Número: 206
México D.F. ,a 24 de Mayo de 2015
Hoy estamos exactamente a dos semanas de
la realización de una de las jornadas electorales más complejas de los últimos
años. El tamaño de la elección, la instrumentación de la reforma electoral de
2014, un contexto social y de seguridad adverso, además de una intensa
litigiosidad entre los partidos políticos durante las campañas electorales,
constituyen las notas distintivas del presente proceso electoral.
A pesar de ello, el Instituto Nacional
Electoral ha venido haciendo su trabajo puntualmente. Las cifras más recientes
de la segunda etapa de capacitación nos permiten afirmar que estamos en una
ruta firme para instalar la totalidad de las casi 149 mil casillas que tenemos
previstas para que el 7 de junio, con el apoyo de un millón 210 mil ciudadanos y
ciudadanas que han sido insaculados y preparados para ello, podamos recibir el
voto de millones y millones de mexicanos.
El trabajo de campo que desde finales de
enero estamos realizando en todo el país se ha podido desarrollar sin incidentes
que lamentar. Hoy los Consejos Distritales operan en sus instalaciones en los
300 distritos del país. Se aprobaron el Padrón Electoral y el Listado Nominal
que usaremos en las elecciones y que son los más depurados y los de mayor
cobertura y actualización que hayamos tenido. El pasado jueves terminó la delicada
labor de distribución de los documentos y materiales electorales que se
encuentran ya resguardados en las bodegas de todas y cada una de las Juntas Distritales.
La fiscalización avanza como estaba programado y el sistema informático de
contabilidad de los ingresos y gastos de los partidos políticos está
funcionando adecuadamente. El Consejo General y la Junta General Ejecutiva han
venido adoptando todos los acuerdos, reglamentos, lineamientos y directrices
necesarios para que la elección llegue a buen puerto.
Algunas decisiones del Consejo General
han sido controvertidas e impugnadas ante el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación; en muchas ocasiones éste las ha confirmado, en otras
las ha revocado o modificado. Eso es normal en el ámbito de nuestra
institucionalidad democrática y habla, no de una autoridad sesgada en sus
decisiones, sino de un sistema de controles jurídicos que refuerza la certeza
en los procesos electorales y elimina cualquier resquicio de discrecionalidad.
En suma, el balance hasta ahora es
positivo y nos permite asegurar que las elecciones avanzan por buen camino y
anticipar que, una vez más, las mismas serán el espacio privilegiado para que
las y los mexicanos podamos decidir el futuro de nuestro país en paz y
libertad.
Todo es producto de un trabajo coordinado
que ha involucrado a todos los que formamos parte del Instituto Nacional
Electoral, sus Consejos Locales y Distritales, su Servicio Profesional
Electoral y ahora también los Órganos Públicos Locales Electorales. En
especial, las buenas noticias son el resultado también de la construcción de
acuerdos, de la colaboración y diálogo entre quienes integramos el Consejo
General.
No obstante, en días pasados se han producido
una serie de eventos que nos preocupan y alertan, porque evidencian que existe
una premeditada intención de lastimar al Instituto Nacional Electoral y
erosionar su credibilidad pública justo de cara a la realización de la elección
y cuando estamos cumpliendo a fondo nuestras responsabilidades y ejerciendo
nuestras atribuciones legales. Frente a esos hechos, las y los Consejeros Electorales
cerramos filas y reprobamos todo intento por debilitar a la institucionalidad
electoral.
El INE repudia los intentos deliberados
que se han presentado recientemente para cuestionar y desacreditar, en lo
individual y en lo colectivo, a los miembros del Consejo General. El país no se
beneficia de estas conductas en un momento crucial para la reproducción
pacífica de los poderes públicos.
Somos por definición un cuerpo plural y
por ello existen distintos puntos de vista entre nosotros. La gran mayoría de
los acuerdos que el Consejo ha adoptado han sido por unanimidad, aunque en
algunos temas las decisiones se han tomado por mayoría. Ello es parte de la naturaleza
misma de un órgano colegiado.
Sin embargo, si algo une de manera
compacta a este colegiado, es su compromiso con la sociedad mexicana porque las
elecciones se lleven a cabo de manera puntual, precisa, ordenada y con pleno
apego a los principios constitucionales de certeza, legalidad, objetividad,
independencia, imparcialidad y máxima publicidad.
Con todo, como señalamos, las elecciones
están en marcha y por buen camino. A 14 días de la jornada electoral, llamamos
a los partidos y candidatos, a los medios de comunicación y a la sociedad en
general a motivar una deliberación pública intensa e informada que invite a la
ciudadanía a votar de forma masiva y reflexiva para confirmar que en México
sólo a través del sufragio y en paz es como se decide quién ha de gobernar y
ocupar los cargos de representación popular. El INE ha hecho su trabajo y lo
continuará haciendo con toda energía y convicción democrática.