Mérida, Yucatán, a 30 de octubre de 2014
INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA MESA 1 DE LA REUNIÓN: LA REFORMA ELECTORAL Y SU IMPACTO EN EL SISTEMA ELECTORAL MEXICANO.
Muy buenas tardes de nueva cuenta.
Hemos pensado esta sesión como un espacio en el que podamos compartir con ustedes un ejercicio, ya lo comentábamos en la mesa previa, un ejercicio no sencillo, por el contrario, de interpretación de la reforma electoral.
Esta es una reforma sui géneris en muchos sentidos si se le compara con las que le antecedieron, por un lado porque es un reforma que tiene un doble carácter; por un lado, es una reforma que se inscribe en lo que había sido este proceso plural de construcción de la institucionalidad electoral en nuestro país, que como ustedes saben tiene una característica de gradualidad, de avances paulatinos y de intentar enfrentar las necesidades que iba poniendo el proceso de cambio político, por lo menos centrando la atención en las grandes necesidades del momento.
Nosotros no tuvimos, a diferencia de otros procesos de cambio político, un momento fundacional, un momento de ruptura, un momento –digamos- un parte aguas que nos identificara un antes y un después, como por ejemplo la transición española o la transición chilena, digamos, producto de los pactos de la Moncloa, de la emisión de una nueva Constitución, o en el caso chileno de un plebiscito que pone fin –digamos- a un régimen democrático y crea otro.
El proceso de cambio político en México fue gradual, paulatino, que se articuló inminentemente por la vía de lo electoral y que al final del día nos trajo una enorme profundidad. El México de hoy dista muchísimo, muchísimo –como ustedes saben- del México de hace 30 o 40 años, pasamos de un país monocolor, de una hegemonía partidista claramente marcada, pasamos de ser el ejemplo, el triste ejemplo que utilizó Sartori para definir el sistema de partido hegemónico; a ser un país cruzado por una intensa pluralidad política que se expresa elección tras elección y que ha provocado que se instalen entre nosotros fenómenos típicamente democráticos: alternancia, ausencia de mayorías parlamentarias definidas, elecciones competidas, resueltas por estrechos márgenes de votación, gobiernos divididos, etcétera.