Doctora María Marván Laborde, Consejera Electoral del Instituto Federal Electoral,
Doctor José Antonio Mejía Guerra, Vicepresidente de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía,
Maestro Enrique Quintana, Director de la Sección de Negocios del Periódico Reforma,
Doctor Enrique Provencio, Investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México
Compañeras y compañeros del Instituto Federal Electoral.
La semana pasada declaramos válido y definitivo el padrón electoral y la lista nominal de electores.
Esta declaración es determinante para la certeza del proceso electoral que se encuentra en marcha.
Nuestra historia demuestra que el Padrón Electoral es uno de los pilares de la democracia mexicana.
Para fundamentar la validez y definitividad, el Consejo General de nuestro Instituto, tomó en cuenta los diversos estudios que presentaron los especialistas integrantes del Comité Técnico del Padrón Electoral, los resultados de las verificaciones anuales muestrales y de las observaciones presentadas por los partidos políticos a las listas nominales.
Con base en estos estudios se puede afirmar que el 1º de julio los mexicanos ejerceremos nuestro derecho al sufragio con el padrón electoral más grande de la historia y las listas nominales más actualizadas en una elección presidencial.
Dos datos son suficientes para mostrar, desde mi punto de vista, el grado de actualización y confiabilidad del padrón electoral y las listas nominales.
El primero, es que el 97.6% de los ciudadanos mexicanos que viven en el país están empadronados.
Es decir, de cada 100 mexicanos con 18 años o más que viven en el territorio nacional, 98 están inscritos en el padrón electoral.
El segundo, es que de los mexicanos inscritos en el padrón electoral, el 92.7% están incluidos en la lista nominal, lo que significa que cuenta con una credencial para votar vigente.
Este nivel de actualización, señoras y señores, trasciende el ámbito electoral y abarca los distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana.
Mediante la credencial para votar las instituciones de la democracia le dan identidad, cierta, auténtica, legal y confiable, a 9 de cada 10 ciudadanos mexicanos.
Por ello es que el Foro: la población mexicana y el padrón electoral 2012 es una oportunidad más, para que, con base en el rigor académico e intelectual de los ponentes, los ciudadanos y la opinión pública cuente con mayores elementos para fortalecer su confianza en el padrón electoral.
Estoy seguro que las exposiciones de los investigadores, de los funcionarios del INEGI, de los especialistas en temas demográficos, así como de las consejeras y consejeros electorales, contribuirán a maximizar los detalles técnicos que están detrás de la declaratoria unánime que hicimos en el Consejo General.
A todos los ponentes y a los asistentes a este foro, muchísimas gracias por su interés y por sus aportaciones para que los instrumentos electorales se sigan erigiendo en las bases técnicas más sólidas de la confianza en los procesos electorales de nuestro país.
Señoras y señores, a la competitividad electoral, las instituciones debemos responder con mayor eficiencia y máxima transparencia.
Hemos dicho que la credibilidad de la democracia se sustenta en la confianza ganada con el padrón electoral y el listado nominal.
Elevar la calidad de los instrumentos electorales es, definitivamente, contribuir a la democracia.
De ahí la importancia de difundir los factores que ratifican que el padrón electoral y la lista nominal no tienen sesgo alguno y son confiables para que los mexicanos vayamos a las urnas el próximo 1º de julio.
La premisa básica de las democracias encuentra en la experiencia mexicana el mejor complemento a la universalización y equidad del sufragio. La carta de naturalización de la premisa un ciudadano, un voto , en México, en nuestro México, significa un ciudadano, un elector verificado en las listas nominales, y esperemos también, un voto libremente expresado.
Muchas gracias por su asistencia y estoy seguro que los trabajos de este foro serán muy exitoso
