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México, D.F. 
 
 



INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 4 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA- COMISIÓN DE REGLAMENTOS



Estimados colegas permítanme intervenir en primera ronda.

Quiero hacer una intervención, que viene a colación o que pretende hacer una serie de reflexiones respecto de este punto y del punto subsecuente enlistado en el orden del día, que como ustedes saben tienen una conexión, una identidad en términos de sus contenidos.

Señoras y señores consejeros y representantes de los partidos políticos:

Adecuar los reglamentos a la realidad operativa de esta institución es una actividad que contribuye a la certeza y efectividad de las normas y de los procesos electorales. Para las autoridades electorales la actualización de los reglamentos es una actividad que permite sistematizar con base en la experiencia los diversos procedimientos y disposiciones mandatados y con los que se aplica la ley.

Indudablemente reglamentos claros contribuyen a la transparencia, al cumplimiento del principio de legalidad y a la efectividad del principio de certeza. Esa es la importancia del proyecto de acuerdo para crear la Comisión Temporal de Reglamentos, que está a su consideración en este punto del orden del día.

El objetivo central de esta Comisión Temporal es la de presentar a este Órgano Superior de Dirección las propuestas de reformas a los reglamentos de sesiones del Consejo General, al de comisiones también de este Consejo General, al de sesiones de los consejos locales y distritales, y al  Reglamento Interior del Instituto Nacional Electoral, tomando como base las disposiciones de la reforma constitucional en materia política y electoral publicada el 10 de febrero pasado.

La propuesta que está a su consideración plantea que la Comisión Temporal sea presidida por el consejero José Roberto Ruiz Saldaña, y que la integren los consejeros Marco Antonio Baños Martínez y Arturo Sánchez Gutiérrez, y que la Secretaría Técnica recaiga en la Dirección Jurídica de este Instituto.

Asimismo, está previsto que en las sesiones de dicha Comisión participen los consejeros del Poder Legislativo y los representantes de los partidos políticos, y en términos del Reglamento actualmente vigente, por supuesto, el resto de los consejeros que no integran específicamente esta Comisión.

Debo destacar que este proyecto de acuerdo debe ser considerado como una acción preventiva, por los tiempos en el que mismo está siendo sometido a la consideración de este órgano, dentro de nuestro ámbito de competencia, en virtud de que como ustedes saben aún no concluyen los esfuerzos que concreten los acuerdos suficientes para aprobar las leyes secundarias en materia electoral.

No puedo dejar de pasar la oportunidad para realizar un respetuoso llamado a las señoras y señores legisladores para que agudicen, incrementen los esfuerzo y el empeño que ha permitido el avance en el proceso de análisis, discusión y generación de consensos que permitan tener a la brevedad posible la legislación que regule la profunda y compleja reforma constitucional de febrero pasado.

Este trabajo, estoy convencido, debe ocurrir privilegiando tres cosas en particular: En primer lugar, los tiempos. El tiempo en el proceso de culminación en el tramo de la legislación secundaria de la ambiciosa reforma emprendida desde finales del año pasado es hoy un bien escaso; y la promulgación de las leyes generales que tendrán que detonar o implicará detonar una serie de complejos procesos reglamentarios que hoy arrancamos en el Instituto Nacional Electoral con la integración de esta Comisión Temporal; una serie de procesos supongo complejos, pero indispensable de nombramiento de los consejeros de los organismos que integrarán los consejos generales, de los organismos públicos electorales locales, de ajuste, que debe ser muy preciso, muy bien pensados; de los calendarios electorales, eventualmente de reingeniería institucional y de la adecuación de los procesos que desarrolla esta institución a los mandamientos de la Reforma.

Entre mayor sea el tiempo que tenga a su disposición esta autoridad electoral nacional, los congresos locales para la adecuación de sus normas y los organismos públicos electorales locales para instrumentar esta Reforma, estamos seguros que haremos un mejor trabajo.

Que no quede duda, sin embargo, del empeño y el compromiso total del Instituto Nacional Electoral en concretar y concretar bien esta Reforma.

En segundo lugar, los señores legisladores deben privilegiar el tema de la calidad de la legislación secundaria.

Es indispensable no sólo una Reforma a la brevedad posible, sino una Reforma Secundaria bien hecha, que nos permita, por un lado, resolver las preocupaciones que públicamente muchos hemos externado, que permita disipar las dudas que la Reforma Constitucional ha planteado, que permita afinar las competencias de los organismos electorales, que permita subsanar sin contradecir ausencias establecidas o contenidas en la Reforma Constitucional y eventualmente hasta corregir algunos puntos.

Necesitamos, en este sentido, una legislación secundaria que sea clara, en el entendido de que una legislación clara acota la discrecionalidad de las autoridades electorales y esto, sin duda, es mejor para todos, porque potencia la certeza que debe regir a las elecciones en nuestro país.

Y en tercer lugar, se deben maximizar los consensos. Norberto Bobbio decía que en el juego democrático la única excepción a la regla de la mayoría se da precisamente en la confección de las leyes electorales, ya que las reglas del juego decía Bobbio deben ser aceptadas, si bien no por unanimidad, por el más amplio consenso, para evitar que alguno de los jugadores esté justificado para no jugar, para imposibilitar el juego democrático.

En el caso de nuestra realidad política, el mayor consenso posible, por cierto, ya se ha concretado con la aprobación de este árbitro electoral. Ahora ese amplísimo consenso sería conveniente que se lograra en la aprobación de la legislación secundaria.

De ahí que estemos atentos a las negociaciones que se están celebrando en el Poder Legislativo, particularmente en el Senado de la República, en relación con las leyes generales dispuestas por el artículo 2º transitorio de la pasada Reforma Constitucional.

Por ello, con absoluto respeto a la distribución de competencias y atribuciones que mandata la Constitución, y hago, insisto, un atento llamado para que la legislación secundaria en materia electoral se apruebe con el mayor consenso posible, en el menor tiempo posible y con los mejores contenidos.

En cualquier caso, con los instrumentos jurídicos que estén vigentes, el Instituto Nacional Electoral garantizará el cumplimiento de los principios que rigen la función electoral: la certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, objetividad y máxima publicidad serán principios que invariablemente orientarán el desempeño de este Instituto en la organización de los procesos electorales a nuestro cargo.

Concluyo recordando que en el Instituto Nacional Electoral tenemos un mandato constitucional expreso en el artículo quinto transitorio de la pasada reforma, que nos instruye aplicar las leyes vigentes, en tanto no sean aplicadas las leyes respectivas.

Pero manifiesto mi absoluta convicción de que a pesar de que existe una salida constitucional, nadie desea organizar los próximos procesos electorales con un COFIPE que no está en consonancia con el mandamiento constitucional.

Esta Comisión tiene una antecedente de 2008, cuando se encaró un proceso exitoso de instrumentación de la compleja normatividad de la Reforma 2007-2008, esta Comisión tendrá, entre otras cosas y me gustaría ser enfático- un rol más allá del mandato expreso de este acuerdo, de articulación de los trabajos que de los distintos órganos tendrán que llevar a cabo para adecuar la legislación secundaria, reglamentaria a las leyes y a la constitución.

Está a su consideración el proyecto de acuerdo mencionado. El consejero José Roberto Ruiz Saldaña.

Archivo Adjunto

 
 
 
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