Coordinación Nacional de Comunicación Social
México D.F., 
 
 



VERSIÓN ESTENOGRAFICA DE LAS PALABRAS DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL IFE, DR. LEONARDO VALDÉS ZURITA, DURANTE SU PARTICIPACIÓN EN LA SESIÓN TEMÁTICA 'DESAFÍOS EN LA REGULACIÓN EN EL ACCESO A MEDIOS DE COMUNICACIÓN', CORRESPONDIENTE AL SEGUNDO DÍA DE TRABAJOS DEL FORO NATURALEZA Y ALCANCES DE LA REFORMA ELECTORAL MEXICANA EN PERSPECTIVA COMPARADA, EFECUADA EN EL INSTITUTO.


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Con su venia señor Presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana y coordinador de este panel. Muchas gracias, Jacinto.

Muchas gracias por su participación, don Enrique Pereda, buen amigo de esta casa, y como él lo ha dicho siempre, en una disposición de colaborar en el desarrollo de nuestras actividades, de nuestras nuevas responsabilidades.

Muchas gracias, Javier Hernández, Arturo Pacheco, señores Consejeros de los estados de Veracruz y de Guerrero. Muchas gracias por asistir y muchas gracias por hacer sus inteligentes y profundas presentaciones, que seguramente darán pie a una discusión.

Yo he preparado un texto para ajustarme a los 15 minutos, y ya me estoy comiendo el primero, que tiene por objeto ubicar la Reforma, la reciente Reforma en una perspectiva de largo plazo. Voy a hacer un poco historiador, porque creo que debemos recordar de dónde venimos y en dónde estamos y hacia dónde podemos ir. El primer apartado de mi presentación es la radio y la televisión en la legislación electoral mexicana.

Desde 1977, México vive un proceso de apertura gradual a la democracia y una evolución permanente de su sistema electoral. El país ha transitado de un sistema de partido hegemónico a un régimen competitivo de partidos políticos de una sociedad uniforme a una caracterizada por el pluralismo político y de resultados previsibles en las elecciones a un fenómeno de alternancia política en los tres órdenes de gobierno.
Asimismo, la organización de las elecciones dejó de ser una tarea gubernamental para convertirse en una responsabilidad ciudadana.

La calificación política de la elección presidencial se transformó en una declaración de carácter jurisdiccional y el litigio electoral se resuelve actualmente a través de un tribunal especializado en la materia.

El avance más significativo de la Reforma Constitucional de 1989-1990 fue, sin duda, la creación del Instituto Federal Electoral. Desde entonces, la función estatal de organizar las elecciones federales es responsabilidad de un órgano público, autónomo y ciudadano.

Entre los fines que la ley asigna al IFE se encuentra el fortalecimiento del régimen de partidos a través del financiamiento público, y el ejercicio de las prerrogativas a que tienen derecho.

Desde 1977, los partidos políticos en México tienen acceso reglamentado a la radio y a la televisión. Antes de la Reforma Electoral de 2007, los partidos políticos podían acceder a la radio y a la televisión a través del tiempo que le correspondía al Estado. Es decir, 15 minutos mensuales y de un programa especial que era transmitido por radio y televisión dos veces al mes.

En los procesos electorales para elegir Presidente de la República, el tiempo total de transmisión para todos los partidos políticos era de 250 horas en radio y 200 en televisión. En las elecciones intermedias la transmisión en radio y televisión era del 50 por ciento del tiempo referido anteriormente.

Durante las campañas electorales, el IFE adquiría hasta 10 mil promocionales en radio y 400 en televisión, con una duración de 20 segundos para ponerlos a disposición de los partidos políticos. En ningún caso, el costo total de los promocionales podía exceder del 20 por ciento del financiamiento público que correspondía a los partidos políticos para las campañas en año de elección presidencial y del 12 por ciento cuando sólo se elegía a integrantes del Congreso de la Unión.

La distribución del tiempo en radio y televisión a los partidos políticos se hacía de la siguiente manera: 30 por ciento en forma igualitaria y 70 por ciento en proporción a su fuerza electoral. Los partidos políticos también tenían derecho a contratar tiempos en radio y televisión, para difundir mensajes orientados a la obtención del voto durante las campañas.

Para ese fin, el IFE solicitaba la intervención de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con el propósito de que los concesionarios de radio y televisión proporcionaran un catálogo de horarios y de tarifas.

A partir de los importes reportados en los Informes de Campaña de 2006 de los partidos políticos, se concluye que éstos gastaron más de mil 983 millones de pesos en contratar publicidad en radio y televisión, lo que correspondió -y este es un dato importante- al 47.56 por ciento del financiamiento público otorgado a los partidos políticos en ese año.

Con la Reforma de 2007, se instaura en México un nuevo modelo de comunicación política, que entre otros elementos refrenda el derecho que tienen los partidos políticos para acceder a los medios de comunicación en forma permanente, utilizando para ello el tiempo oficial con que cuenta el Estado mexicano.

De este modo, por mandato del legislador el IFE se convierte en la única autoridad encargada de administrar y distribuir los tiempos entre los partidos políticos, los tiempos oficiales en radio y televisión.

Asimismo, asume como otra importante función monitorear que los promocionales político-electorales sean transmitidos en tiempo y forma por parte de los concesionarios de la radio y la televisión.

Desde el inicio de las precampañas y hasta el día de la jornada electoral, quedan a disposición del IFE 48 minutos diarios, que son distribuidos en dos y hasta tres minutos por cada hora de transmisión, en cada estación de radio y televisión.

Mientras que en las precampañas los partidos políticos disponen en conjunto de un minuto por cada hora de transmisión. En las campañas electorales los partidos pueden disponer del 85 por ciento de los 48 minutos referidos anteriormente.

Fuera de precampañas y campañas electorales, el IFE dispone del 12 por ciento del tiempo del Estado, del cual el 50 por ciento corresponde a los partidos políticos y 50 por ciento a las autoridades electorales.

Y aquí hay que enfatizarlo, no sólo al IFE sino también a los institutos estatales electorales y a otras autoridades electorales como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.

Para el caso de las entidades federativas, el IFE administra los tiempos que corresponden al Estado en radio y televisión, en las estaciones y canales con cobertura en la entidad respectiva.

Para la distribución de tiempos de radio y televisión se consideran la fuente emisora de los mensajes, o sea, los partidos políticos o las autoridades electorales; los periodos de difusión, o sea, las precampañas y campañas electorales federales y locales, y el ámbito del proceso, porque pueden ser estos procesos federales, procesos locales o bien procesos coincidentes.

De este modo los tiempos de acceso a radio y televisión son los siguientes: para elecciones federales, durante las precampañas, existen 18 minutos para los partidos políticos y 30 minutos para las autoridades electorales. Durante las campañas hay 41 minutos para los partidos políticos y siete minutos para las autoridades electorales.

Durante las elecciones locales, cuando éstas son coincidentes, en campañas locales tenemos 15 minutos para partidos políticos y este tiempo forma parte de los 41 minutos reservados, para los partidos políticos en las campañas federales.

Para los casos de elecciones locales no coincidentes, para las precampañas tenemos 12 minutos para partidos políticos y 36 minutos para las autoridades electorales. Durante las campañas electorales de las elecciones locales no concurrentes, tenemos 18 minutos para los partidos políticos y 30 minutos para las autoridades electorales.

Sé bien que es una especie de compleja fórmula de minutos, pero confío que está en el documento que se les ha distribuido, de tal suerte que ustedes lo tienen por escrito y espero con mucha más claridad, con la que yo lo puedo exponer en estos pocos minutos que me quedan.

Los mensajes de los partidos políticos se transmiten conforme a las pautas que aprueba el Comité de Radio y Televisión del IFE. Las transmisiones se distribuyen en un horario de programación comprendido entre las 06:00 y las 24:00 horas.

La distribución de este tiempo a los partidos políticos se hace de la siguiente manera; manteniendo la fórmula tradicional, 30 por ciento del total en forma igualitaria y 70 por ciento restante en proporción a los votos obtenidos en la elección anterior.

Esta regla coincide con otras experiencias internacionales. En los países europeos el tiempo de transmisión es generalmente distribuido entre los contendientes en proporción a su desempeño a las elecciones previas, normalmente los partidos más grandes reciben más tiempo que los partidos más pequeños.

El artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que en ningún momento los partidos políticos y ninguna persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, puede contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor ni en contra de los partidos políticos y candidatos a los cargos de elección popular.

Con esta disposición, México se inscribe dentro de los países que han decidido avanzar con determinación hacia esquemas más eficientes de control de los recursos públicos que se destinan a los procesos políticos.

Al igual que Brasil, Chile, España e Inglaterra, nuestro país ahora ingresa al grupo de países que prohíben a los partidos y candidatos contratar publicidad pagada en medios electrónicos.

Cabe destacar que en algunos países como Australia, Gran Bretaña y Canadá el acceso gratuito a los medios de comunicación ha permitido ahorrar una considerable cantidad de recursos durante los tiempos de campaña electoral.

Por otra parte, el nuevo marco constitucional establece también la prohibición para utilizar propaganda encaminada a la promoción personalizada de los servidores públicos y para emplear expresiones que denigren a las instituciones públicas, a los partidos y calumnien a las personas.

De este modo, el nuevo modelo de comunicación política y electoral está encaminado a fortalecer el papel de la autoridad electoral y garantizar mejores condiciones de equidad y transparencia en la competencia entre los partidos políticos.

En todos los procesos de sustanciación y resolución de quejas que el IFE lleva a cabo en esta materia, se garantizan a cabalidad los siguientes principios: primero, Derecho de Audiencia; segundo, desahogo de los procesos de investigación en forma expedita.
Tercero, trato igual a todas las partes involucradas; cuarto, calificación objetiva de la falta y; quinto, correcta individualización de la sanción. ¿Cuáles son los desafíos que ahora tenemos?

La Reforma Electoral en materia de radio y televisión plantea nuevos desafíos a la democracia mexicana. En realidad, la prohibición para que los partidos contraten publicidad en radio y televisión y las limitaciones para que en la propaganda político-electoral no se incluyan expresiones que denigren a instancias o persona alguna, no son disposiciones encaminadas a vulnerar o restringir la libertad de expresión.

Por el contrario, las nuevas condiciones para acceder a los medios electrónicos de comunicación están encaminadas a garantizar mayor equidad en la competencia electoral, con independencia de la capacidad económica que tiene cada uno de los partidos políticos.
Asimismo, tiene como desafío forjar un modelo de comunicación política que promueva una civilidad democrática caracterizada por el libre intercambio de ideas, elevada calidad en el debate público, participación informada de los ciudadanos, generación de ofertas políticas, contenidos a la altura de las expectativas de la sociedad mexicana.

Por ello necesitamos que la libertad de expresión que ejercen los partidos políticos se aleje del artificio y de aquellas manifestaciones contrarias a la formación de una opinión pública reflexiva y comprometida con la democracia.

Requerimos que los medios de comunicación, como agentes de cambio democrático en México, se conviertan nuevamente en el factor que profundice y promueva la democracia a través de la difusión de los valores de la tolerancia, el pluralismo y el respeto al principio de legalidad.

En la democracia, los medios deben brindar un foro que abra el espacio a importantes elementos de participación ciudadana y para la construcción de decisiones políticas.

Entre estos elementos están la expresión de las demandas, necesidades o problemas de una sociedad ante las propias autoridades, el debate económico, político, social y cultural, la consulta y formación de consensos sobre las prioridades o problemas nacionales y sus soluciones.

Por tanto, su uso por cualquier actor político no debe ser para una promoción personal o a favor de intereses particulares, sino para comunicarse con la ciudadanía y rendirle cuentas.

Las restricciones en materia de radio y televisión también imponen a los partidos políticos algunos desafíos en cuanto a las características que deberán adoptar las campañas electorales.

En este sentido, es muy probable que las campañas electorales busquen otros mecanismos de proselitismo político, amplíen el contacto personal entre los candidatos y el electorado, promuevan la participación de los ciudadanos en la organización y vida interna de los propios partidos, y difundan una cultura democrática basada en la participación permanente de los ciudadanos en los asuntos públicos y en la integración de la representación nacional.

De igual manera, los cambios normativos en esta materia no únicamente contribuirán a que los partidos examinen nuevas formas de acción política para conseguir las preferencias electorales y alcanzar la mayoría en los órganos de gobierno, sino que constituirán una garantía para promover más equidad en la competencia política y mayor neutralidad informativa en los medios electrónicos.

Para la autoridad electoral federal las restricciones para contratar publicidad electoral en los medios de comunicación electrónicos también impone como un reto adecuar y perfeccionar nuestros procedimientos de fiscalización y desarrollar un modelo de monitoreo de promocionales que brinde certeza y seguridad a los partidos políticos, a los concesionarios de la radio y la televisión, al propio IFE, a las autoridades electorales locales y a la sociedad en su conjunto.

En el corto plazo, el desafío que tienen el IFE es determinar los criterios de orden general para administrar y distribuir los tiempos de radio y televisión en el ámbito federal, así como establecer las reglas para distribuir los tiempos en las entidades de la República que tienen elecciones locales.

Para ello, resulta imprescindible concluir la integración de un Comité Técnico especializado en radio y televisión, integrar una propuesta definitiva de infraestructura tecnológica que atienda los requerimientos para llevar a cabo el monitoreo de los promocionales de los partidos políticos y autoridades electorales, y establecer un esquema amplio e colaboración interinstitucional entre el gobierno Federal, los concesionarios de la radio y la televisión y el Instituto Federal Electoral como, por cierto, ha venido funcionando y lo ha dicho aquí el señor Presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión.

Con relación a este último punto, resulta necesario que además de la transmisión de las pautas del IFE que realizan los concesionarios de radio y televisión, el modelo de cooperación interinstitucional considere los cambios que habrán de realizarse a la Ley Federal de Radio y Televisión, las atribuciones de cada una de las instancias que participan en la difusión de publicidad electoral y los compromisos para observar a cabalidad los términos de la reciente reforma electoral.

En la medida en que comprendamos mejor el alcance y los beneficios de nuestra tecnología en materia de radio y televisión, estaremos en mejores condiciones de administrar democráticamente el tiempo en la radio y la televisión que ahora corresponde administrar a esta autoridad electoral.

No olvidemos que la esencia y viabilidad de la democracia mexicana en los próximos años descansará, indubitablemente, en aquellas condiciones que generemos para ejercer responsablemente la libertad de expresión para formarnos una opinión fundada y tomar decisiones y para la difusión de información apegada a los principios de objetividad, imparcialidad, veracidad y respeto a la privacidad de las personas.

Esos son valores que el IFE promueve y que estamos seguros los concesionarios de la radio y la televisión nos seguirán apoyando a promover a todo lo largo y ancho del país.

Muchísimas gracias.

 
 
 
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