Voto electrónico. Experiencias internacionales exitosas
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A partir de las experiencias de voto electrónico en diversos países, la mesa 7 centra su atención en aquellas que, a lo largo del tiempo, han podido implementar amplios programas de votación por medios electrónicos. Es importante revisar estas experiencias con el matiz de las particularidades locales, pero conservando los elementos valiosos en casos tan contrastantes como el de la India, que es la democracia con mayor número de ciudadanos en el mundo, y el de Estonia, un país que inició su transición después de formar parte de la Unión Soviética.
En este sentido, es importante preguntarse: ¿por qué utilizar el voto electrónico?, ¿cuál fue la necesidad de implementar este sistema de votación? Es importante explorar estas preguntas para conocer también la forma en cómo la confianza fue allegándose a la tecnología y qué experiencias se pueden obtener en términos de los resultados en la implementación de los métodos electrónicos de votación.
El Dr. Nasim Zaidi [
PDF, 8.78 MB], Comisionado Electoral de la India, expuso la experiencia de la India respecto al uso del voto electrónico.
La ponencia se centró en resaltar la importancia de buscar soluciones tecnológicas que permitan mejorar el proceso de votación, implementar candados de seguridad que generen confianza del electorado y establecer consensos con los partidos políticos para aprobar las nuevas tecnologías.
En el inicio de la vida democrática de la India se llevaron a cabo las elecciones de manera tradicional. El órgano electoral encargado de organizarlas es independiente y autónomo. Durante las elecciones se instalan un millón de casillas; la India cuenta con 1,400 partidos políticos registrados, de los cuales, solo seis de ellos son los partidos nacionales reconocidos. Cerca de cinco millones de ciudadanos participan en la administración de las mesas de votación. En la práctica, antes de implementar el voto electrónico, los comicios presentaron serios problemas como la falsificación de boletas, altos costos en la fabricación de los materiales, así como errores en el conteo de votos, que ocasionaban las constantes solicitudes de recuento de votos.
El órgano electoral tenía el compromiso de investigar y poner en práctica nuevas tecnologías que permitieran mejorar el procedimiento de votación y ofrecer confianza a los votantes. Ante este panorama, en 1992 iniciaron acciones para implementar mecanismos tecnológicos que ayudaran a evitar errores y a reducir costos; para ello se consiguió el consenso con los partidos políticos para aprobar y poner en práctica el voto electrónico. Es importante mencionar que esta decisión se apoyó en una campaña para hacer demostraciones del uso de las máquinas electrónicas de votación tanto en lugares públicos como en medios de comunicación y que fue hasta el 2004 cuando la elección del Parlamento se realizó en su totalidad a través de voto electrónico.
Para la implementación del voto electrónico, fue indispensable trabajar en tres ejes:
- Generar confianza en los electores mediante pruebas al sistema de seguridad, auditoría interna del software y manufacturación de microchips.
- Crear un marco legal adecuado para el proceso de votación, realizar pruebas aleatorias, revisar las secuencias de máquinas para verificar su funcionamiento.
- Presentar los resultados de dichas pruebas a los partidos políticos y a la Suprema Corte con el objetivo de generar consensos para apoyar este mecanismo de votación.
Actualmente las máquinas de votación se someten a una revisión aleatoria antes de las elecciones. Luego se distribuyen a las mesas de votación, también de manera aleatoria, para que nadie pueda identificar qué máquina se envió a qué mesa de votación, además de que cuentan con un sistema de rastreo para conocer la ubicación de las máquinas.
A manera de conclusión, el expositor señaló que las máquinas electrónicas no pueden ser alteradas y tienen la ventaja de que pueden instalarse en áreas remotas, pues lo único que necesitan es electricidad. Esto permite estar seguros que implementar tecnologías en el proceso de votación es la manera más eficiente para corregir los problemas en las elecciones. Sin embargo, se debe tener el compromiso de mejorar e innovar continuamente para evitar la desconfianza de la ciudadanía y de los partidos políticos.
Para las próximas elecciones la Comisión Electoral de la India propone la aprobación de la incorporación de un mecanismo de registro de firmas digitales, un software que se pueda encriptar, que sea susceptible de auditorías y que sea del dominio público. También se busca llevar a cabo el experimento denominado “Sistema Vivitec”, que consiste en realizar en alguna provincia la votación en papel, con efectos vinculantes. Los resultados de este ejercicio se compararán con los de las máquinas y se presentarán públicamente para comprobar que éstas son confiables.
Epp Maaten [ PDF, 3.24 MB], Directora del Comité para el Voto Electrónico del Comité Nacional Electoral de Estonia expuso la experiencia de su país respecto al voto electrónico.
Estonia es un país abierto a las nuevas tecnologías, lo que permite crear bases firmes de confianza para la implementación de mecanismos electrónicos de votación. Aunque en el país nunca se han presentado problemas de desconfianza, es importante trabajar en implementar nuevos mecanismos de seguridad para ofrecer a la ciudadanía un medio de votación confiable.
Estonia cuenta con un Comité Nacional Electoral que organiza las elecciones parlamentarias, municipales, elecciones para el parlamento europeo y los referendos. Es un país muy pequeño en el que se instalan 630 casillas y 7,000 ciudadanos trabajan en las elecciones. El plazo para votar es de diez días; el elector puede hacerlo de manera anticipada por internet los primeros nueve días y el último día, que deberá ser domingo, los ciudadanos pueden votar a través de boletas electorales tradicionales (en papel).
Los pilares para la implementación del voto por internet en Estonia han sido la apertura de la sociedad a las nuevas tecnologías, a la infraestructura necesaria para el uso generalizado de estos mecanismos y a un programa de comunicación con los votantes para ganar su confianza respecto al uso de tecnología; esto ha permitido trazar puentes entre el voto tradicional y el voto por internet para que el votante sienta familiaridad con el instrumento.
A partir del estudio de los procesos electorales, se encontró que la participación era muy baja, sobre todo en los jóvenes menores de 24 años. Ésta es una de las razones por las que se introdujo el voto por internet: el objetivo era crear un canal y atraer a los votantes jóvenes.
Para iniciar el programa de voto por internet, se aprovechó la existencia de una tarjeta de identificación electrónica, la cual tiene un chip que se puede configurar en el teléfono celular para realizar una firma digital. Este medio de identificación se utiliza en servicios públicos y para realizar movimientos bancarios.
En 2002 comenzó el uso de herramientas tecnológicas en la votación y a partir de octubre de 2005 el voto por internet es vinculante; desde entonces, esta herramienta se ha utilizado en cinco elecciones. Desde el inicio del proyecto se han realizado pruebas periódicas con especialistas y universidades para que analicen el sistema y encuentren los puntos débiles, de manera que puedan subsanar y presentar los resultados a la ciudadanía. Los procesos de pruebas y revisión son abiertos y transparentes para todos los ciudadanos.
El voto por internet funciona de manera similar al voto en papel: primero el votante debe identificarse en la página web, después podrá ver las opciones dentro de una boleta y firmar de manera electrónica para confirmar su decisión. El voto es guardado, como en el voto anticipado, en una especie de sobre virtual hasta el momento de realizar los conteos. El voto por internet debe garantizar la secrecía del voto, de modo que nadie pueda “abrir” la elección del ciudadano ni relacionarla con sus datos personales. Es importante resaltar que no es posible votar en dispositivos móviles o tabletas.
Según lo expuesto por la directora del Comité para el Voto Electrónico, Estonia es un país que está a favor de la tecnología y aunque la forma en que llevan a cabo las elecciones no presenta problemas, siempre están en la búsqueda de incorporar nuevos métodos de seguridad que brinden confianza a los electores y eviten la manipulación de la información.
En términos de participación, sin embargo, el voto por internet no representa un cambio en la actitud hacia las elecciones. Aunque el número de votantes por internet ha ido creciendo en los últimos procesos electorales, la participación de los jóvenes sigue siendo escasa y el acceso de hombres y mujeres no es un factor en la implementación de este método.
Las autoridades electorales de este país están ciertas de que es imposible que internet sea confiable al 100%; sin embargo, se propone buscar alternativas para ofrecer confianza, por ejemplo, para 2013 se inició un programa piloto para unificar un canal independiente que no utilice el internet e implementar un código fuente abierto para publicar los procedimientos realizados.
El Dr. José Thompson [ PDF, 79 KB], Director Ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos realizó una presentación sobre el uso del voto electrónico desde una perspectiva comparada para presentar las lecciones que se han aprendido y las metas que se han alcanzado con este método.
El Dr. Thompson señaló que en América Latina existen organismos electorales permanentes, autónomos y especializados que representan un modelo de organización de los comicios en otras partes del mundo.
En el entendido de que los derechos políticos son derechos humanos, el Instituto Interamericano de Derechos Humanos creó una oficina de observación electoral que ha participado en más de 250 comicios en la región.
Señaló que los organismos electorales de la región han trasformado los procesos electorales para generar confianza; para ello hacen uso de las tecnologías para reducir tiempo entre la votación, emisión, transmisión y recepción de resultados y para tener un mínimo de errores en el llenado de actas y conteo de votos.
La automatización en el manejo de los datos ha permitido reducir el error humano en el manejo de información y aumentar la certeza en los resultados. Además, el uso de soluciones tecnológicas es visible en diversas actividades como la integración de los registros electorales, en el diseño de la geografía y cartografía electoral. No obstante, cuando se plantea la modernización del proceso de votación, se observa que predominan las formas manuales de votación y que hay resistencia a la implementación de mecanismos electrónicos.
En la región predominan tres formas de votación electrónica: la lectura automatizada de votación en papel; la votación en medio electrónico autónomo (máquina); y votación electrónica en red (internet o red propia). Así, cuando una de estas formas de votación es exitosa, es porque permite superar una problemática seria del sistema electoral, aunque resulte una tecnología costosa.
La principal razón del voto electrónico es reducir el tiempo entre la votación, la emisión y la trasmisión de resultados. Es recomendable la emisión de comprobante en papel porque permite auditar la votación o reconstruirla en caso de fallo. Para la implementación de los mecanismos de votación electrónica es necesario llegar a conciliaciones previas que generen confianza en la votación, ya que las elecciones cerradas en América Latina reducen los márgenes de confianza de la población.
La votación por internet siempre ha causado cuestionamientos y dudas; se entiende que entre más abierta es la red, más aumenta la vulnerabilidad a los ataques, por lo que es necesario brindar confianza implementando candados de seguridad que eviten manipular la información.
Aunque el uso del voto electrónico puede representar una serie de ventajas, cada argumento a favor puede funcionar como un contraargumento para su implementación. Entre los temas que presentan argumentos contradictorios están el costo, la seguridad y la eficiencia del sistema. La impresión de un testigo en papel puede solventar algunas de esas preocupaciones al respecto.
Cualquier forma de voto electrónico implicará una inversión para dar a conocer las máquinas y la capacitación de los votantes para su uso.
Es importante señalar que el voto electrónico depende del contexto e infraestructura tecnológica de cada país, pues no se ha comprobado que sea un incentivo para aumentar la participación.
El voto electrónico puede hacer que la gerencia de informática de un país pueda ser más importante que el departamento de organización de las elecciones, porque cualquier problema tecnológico va a tener impacto en cualquier otro proceso. Esto puede implicar también la modificación de las funciones de los partidos políticos para verificar los procesos que se realizan antes y después de las elecciones.
Cada tecnología abre nuevas posibilidades, pero su implementación depende de la coyuntura histórica y política de cada sociedad. La tecnología falla y crea desconfianza al votante, por ello es necesario implementar medidas de seguridad que permitan brindar confianza y presentar resultados certeros. Es por esto que se debe de establecer un esquema de gradualidad en la implementación del voto electrónico. Es necesario mirar en la integridad del sistema electoral, fortalecer los sistemas de identificación del votante y no sólo en el acto de votar. Se requieren reglas claras y estables, así como un amplio consenso político.