos |
Partido Liberal (pl), Partido Conservador Progresista (pcp), Partido de la Reforma (pr), Partido Nueva Democracia (pnd), Bloque de Quebec (bq). |
Primeros Ministros de Canadá desde 1948
Louis S. St. Laurent (liberal) |
1948-1957 |
John Diefenbacker (conservador) |
1957-1963 |
Lester B. Pearson (liberal) |
1963-1968 |
Pierre Elliot Trudeau (liberal) |
1968-1979 |
Joe Clark (conservador) |
1979-1980 |
Pierre Elliot Trudeau (liberal) |
1980-1984 |
John Turner (liberal) |
1984 |
Brian Mulroney (conservador) |
1984-1993 |
Kim Campbell (conservadora) |
1993 |
Jean Chrétien (liberal) |
1993- |
Conformación de la Cámara de los Comunes de 1963 a 1993 tras la elección parlamentaria respectiva
Partido |
1963 |
1965 |
1968 |
1972 |
1974 |
1979 |
1980 |
1984 |
1988 |
1993 |
Liberal |
128 |
131 |
155 |
109 |
141 |
114 |
147 |
40 |
83 |
177 |
Conservador |
95 |
97 |
72 |
107 |
95 |
136 |
103 |
211 |
169 |
2 |
Nueva Democracia |
17 |
21 |
22 |
31 |
16 |
26 |
32 |
30 |
43 |
9 |
Bloque de Quebec |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
54 |
Reforma |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
X |
52 |
Cronología Electoral de Canadá desde 1945
1945 11 de junio: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1949 27 de junio: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1953 10 de agosto: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1957 10 de junio: Triunfo conservador en las elecciones legislativas.
1958 31 de marzo: Triunfo conservador en las elecciones legislativas.
1962 18 de junio: Triunfo conservador en las elecciones legislativas.
1963 8 de abril: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1965 8 de noviembre: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1968 25 de junio: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1972 30 de octubre: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1974 8 de julio: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1979 22 de mayo: Triunfo conservador en las elecciones legislativas.
1980 18 de febrero: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1984 4 de septiembre: Triunfo conservador en las eleccioneslegislativas.
1988 21 de noviembre: Triunfo conservador en las eleccioneslegislativas.
1993 6 de octubre: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
1997 1 de junio: Triunfo liberal en las elecciones legislativas.
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