Señoras y señores:
Concluyeron las campañas electorales.
Cada fuerza política tuvo las condiciones para difundir su plataforma y convencer a los electores.
Ha iniciado el periodo de reflexión dispuesto en la ley.
La intensidad de la competencia electoral es un hecho de esta elección.
Es ya una constante de nuestra democracia.
Sin embargo, para que las múltiples interpretaciones sobre las contiendas electorales, propias del pluralismo y de una sociedad abierta, no interfieran en la legitimidad democrática, es conveniente firmar un pacto de civilidad.
La suscripción de este pacto es una contribución de quienes están compitiendo por el poder político y, particularmente, de los candidatos al cargo público más importante de nuestro país.
El pacto debe entenderse como un compromiso de todas las fuerzas políticas para respetar, en cada ámbito electoral y tipo de elección, la voluntad de los ciudadanos y las ciudadanas emitida en las urnas.
Por ello, para formalizar el pacto de civilidad el día de hoy, en la casa de la democracia, en la casa de todos, las instalaciones del Instituto Federal Electoral, están presentes la candidata y los candidatos a la Presidencia de la República, los dirigentes de cada partido político y representantes de diversos sectores de la sociedad.
Dicho pacto a la letra dice:
A la sociedad mexicana:
A lo largo de las últimas semanas, los firmantes hemos realizado nuestro mejor esfuerzo para presentar a los ciudadanos las razones y propuestas para acceder al puesto más alto al que puede aspirar un mexicano: la Presidencia de la República.
Lo hemos hecho en tanto candidatos registrados por los partidos políticos y las coaliciones que éstos han conformado.
El próximo 1o. de julio corresponderá a los mexicanos tomar la decisión, a través de la emisión de su voto libre y secreto, de quién encabezará el Poder Ejecutivo Federal para el periodo 2012-2018.
Sea cual fuere el resultado, expresamos por este medio nuestro firme:
Compromiso de respeto a la legalidad
Este compromiso se sustenta en un absoluto respeto y reconocimiento de las leyes e Instituciones electorales vigentes en nuestro país.
Reconocemos y confirmamos que los partidos políticos han participado en la construcción de los instrumentos electorales, en todas las etapas y decisiones del proceso electoral, y que cuentan con los mecanismos para vigilar el desarrollo de la votación, las actividades y las decisiones que han conformado al proceso electoral.