Perspectiva legislativa sobre el uso de TIC en las elecciones federales en México
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En la coyuntura de revisión del modelo electoral en México, la octava y última mesa presenta los puntos de vista de quienes participan en el diseño del marco constitucional y legal que regula los procesos electorales en México. Esta discusión tuvo como premisa conocer la opinión de los legisladores y dirigentes de los partidos políticos en relación con una posible reforma electoral que permita el uso de tecnologías de la información y comunicación en las elecciones, considerando la realización de una prueba piloto de voto electrónico en las elecciones intermedias de 2015, para que más adelante los resultados de elecciones en urnas electrónicas sean vinculantes.
Los ponentes también expusieron su punto de vista respecto de la introducción de soluciones tecnológicas para el voto de los mexicanos en el extranjero.
El Lic. Dante Delgado Rannauro, Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano expuso la postura de su partido político respecto al uso de las tecnologías en los procesos electorales.
La democracia no puede estar al margen del desarrollo tecnológico. Desde el punto de vista de Movimiento Ciudadano, la tecnología ha rebasado a la política tradicional y esto plantea la necesidad de estar a favor de implementar herramientas tecnologías de manera paulatina. Sin embargo, están convencidos de que la información puede ser manipulada y por ello consideran necesario establecer mecanismos de control para trasparentar el proceso electoral y generar confianza a la ciudadanía.
Las tecnologías han permitido iniciar una nueva era de la democracia a nivel global, en la que estas herramientas han permitido ejercer nuevos espacios de libertad para contribuir a la expresión de distintos movimientos políticos que antes eran acallados en los medios tradicionales.
Las urnas electrónicas, internet y la tecnología móvil se irán incorporando paulatinamente a los procesos electorales; para lograrlo es necesario poner énfasis en la transparencia y la rendición de cuentas que permitan superar la desconfianza ciudadana. Cabe apuntar que aún los sistemas tecnológicos más avanzados son susceptibles de manipulación.
Es necesario discutir los alcances de una democracia digital en términos jurídicos, políticos, técnicos y culturales lo que implicará que la libertad de los ciudadanos para elegir no esté subordinada a ningún poder fáctico. Se deben implementar mecanismos de control y verificación que inhiban la perversión de herramientas tecnológicas.
La tecnología debe funcionar para erradicar la desconfianza del Instituto Federal Electoral hacia los partidos políticos. Por ejemplo, el proceso de fiscalización refleja la desconfianza, por eso es necesario aplicar sistemas tecnológicos que permitan presentar resultados rápidos y confiables antes de la toma de posesión del candidato ganador.
En ningún lugar se ha implementado el voto electrónico inmediatamente. En todos los casos se ha realizado por etapas, a partir de una planeación integral. Hasta el momento no se ha encontrado un modelo formal que garantice la seguridad de un sistema electrónico de votación pues la falta de seguridad del voto por internet y su alto nivel de vulnerabilidad hacen inviable esta modalidad para países como México, por lo menos actualmente.
México debe consensar con los partidos políticos y con la población para que se implementen herramientas apegadas a la legalidad, certeza, confiabilidad y seguridad de operación. Es importante tomar ejemplos como el de la India para la implementación de este tipo de herramientas.
Respecto al modelo del voto de los mexicanos en el extranjero que el presidente de Movimiento Ciudadano consideró rigorista, se propuso su simplificación, a pesar de las dificultades que representa el uso del internet en la incorporación de estos votantes.
El voto electrónico no debe ser una moda, sino una herramienta moderna que debe implantarse. Movimiento Ciudadano aprobará las reformas necesarias para implementar el voto electrónico en el país, siempre que se tengan las herramientas de verificación y confiabilidad. Poner en práctica de manera inmediata el voto electrónico y en internet no es seguro, lo recomendable es que en las elecciones federales de 2015 se realice una prueba piloto de voto electrónico con efectos vinculantes en comunidades de menos de 50,000 habitantes, lo cual debe servir como una prueba para su implementación posterior.
El Lic. Luis Castro Obregón, presidente nacional de Nueva Alianza, expuso que las tecnologías de la información y comunicación contribuyen a la democracia y fomentan la participación de los ciudadanos.
Al respecto, argumentó que las tecnologías de la información y comunicación contribuyen a la democracia en México, por ello, Nueva Alianza está a favor de la implementación del voto electrónico siempre y cuando se garantice la certeza y legalidad. Estas herramientas ayudan a fomentar la participación ciudadana, aunque están seguros de que la democracia no se resuelve con nuevas tecnológicas y que tampoco contribuirá a un incremento automático en la participación de los votantes.
El debate respecto a las nuevas tecnologías plantea dos disyuntivas: si éstas contribuyen a mejorar la calidad de la democracia al facilitar la participación de la ciudadanía y si las nuevas tecnologías resuelven un problema técnico procedimental en la organización y calificación de las elecciones.
Al respecto del primer punto, el Lic. Castro argumentó que los problemas de la democracia se resuelven con más democracia. Las nuevas tecnologías tienen un papel importante en el desarrollo del país siempre que supongan más libertades, más ciudadanía, más corresponsabilidad, transparencia y economía en el ejercicio del gasto.
En otras experiencias democráticas, las tecnologías han sido provechosas cuando han contribuido a potenciar la participación de las ciudadanas y ciudadanos. Aunque la relación no sea clara entre la implementación de unas y el aumento de la otra, las nuevas tecnologías si pueden contribuir a potenciar la democracia, a pesar de la brecha digital en México.
En el debate sobre la contribución de las tecnologías para resolver problemas procedimentales en las elecciones, en Nueva Alianza están a favor del voto electrónico, así como del sufragio por internet, pero con las garantías para que la información no se pueda manipular. En el mundo se han presentado experiencias exitosas y otras no tanto sobre la aplicación del voto electrónico. En contraste, en México la aplicación de la votación electrónica ha sido exitosa: se tiene como ejemplo lo que se ha realizado en Coahuila, Jalisco y el Distrito Federal. Sería importante perfeccionar la urna electrónica que ha diseñado el Instituto Federal Electoral, la cual está en la etapa de prueba para afinar su funcionamiento.
El voto postal fue superado por el sufragio a distancia por internet; se considera que es viable, sobre todo en aquellas entidades con altas tasas de migración y para las elecciones federales presidenciales de 2018. Esto no implica eliminar otras opciones como votos en embajadas y consulados o el voto postal alternativo. El voto electrónico puede servir para que los ciudadanos con discapacidad puedan votar con mayor facilidad, sobre todo aquellos que tengan problemas visuales o de movilidad.
Las nuevas tecnologías deben ser aprovechadas para avanzar en la calidad de la democracia en México. El presidente de Nueva Alianza propuso un compromiso entre los partidos políticos y la aprobación de la legislación correspondiente para que se lleve a cabo una prueba piloto en el proceso electoral de 2015, así como la aplicación formal de estos instrumentos en las elecciones de 2018.
No podemos culpar a la tecnología del mal uso, mala gestión o mala fe de los seres humanos. Es imperioso garantizar que los resultados de voto electrónico sean confiables y certeros para ello es necesario implementar candados de seguridad, así como evitar que la información sea manipulable.
El Lic. Javier Corral Jurado, Senador de la Republica por el Partido Acción Nacional, habló sobre su postura frente a las tecnologías de la información y comunicación y su aplicación en las elecciones.
El Senador Corral propuso que a pesar de que los avances en el uso de herramientas tecnológicas pueden implicar una revolución respecto a las posibilidades que ofrecen en su uso en las elecciones, la implementación de estos elementos debe partir de un diagnóstico claro de dónde está México en el alcance y la cobertura de las tecnologías. En nuestro país no existe una cobertura total y extendida de estas tecnologías y se concentra en espacios urbanos que implica una exclusión para más de la tercera parte del país.
Dar un paso hacia las herramientas digitales implica un diagnóstico de cómo estamos en términos del uso e impacto de estas tecnologías. México no tiene los mejores niveles de acceso a las plataformas tecnológicas y de conectividad, así como acceso al ancho de banda. Es necesario, primero asegurar su acceso y, luego, establecer un sistema eficaz, seguro y sin fallas. Además, hay una cultura de la desconfianza y de no aceptación a las derrotas electorales. Desde el punto de vista del Partido Acción Nacional primero se debe terminar con la suspicacia que hay entre los partidos políticos, lo que genera negar los resultados de los procesos electorales e incluso utilizar argumentos tecnológicos para descalificar el ejercicio electoral.
La democracia digital también necesita acceso equitativo a la información libre y no solo al uso de las herramientas tecnológicas para la recepción del voto. Una democracia que tenga un fin electrónico pero que no tenga un medio de acceso equitativo, transparente y amplio no es una democracia digital, es sólo una democracia informática basada en máquinas.
Existen antecedentes en México en la ley electoral de 1911, que consideraron la introducción de máquinas automáticas de votación, manteniendo principios como la secrecía del voto. Estas bases deben ser complementadas con reglas de transparencia, mecanismos de auditoría digital, de supervisión técnica, consejos de neutralidad tecnológica, entre otras. Si se busca introducir estos mecanismos es necesario crear reglas que eviten fallas y errores en los resultados.
Es necesaria la introducción gradual de la implementación del voto electrónico, buscando garantías que eviten la manipulación de la información. En el caso de la boleta electrónica o el voto por internet se puede realizar una primera prueba en municipios y recuperar los casos exitosos de Coahuila y Jalisco.
En el país existe la subcultura de las derrotas electorales, los partidos no están preparados para aceptar las derrotas y, por tal motivo, se descalifican, por un lado, los elementos tecnológicos y, por otro, los resultados arrojados por los mismos; como ejemplo de ello están las elecciones electorales del proceso 2006.
En los últimos procesos electorales se ha comprobado que los resultados son cerrados. No obstante, para la implementación de estas herramientas, es ineludible realizar un diagnóstico objetivo de las herramientas tecnológicas que se puedan aplicar en el país; asimismo es fundamental la difusión de la tecnología para su aplicación.
El Lic. Miguel Ángel Chico Herrera [ PDF, 195 KB], Senador de la Republica por el Partido Revolucionario Institucional, expuso la postura de su partido respecto al uso de las tecnologías de la información en las elecciones.
El uso de la tecnología en el ámbito público debe facilitar la interacción entre el gobierno y la ciudadanía, así como fortalecer la transparencia; sin embargo hay una considerable brecha en el uso de y el acceso a las TIC. La tecnología debe facilitar el ejercicio de los derechos políticos y fortalecer la competencia electoral.
Las tecnologías de la información y comunicación se definen como sistemas tecnológicos mediante los cuales se recibe, manipula y procesa información y que facilitan la comunicación entre dos o más interlocutores. Por lo tanto, son más que informática y computadoras, pues implican la conexión de elementos mediante una red. Son más que tecnologías de emisión y difusión como televisión y radio, ya que permiten una comunicación interactiva.
En los últimos 36 años el sistema electoral ha estado en constante revisión para responder a las demandas de la ciudadanía y apuntalar nuestro sistema democrático. Desde la reforma de 1977, las reformas de los años 90, hasta llegar a las reformas de 2007 y 2012, los partidos políticos, gobiernos y legisladores han buscado agilizar y simplificar los procesos y jornadas electorales.
En este escenario, el debate sobre las tecnologías de información resulta más que oportuno. La incorporación de mecanismos en el sistema electoral puede ser un factor que contribuya a solucionar problemas como el abstencionismo o la inclusión del crimen organizado en los comicios. El sufragio mediante urnas electrónicas o mediante internet representaría grandes ventajas al sistema electoral mexicano: los haría más baratos, brindaría mayor certeza en los comicios al reducir el error humano, reduciría el tiempo para conocer los resultados, mejoraría el acceso a los procesos electorales a quienes se encuentran en regiones remotas o quienes tienen impedimentos físicos para el voto, y reduciría la cantidad de papel usado en el proceso. El problema principal de su implementación sería la vulnerabilidad en los datos que puede afectar a las jornadas electorales.
México cuenta con el conocimiento y el personal técnico necesario para la implementación de las tecnologías, estableciendo sistemas eficaces, seguros y con los candados de seguridad mismos que deben brindar confianza a la ciudadanía. Es importante mencionar que mediante una buena difusión, los votantes estarán dispuestos a emplearlos con responsabilidad y confianza.
El panorama que se percibe para la implementación de las tecnologías de la información y comunicación en los comicios es alentador. Su análisis y estudio debe desarrollarse con seriedad y prudencia. De resultar positivo, la instrumentación debe ser gradual para brindar un mejor y más seguro acceso para los ciudadanos residentes en México y en el exterior.
Este tema debe abordarse en el Senado como parte de las discusiones de la reforma política. Esto exige a los legisladores la apertura para analizar la viabilidad de las reformas que el sistema electoral amerite.
Es importante analizar qué sistema puede brindar más certeza y confianza a la ciudadanía, independientemente de la tecnología utilizada, pues el principal problema del sistema electoral mexicano es la desconfianza en las instituciones.
El Lic. Gerardo Flores [ PDF, 131 KB], Senador por el Partido Verde Ecologista, presentó las reflexiones y propuestas de su partido respecto al uso de las tecnologías en los procesos electorales.
La implementación del voto electrónico tiene que ir de acuerdo con la expansión de la infraestructura de telecomunicaciones en el país. Sin embargo, es un reto convencer a la población de que emplee dichas innovaciones. El Instituto Federal Electoral tendrá que ir de la mano con la estrategia de inclusión digital y, sobre todo, brindar confianza a los electores y a los partidos políticos.
En el Congreso de la Unión recientemente se aprobó una reforma constitucional en materia de telecomunicaciones que tiene como objetivo llevar infraestructura de este tipo a cualquier ciudadano. Esta reforma también mandata al Ejecutivo Federal a implementar una política de inclusión digital que, junto con el esfuerzo del Instituto Federal Electoral, podría resultar en el éxito de la implementación de tecnología en los procesos electorales Por ello, se debe implementar una estrategia que permita resolver el problema de la desconfianza de la población en estas herramientas.
La incorporación del voto electrónico representa ventajas, siempre y cuando se establezca una estrategia para que los votantes utilicen la infraestructura tecnológica disponible. Además, se debe partir del supuesto de que la infraestructura tecnológica es falible, por lo que será necesario tener mecanismos de respaldo para garantizar en todo momento el derecho al voto.
Será importante que los trabajos necesarios para la implementación de estos cambios se ejecuten con cautela y planeación suficientes a fin de reducir fallas y posibles problemas que puedan surgir en las primeras fases de su operación.
El caso del sistema electoral mexicano resulta particularmente complejo, pues si bien se puede decir que se encuentra respaldado por un andamiaje jurídico e institucional sólidos, la cultura democrática de nuestro país aún padece fantasmas de corrupción, imparcialidad y desconfianza ciudadana, lo que genera renuencia a la transición hacia un sistema de emisión del voto mediante herramientas tanto electrónicas como a distancia.
El Senador consideró que la adopción de tecnologías para la emisión del voto electrónico a distancia por parte de los mexicanos en el extranjero, podría representar una especie de prueba muy importante para comprobar, por un lado, la capacidad institucional de la democracia mexicana para implementar estos sistemas, así como su recepción por parte de la ciudadanía, y por otro, la eficacia de dichas tecnologías en la superación de los retos que implica el ejercicio a distancia del derecho a votar, así como sus beneficios para el sistema electoral de nuestro país.
En cuanto a las disposiciones legales, es necesario que las leyes que regulen la materia lo hagan de manera general a fin de que no estén atadas a las tecnologías disponibles y faciliten la implementación de nuevas tecnologías en el futuro.
Es recomendable implementar tecnología y presentar un buen producto con todas las medidas de seguridad, lo que beneficiará a la ciudadanía para dar certeza y confianza en la implementación de estas herramientas. La estrategia de expansión de las telecomunicaciones en México deberá incluir los elementos necesarios para cimentar la implementación del voto electrónico en nuestro país.
No se debe perder de vista las características del sistema electoral mexicano, que exigen el ejercicio del derecho a votar de manera libre, directa y secreta bajo los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad, pues el supuesto necesario para que un proyecto como este sea exitoso radica en que la ciudadanía tenga plena confianza de que el resultado refleja fehacientemente la manifestación popular en las urnas.
En la medida en que se logre avanzar hacia una sociedad de la información, se reducirá el problema de la desconfianza institucional. Hay que trabajar de manera integral, en conjunto con la sociedad, para tratar de erradicar la desconfianza de la población.